Pilar Aymerich i Puig (Barcelona, 1943) es una fotógrafa catalana, especializada en la fotografia de reportage y de retrato.
Estudió en la escuela de arte dramático Adrià Gual en Barcelona y después en Londres, donde se introdujo en el campo de la fotografía, ampliando posteriormente sus conocimientos técnicos en los estudios Raphael de París. Más tarde se especializó en la fotografía de reportaje y de retrato.
Comenzó su carrera de fotógrafa profesional en 1968 en Barcelona colaborando con la agencia CIS. Su trabajo gráfico ha sido publicado en Triunfo, Destino, Cambio 16, El País, Fotogramas y Qué Leer.
Su colaboración en varios libros entre los que se incluyen los dedicados a importantes mujeres catalanas como Montserrat Roig, Federica Montseny, Mercè Rodoreda, Caterina Albert o Maria Aurèlia Capmany han supuesto diversas exposiciones dedicadas a ellas.
Desde 1974 ha colaborado en medios audiovisuales como TVE participando en numerosos programas. Ha enseñado fotografía a jóvenes y contribuido valiosamente con su trabajo en el Institut d’ Estudis Fotogràfics de Catalunya.
A finales del año 2004, realizó una exposición en el Museu d’Història de Catalunya sobre la transición española en Catalunya, titulada Memòria d’un temps, 1975-1979 (Memoria de un tiempo, 1975-1979).
Ocupa diversos cargos en el colegio de periodistas y en otros órganos del periodismo gráfico. En 2005 recibió la Creu de Sant Jordi.
Marta Figueras i Pilar Aymerich Pilar Aymerich i Mª Àngels Cabré
Las organizadoras de la Tertulia Salambó, MªÀngels Cabré, directora de l’Observatori Cultural de Gènere, y Marta Figueras, delegada en Catalunya de la Asociación de Mujeres Cineastas y Medios Audiovisuales (CIMA), han presentado a Pilar Aymerich al numeroso grupo de mujeres que se han reunido por séptima vez en el Cafè Salambó, en el barrio de Gràcia de Barcelona. Marta Figueras ha observado que “en esta ocasión se evidencia en la tertulia un recambio generacional, indicador de que la muestra se está consolidando”.
En la presentación, MªÀngels Cabré, ha dicho que Pilar Aymerich es una persona relacionada con el feminismo desde hace muchos años y que constituye “un tesoro para el feminismo”. También ha recordado que “ha hecho un gran trabajo relacionado con las mujeres, así como retratos a grandes mujeres de la cultura catalana” de indudable valor, tanto artístico como histórico.
Por su parte Aymerich, ha arrancado su ponencia con una reflexión sobre sus inicios. “Ser mujer y dirigir teatro en aquella época, era muy complicado”. Y ha proseguido: “Cuando era una niña me decían que no hablaba y que sólo miraba; que era como una especie de mochuelo. Entonces decidí sacar partido al mochuelo y dedicarme a hacer fotografías. Pero era una mujer. No tengo fuerza, no corro… En la transición, era peligroso disparar una cámara”. Aymerich nos cuenta que uno de los recursos que utilizaba para pasar inadvertida en las manifestaciones era vestir con una falda tubular y llevar tacones. “Cuando venían los ‘grises’, sacaba de mi bolso un espejo y un carmín y me pintaba los labios. Jamás recibí un golpe”, se sonríe Pilar. “La policía no pensaba que yo pudiera estar trabajando como reportera con aquella pinta”, nos comenta divertida.
Para Pilar, “la fotografía es reflexión. Nunca he llevado motor en mis cámaras. No quiero ametrallar. Para mí, los acontecimientos sociales son como una obra de teatro en la que existe un inicio, un nudo y un final, un punto culminante, y yo quiero captar ese momento. En la fotografía “Yo también soy adúltera”, conseguí capturarlo, y fue así porque yo me hallaba dentro del acontecimiento. De eso se trata”.
“Lo que más me ha interesado siempre es explicar historias pero es muy importante no cruzar la línea. En ocasiones sientes un gran impotencia ante la foto que ‘ves’. Tampoco nunca he robado ninguna foto. Bueno… una sola vez”, se sonríe y, finalmente, se ríe.
Aymerich nos cuenta la anécdota de las fotos a Josep Pla (reacio al documento gráfico, sobre todo sin ir vestido para la ocasión), conseguidas a través de un inocente ardid.
Esta magnífica contadora de historias, nos lleva en volandas hacia un mundo de anécdotas algunas ciertamente divertidas, otras amargas; detalles que no se escapan a la mirada de esta mujer extraordinaria que tuvo la osadía de convertirse en reportera gráfica en un mundo de hombres. “Siempre me he aprovechado de ser mujer. Ser invisible, me ha dado algunas ventajas para hacer mi trabajo. Pero siempre he sido una mujer que no avasalla y que reflexiona”. También ha destacado que entonces se trataba de otra época, “de un tiempo en que se daban algunas situaciones impensables hoy día”. Sin embargo “soy también el producto de cada generación y cada generación posee su estilo”, ha proseguido. “En parte, yo soy así debido a mi profesión. La profesión me ha hecho tal y como soy”.
Aymerich mueve sus delicadas y blancas manos en el aire, mientras eleva el carmín de sus uñas hacia el cielo de los afortunados que han podido vivir en primera persona los acontecimientos más impactantes de nuestra historia reciente, así como inmortalizar los rostros de algunos de sus protagonistas.
En esta primera parte de la Tertulia, Aymerich nos ha hablado durante unos minutos de la trayectoria profesional de mujeres fotógrafas célebres que, a pesar de circunstancias personales ciertamente complicadas, no se rindieron ante las dificultades. Gracias a su empeño podemos contemplar hoy el fruto de su intensa labor. Lee Miller, Dora Maar, Tina Modotti y Ana Mendieta han desfilado, una tras otra, en un apasionado relato de Aymerich sobre su ‘mirada’ como fotógrafas y su inevitable relación con los hombres.
Capítulo aparte, la reflexión sobre el propio cuerpo y cómo manifestamos nuestras emociones a través de él; la importancia de tener consciencia de ello y de cómo la constante del cuerpo nos abre las puertas a un mundo de emociones propias y particulares, distinto del de los hombres y del resultado que imprime dicha ‘sensibilidad’ a nuestro trabajo.
Ya en el coloquio, Aymerich ha afirmado rotunda que como fotógrafa es feminista militante. “Yo fotografié todo el movimiento feminista de los años setenta.”
Con respecto a FEMEN, considera que probablemente es “una manera diferente de enfocar el feminismo. Quizás ellas ahora luchan de otra forma. Tal y como utilizan su cuerpo, me parece bien”.
“Es evidente que, entre las Mendieta y las FEMEN, éstas últimas son más fluidas”, ha observado Cabré con una sonrisa.
A lo largo de la segunda hora, las asistentes a la Tertulia han expuesto sus puntos de vista y han intercambiado con Aymerich algunas impresiones cuya valiosa perspectiva, y seguramente ‘mirada’, han iluminado este nuevo encuentro de primavera.
