La mediación es una estrategia para mejorar la convivencia, cuando está enfocada en las personas y la ciudadanía a la hora de resolver los conflictos, asegura la Diputación de Barcelona que el pasado 30 de noviembre presentó este servicio junto al Ayuntamiento de Sant Vicenç dels Horts.
Con Sant Vicenç dels Horts ya son 46 los Servicios de Mediación Ciudadana municipales a los que la Diputación respalda. Una nueva herramienta, gratuita para la ciudadanía, que en este caso se encuentra en el Molí del Frares, y que servirá para gestionar las desavenencias mediante el diálogo. Son los aspectos que destacaron el diputado de Igualdad y Ciudadanía de la Diputación, Antoni Garcia, y la alcaldesa de Sant Vicenç dels Horts, Maite Aymerich.
Autoridades de la Diputació de Barcelona y del Ajuntament de Sant Vicenç dels Horts.
Este programa tiene un presupuesto de 1,2 millones de euros y también ofrece formación técnica y sensibilización de la población, especialmente la juventud y la infancia, hacia la cultura del diálogo. Este servicio atiende más de 5.000 casos anuales, siendo la mayoría de éstos cuestiones vecinales (66%), seguidos de los familiares (12%), actividades económicas (7%) y el uso del espacio público el restante.
Es en las disputas familiares y cuando se trata de violencia de género que la mediación es muy cuestionada desde el feminismo. Ya en su momento, cuando se discutía sobre la reforma del Código Penal, desde las organizaciones, como el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, se alertó sobre este aspecto. La violencia es un delito y se teme que se deje “sin reproche judicial a las vejaciones injustas, como los insultos”.
En una sociedad machista, cuando hay diferencias y conflictos entre personas y cuando además hay diferencias de género, sólo es posible lograr una correcta mediación cuando se toman en cuenta los factores sociales desfavorables, como el de género, además de los de clase, raza, origen o religión. Por otra parte, el feminismo también valora la capacidad de negociación y mediación que tienen las mujeres. Todos estos aspectos son conocidos y al alcance del programa de la Diputación de Barcelona.
Antoni Garcia dijo estar “satisfecho por el hecho de que Sant Vicenç se sume a los municipios que disponen del servicio” y subrayó que “la mediación mejora la convivencia y la cohesión social”, muestra de ello, dijo, es que un tercio de los casos tuvieron resolución positiva.
La alcaldesa Maite Aymerich, por su parte, valoró que exista un servicio “vinculado a la cultura de la paz” y agregó que “no se trata de evitar conflictos, ya que son inherentes a la condición humana, sino que se trata de buscar acuerdos de forma satisfactoria”.