jueves 18 julio 2024

jueves 18 julio 2024

Por las buenas o las malas…

 

 

Sam Pal 

 

Sampat Pal Devi. facebook.com

En la India, el peor país del G20 para ser mujer, la discriminación de género comienza antes de nacer. Por eso, a males extremos, extremos remedios. La original experiencia de Gulabi Gang, los grupos de mujeres con sari rosado. Y un palo cada una.

A pesar de que en la época védica las sagradas escrituras de la Upanishad mencionaran mujeres sabias e instruidas, y existiera probablemente cierta paridad entre los géneros, la condición de la mujer en los siglos ha ido continuamente empeorando en el gran sub continente indiano. Según el código de Manu (textos de 2031 versos escritos en sánscrito alrededor del 300 a.C, que fijan normas morales del hinduismo), “la mujer debe ser cuidada por su padre, su hermano, su esposo y los hermanos de su esposo, deben hablarle dulcemente y proveerle comida, buena ropa y adornos, y mantenerla contenta…nunca hacer sufrir una mujer” (3.49), pero también: “Manu le asignó a la mujer cama, asiento, adorno, deseos impuros, rabia, deshonestidad, malicia y mala conducta” (9-17), y había que mirar al marido como a un dios, aunque fuera imperfecto. Duro destino esperaba las viudas de clase alta, que tenían que ser quemadas vivas juntos con el cuerpo del marido, en la ceremonia del sati, si no querían sobrevivir miserablemente, en luto perenne, excluidas de la sociedad. Con los musulmanes se introdujo la poligamia. En la colonia británica fue prohibido el sati y el infanticidio femenino, pero fueron agregadas otras tres castas, incluyendo los dalit, los paria, a las 4 castas privilegiadas. Los movimientos de mujeres para mejorar su triste condición se hicieron visibles con el apoyo de Gandhi, cuando obtuvieron el derecho al voto en 1931, o cuando, con la independencia, la nueva Constitución del 1950 promulgó para ellas iguales oportunidad de condiciones, en la vida civil y en el trabajo.

Sin embargo, mientras en las ciudades y en los sectores más moderno como el informático las mujeres han logrado una discreta presencia, en el mundo rural, donde la agricultura ocupa casi el 90% de las mujeres, persisten las atroces normas favorecidas o toleradas en la cultura hindú, como el matrimonio infantil, la menor tasa de alfabetización, la menor esperanza de vida, el aborto de los fetos femeninos, la alta tasa de mortalidad materna, la violencia domestica, las violaciones, el pago inferior al trabajo de la mujer, como denuncian Amnesty International, UNICEF y las organizaciones locales. Por todos estos factores, la población femenina es menor de la masculina, contrariamente al promedio que se da en el resto del mundo. Y siguen siendo millares los casos de mujeres matadas después del matrimonio para adueñarse de la dote, o de las agredidas con ácido cuando quieren separarse, y marcadas para siempre.

La gran industria cinematográfica de Bollywood toma con frecuencia de forma bastante edulcorada, el tema del matrimonio combinado entre familias, (en las clases alta para mantener o ampliar los patrimonios familiares, en las clases bajas para tener una boca menos por alimentar), pero todo termina siempre, en medio de coloridas coreografías, en el triunfo del verdadero amor. Sin embargo, con algunas polémicas, ha salido también una película inspirada a un caso real, “Gulabi Gang”, el de una valiente mujer dalit que en los primeros años del 2000 ha creado un movimiento feminista que ahora ronda los 400.000 miembros, casi todas mujeres.

