Ca La Dona organizaba, harà medio año, una fiesta para el 90 aniversario de Maria Olivares, quien nació el 12 de diciembre de 1932 en Hospitalet de Llobregat. El 2022 aparte de ser su 90 aniversario, recibió la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya.
Su lucha viene de lejos, desde la infancia, a través de la influencia de las palabras de su padre y la indignación ante la represión de la escuela franquista y de la iglesia católica.
Maria Olivares i Usac ha sido inseparablemente activista política, feminista, ecologista, antimilitarista (DOAN) e independentista. Profesora mercantil por la escuela de altos estudios Mercantiles de Barcelona, a finales del franquismo formó parte de Bandera Roja y de 1979 a 1981 de Nacionalistes d’Esquerra (Consell Nacional, Grup de Dones de Barcelona y Assemblea Nacional de Dones). Posteriormente ingresó en el Movimiento d’Esquerra Nacionalista-Ecologistes de Catalunya y fue escogida diputada al Parlament de Catalunya en la V Legislatura (1995) por Iniciativa per Catalunya-Verds, donde trabajó por el Proceso de Equiparación Mujere-Hombre. Ha estado también en las organizaciones Verds-Esquerra Ecologista, Marcha Mundial de Mujeres y Consell de Dones de l’Ajuntament de Barcelona. Fue y es del Centre de Dones de la Verneda.
Pero si algún lugar es su segunda casa esta es Ca La Dona, donde hacemos la entrevista recogidas en una sala pequeña donde a veces se preparan actividades infantiles. Las criaturas son también hoy una parte importante de su vida porque ya es abuela de seis. Actualmente forma parte del colectivo “Feministas por La Independencia” y explica orgullosa que en las reuniones se encuentra con una de sus hijas que se desplaza desde Tàrrega a todos los encuentros.
Maria Olivares se presenta así: “Soy una mujer que viene de una familia a mi parecer encantadora y muy querida, lo que ha marcado mucho el desarrollo de mi vida. Una familia que yo considero muy positiva y que he ayudado a agrandar porque entre nietas y nietos ya tengo seis y soy muy feliz de tener esta descendencia a mi alrededor y aunque no nos vemos mucho, sabemos que existimos. Yo sé de su vida y ellos de la mía”.
Muy pronto participé en debates políticos y sobre todo en las Jornadas 10 Años de Lucha del Movimiento Feminista, en 1985. A partir de ese momento ya fue una de las principales tareas que hubo en mi mente. En el Parlamento también lo hice. Siempre en mis discusiones y asuntos he llevado dentro del feminismo y el ecologismo.
¿Qué discriminaciones identificas a lo largo de tu vida, por género, identidad…?
Tened en cuenta que nací el 32, por tanto, mi infancia fue en plena dictadura franquista donde las identificaciones por género eran muy marcadas.
En las escuelas separaban a los niños de las niñas. En clase recibíamos semanalmente la visita alternativamente de una militante falangista y de un cura de la parroquia que nos adoctrinaban o intentaban adoctrinarnos en su política e ideología franquista.
Poco tiempo después de escolarizarnos, a mi hermana ya mí nos expulsaron motivando que teníamos piojos, cuando en realidad era porque no estábamos bautizadas. Más tarde averiguamos que en el barrio, en nuestra calle vivían confidentes de la policía.
La educación familiar es muy importante y yo tuve la suerte de disfrutar de un padre muy inteligente que me preparó para que tuviera en cuenta las discriminaciones que existían entre hombres y mujeres, y también me hizo comprender que era el racismo.
Y es ya de adulta, quizás, cuando las he vivido más intensamente. Cuando he estado dentro del movimiento feminista y nos han llegado todas las problemáticas que teníamos las mujeres en aquella época y todavía hoy.
(Me cuenta que ha tenido muy buenas relaciones, primero con su marido y mejor amigo y después con el compañero con quien aún hoy avanzan juntos).
¿Ha habido mucha crítica feroz contra las mujeres y el movimiento feminista, cierto?
¡Oh, por supuesto! ¡Incluso dentro del movimiento también hay discrepancias porque también tenemos con las mujeres socialistas desacuerdos sobre la prostitución y son las mujeres socialistas!
¿Has tenido reconocimiento por tu trabajo a lo largo de la vida laboral, o el trabajo en casa? ¿Has recibido retribuciones o sueldos justos?
Conseguí sacarme el diploma de Profesorado Mercantil, y por tanto a pesar de ser muy consciente de las desventajas de ser mujer en el ámbito laboral, fui avanzando. Eso sí, ¡siempre alerta! Por tanto, de mi tarea y de las retribuciones económicas a lo largo de mi vida no puedo quejarme.
Si que representó un gran esfuerzo compaginar la vida laboral con el cuidado familiar de un hijo y dos hijas, que nunca desentendí.
