La de la argentina Silvina Molina ha sido una de las voces que se ha escuchado en el Sexto Encuentro Internacional de Periodistas con Visión de Género
Hace 13 años que pertenece a esta Red y hace dos que participó en la creación de su grupo en Argentina. Periodista y técnica en comunicación social, trabaja en la sección de Sociedad de la Agencia Nacional de Noticias de Argentina, TELAM. Es coautora, con Lyvia Porras, del Manual de Género para Periodistas, editado por el Área Práctica de Género del programa de Naciones Unidas para el Desarrollo para América Latina y el Caribe. En Barcelona impartió el taller ‘Por el cuidado y apoyo a periodistas. Impacto emocional de la cobertura de conflictos’.
El 3 de junio del año pasado, millones de personas salieron a las calles argentinas para denunciar la violencia de género, bajo el eslogan “Ni una menos”. ¿Qué nivel alcanza esta violencia de género en tu país?
En Argentina hay un femicidio cada 30 horas. Así de impactante es lo que nos está pasando con el asesinato de mujeres por el simple hecho de ser mujeres. Esta es la triste realidad. La manifestación del 3 de junio del año pasado fue increíble. Hace muchos años que transito por el periodismo de género y cada vez que hacía una charla, en mi país o en otro, preguntaba qué nos pasaría como sociedad si cada 30 horas mataran, por ejemplo, a un arquitecto. Ya no digamos un futbolista. Creo que estaríamos todas las personas en la calle.
Ahora puedo decir que en mi país salimos millones de personas a la calle a decir: “¡Basta de femicidios!”. Lo que falta que se apliquen las políticas públicas que proceden.
¿Los medios de comunicación argentinos recogen las denuncias contra la violencia de género y la lucha por los derechos de la mujer en su conjunto?
Sí. Hemos hecho muchos avances y tiene que ver con el trabajo en red. Las redes de periodistas y el trabajo que venimos haciendo de concienciación han sido muy importantes en los últimos años. Ahora, alcanzadas estas metas, hay que cuidarlas y los que ejercemos el periodismo debemos velar para que se mantengan.
Cuando las decisiones de poder cambian y se alejan de los derechos que defendemos desde este tipo de periodismo, se complica la situación, que es lo que está pasando en muchos países, incluida ahora Argentina.
Trabajas en la Agencia Nacional de Noticias TELAM. ¿Consigues trasladar a tu trabajo los ideales feministas, de defensa y respeto de los derechos de la mujer, también en el campo de la información?
Sí. Estoy satisfecha. Hace cinco años que trabajo en la agencia y es un trabajo muy interesante. Vamos aprendiendo. Hablamos de los éxitos, de las dificultades y de las equivocaciones que cometemos, a veces. Al llegar a una agencia donde somos cientos de personas, puedes trabajar directamente con los periodistas.
Hace tres o cuatro años, en los medios argentinos todavía se hablaba de ‘crímenes pasionales’. Puedes hablar con las compañeras y los compañeros y pensar juntos cómo podemos mejorar estas cosas. Puedes haber estudiado mucho antes pero en el día a día del trabajo en una agencia de noticias también vas aprendiendo. Las compañeras y compañeros de la agencia se han convertido en aliados importantes en este camino.
¿Crees que el periodismo con visión de género puede contribuir a la consolidación de un tipo de periodismo más adecuado a las necesidades reales de información que tienen los ciudadanos?
Por supuesto. El periodismo de género es un baluarte de los derechos humanos. Sin duda. Venimos haciendo tanto trabajo diario sobre cómo acompañar a las mujeres en situación de violencia, cómo acompañar a las personas que amaron a las mujeres asesinadas a causa de la violencia machista, que tenemos un gran conocimiento de la violencia sistemática contra los derechos humanos y de cómo visibilizar los mismos los medios de comunicación. Sabemos qué debemos exigir a los diferentes estamentos sociales y, fundamentalmente, a los gobiernos, para que apliquen políticas adecuadas y que termine esta situación de violación sistemática de derechos.
En este encuentro has dirigido, junto con la periodista vasca Leire Saitua, un taller sobre “Cuidado y apoyo a periodistas. El impacto emocional de cubrir violencias”. ¿En qué ha consistido?
En Argentina trabajamos con una organización social -‘La Casa del Encuentro’- que ayuda gratuitamente a mujeres en situación de violencia y a familiares y personas que han perdido mujeres asesinadas por la violencia machista. Trabajan mucho con la prensa. La Red Internacional de Periodistas de Género hacemos mucho trabajo con ellos.
Tenemos una estadística muy importante de mujeres que han sido asesinadas con fuego. Para cualquier periodista, ir a ver a familiares de estas mujeres o visitar a supervivientes en el hospital de quemados, es un impacto muy fuerte. Los periodistas somos seres humanos. Ven mujeres con la cara totalmente quemada, hablan con ellas dos, tres horas. No es una entrevista cualquiera y no nos cuidamos y empezamos a notar que algo está pasando en nuestro cuerpo, con nuestras relaciones, con nuestras emociones.
Algo nos está pasando por cubrir la violencia cotidiana. Había que encontrar un espacio para poner palabras a este dolor emocional e incluso físico. Hicimos dos experiencias en Argentina que fueron muy bien, con periodistas que llegaron de diferentes lugares del país para explicar lo que les pasaba. Fuimos montando una metodología de trabajo, con una psicóloga.
Se crea un espacio donde nos sentimos relajadas y cuidadas y allí los periodistas cuentan sus sensaciones. Con la experiencia que tenemos con la ‘Casa del Encuentro’ y la que hemos ido acumulando las periodistas damos unas pautas que pueden servir para superar mejor la cobertura de la violencia. Leire Saitua ha aportado, en este caso, sus conocimientos como maestra de meditación.
América Latina está girando hacia la derecha en los últimos tiempos. En Argentina, una mujer progresista como Cristina Fernández ha sido sustituida en la presidencia por el conservador Mauricio Macri. ¿Esto repercutirá negativamente en el periodismo con visión de género?
Hace muy poco que ha llegado Macri. Sus políticas son las que todos ven y son bastante contrarias al trabajo que venimos haciendo tantas personas en el país en la lucha por los derechos. Específicamente, en cuanto al género nos encontramos con muchas colegas que se han quedado sin trabajo, han sido censuradas o que se autocensuran, que es lo peor que nos puede pasar. Hay quien cuando ve que hay un gobierno que no tiene una posición clara en defensa de los derechos humanos opta por la auto-censura. Lo estamos viendo en estos pocos meses de gobierno de Mauricio Macri.
En las contradicciones que tienen estos tipos de gobierno, han nombrado una compañera feminista al frente del Consejo Nacional de las Mujeres. Que haya aceptado este cargo es muy importante, para preservar lo conseguido e, incluso, avanzar más.
Quizás los ‘Papeles de Panamá’ echan una mano a aquellos a quienes no gusta Macri como presidente.
Estos ‘papeles’ no existen en Argentina. Hace unos días que estoy recorriendo España y en la prensa de aquí sí ha salido pero para los grandes medios argentinos parece que éso no existe.
Trabajo en una agencia de noticias, hago periodismo con visión de género, pero si tengo que escribir sobre una tormenta lo hago, y una situación como la que se está viviendo en nuestro país me afecta también, claro.