La activista a la que se inspira la película, Sampat Pal Devi, tenía 16 anos, estaba casada desde los 12, ya era madre, cuando se rebeló a una escena tan común en el estado donde vivía (el de Uttar Pradesh, uno de los más pobre de la India), al ver un marido moler a palos su mujer. “Ehi, vecino, para ahí”, le dijo, pero él le respondió pegándole a ella también. “No puede ser SIEMPRE así”, pensó Pal. Inútil presentar denuncias a la policía, que siempre disculpaba los maridos violentos. Entonces al día siguiente se presentó al hombre acompañada de cinco mujeres, cada una con un largo palo de bambú. Comenzaron a golpear ruidosamente los bastones, para intimidarlo. Quizás le llegaron también al hombre unos golpes, sin herirlo. Y ahora, por fin, ese hombre abusivo bajaba la cabeza. Desde los pechos de las mujeres salió un grito que venía de la profundidad de los siglos. Un momento absoluto de gloria. Otras mujeres comenzaron a pedir ayuda, y las bandas organizadas de mujeres comenzaron a actuar cada vez más entre los pueblos vecinos, y más allá. Desde el 2006 comenzaron a vestirse de rosado, una uniforme que consideraban símbolo de fuerza. Las instituciones seguían sin responder a las denuncias de las mujeres,al contrario a veces abusaban de ellas. Pero las Gulabi Gang observaron que si llegaban en grupo frente a una comisaría o un palacio del gobierno local, gritando con sus bastones, las cosas cambiaban. Aun sin llegar a matar a nadie, a veces recurrieron a métodos violentos, como arrastrar a un policía abusivo por la calle desde un coche, o sacar a un funcionario corrupto fuera del coche para que no se olvidara de observar una calle que hubiera tenido que reparar.
“Sí, son métodos radicales, poco ortodoxos”, reconoció Sampat Pal Devi cuando la fama comenzó a crecer y fue entrevistada en muchos media. “Pero demasiadas veces, son los únicos que ciertos hombres entienden”. Sin embargo, como salió en las discusiones internas del movimiento, no eran suficientes los palos para cambiar una mentalidad machista tan arraigada en la sociedad india, si hasta la mayoría de las adolescentes creían (según varias encuestas) que era justo punir a las mujeres cuando no obedecían a los suegros o no eran impecables en las tareas domésticas. Y los cambios de mentalidad no se dan de un día a otro, sino con un trabajo largo, de gran alcance, juntando varios métodos y sujetos. Unos, en pequeños grupos, incluían técnicas de autodefensa, y autoconciencia. Otros, cursos de alfabetización, cursos profesionales, actividades de generación de ingresos (no micro créditos). Sin desdeñar actividades asistenciales, como distribución de alimentos para la población más pobre, y pensiones para las viudas destinadas a vivir en la calle, despreciadas por todos. Otros métodos a nivel social, fueron crear redes con Ong y empresas, y favorecer iniciativas de masa, como marchas de protesta contra hechos atroces como el asesinato en 2012 de una estudiante de medicina violada en un bus por un grupo de jóvenes, que marcó un antes y un después en la consciencia del país.

En 2014 Sampat Pal Devi ha sido apartada de la organización con la acusación de seguir intereses personales, pero siguen aumentando las mujeres que se sienten protegidas por un sari rosado, una sensación de sororidad, y un palo cuando se necesita, para sentirse más fuertes.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Picture of Tona Gusi

Tona Gusi

Fundadora i Co-coordinadora de La Independent. També és psicòloga menció en Psicologia d'Intervenció Clínica i menció en Psicologia del Treball i les Organitzacions.
Search

There is no Event

Butlletí de notícies

Subscriu-te al nostre butlletí setmanal amb les darreres notícies publicades.

També et pot interessar

1 de cada 100 mensajes en Twitter hace referencia a las mujeres líderes en el mundo empresarial

El informe ’Mujeres líderes en el umbral de la visibilidad’ demuestra que las referentes femeninas...

‘Sale el Sol’, a Barcelona

Els sensuals moviments de Shakira -el seu nom és Isabel Mebarak Ripoll– i les seves...

Només el 29% de les empreses tenen alguna dona en el consell d’administració

L’Observatori Dona, Empresa i Economia de la Cambra de Comerç de Barcelona, ha fet un...