Más tarde y ya con 62 años, con mi entrada en el Parlament como diputada, siempre fui respetada y considerada, al menos así lo viví…
Por lo general, había y hay diferencias de salarios. ¿En tu empresa era por categorías?
No recuerdo haber ido nunca a reclamar nada por la cuestión económica, supongo que se me debía pagar lo que me correspondía y yo lo creía.
A lo largo de la vida laboral de una mujer de esta generación suele haber bajas, reducciones de jornada… ¡Si! …y muchas mujeres se quedaron en casa… ¡Sí!
¿Tú te encontraste en alguna de estas situaciones?
¡No! Yo vi que en casa era necesario mi sueldo y tuve suerte. Iba por la calle mirando anuncios de trabajo y veía una agencia de abogados y subía y les decía si necesitaban a alguien para la oficina que yo era profesora de mercantil. ¡Tuve suerte! Encontré puestos de trabajo que me respetaron mucho. ¡La verdad! No tuve ningún problema en ese aspecto.
¿Cobraste hasta la jubilación? Hay muchas mujeres de esta edad que cobran poca jubilación.
Yo trabajé muchos años, en diferentes sitios porque si me salían cosas mejores lo dejaba y cogía un nuevo trabajo. Casada y con hijos yo seguí trabajando. No me hagas recordar los años y los datos porque he perdido memoria…
Pues hablando de memoria…se han detectado afectaciones en la salud física, mental y/o emocional al haber pasado la COVID o por la vacuna. ¿Cómo has vivido la pandemia?
Me reservé bastante. Intenté no moverme de casa. No participaba ni en manifestaciones ni en actos con gente, pero seguía teniendo mi relación con las mujeres y con el grupo que estoy implicada políticamente Feministas per la Independència, asistiendo con otras compañeras a las reuniones y trabajos del grupo.
O sea que con esto seguí. Con la familia también nos comunicábamos mucho. Mientras duró el aislamiento me sentí acompañada por mis hijas y mi hijo, ya que cada día hacíamos una vídeo conferencia.
No viví con miedo y no tuve ningún problema. Ninguno. Salimos adelante muy bien.
Diría que la pandemia como mujer, entonces, de casi 90 años, me ha afectado más como visión general que personal. ¡Claro! Ver la situación eso sí que me hacía sufrir y ver cómo la gente desaparecía y familias que perdían uno o más miembros… ¡Claro que hacía sufrir!
Ya me has hablado del soporte afectivo, de las redes o grupos donde mantenías los contactos. ¿Consideras que es importante tener estas relaciones? Tú siempre has estado muy…
Lo considero prioritario. Aunque tengo una familia que la tengo muy próxima, siempre tendré relaciones con esta Casa (se refiere a Ca La Dona) por ejemplo, relaciones con las mujeres. Yo he estado relacionada con los diferentes grupos, unos años con un grupo, unos años con otro… ¡pero siempre con mujeres que nos hemos comprometido con la lucha política y eso te da vida la verdad! ¡Y cuando miras alrededor piensas Ostras! Y estas mujeres se conforman con hacer esta vida sólo…pero hay que respetarlas, ¿no?
¿Sabe mal que no puedan experimentar todas estas vivencias? ¡Sí, claro!
¿Cuáles son las redes afectivas, comunitarias, sociales en las que participas y por qué son importantes?
Tanto ahora como desde que tengo criterio he estado motivada por la lucha feminista. Una lucha que no es débil y que muchas mujeres mayores como yo estamos en pie en ella. Actualmente, como ya he dicho, estoy vinculada a Feministas per la Independencia. Siempre he estado vinculada a la lucha feminista y no concibo no seguir formando parte de ella.
¿Opinas que los medios de comunicación reflejan la realidad de la gente mayor, y en especial de las mujeres mayores?
Opino que los mayores pasamos a ser invisibles por gran parte de la sociedad.
Yo creo que se les pasa muy por alto, sobre todo a las mujeres mayores no se las tiene demasiado en cuenta. Yo creo incluso que no se las tiene ni en cuenta ni en favor ni en contra, sino que pasan por encima. ¡No se tiene en cuenta a las personas mayores!
Volviendo a los medios, has estado muy clara diciendo que pasan por encima de la gente mayor. ¿Y en lo que respecta a las mujeres y especialmente a las mujeres mayores?
De vez en cuando sale algo, ¡porque claro! En cuanto a las mujeres, sólo faltaría que no hablaran de las mujeres políticas que más o menos defienden cuestiones como tú querrías que se defendieran. ¡Claro algunas veces sale algún tema que tú piensas eso sí que está bien! Pero en conjunto la política de los medios depende de quien domine la política. Y en cuanto a las mujeres mayores se visibilizan muy poco por no decir nada. Hay que ser escritora o artista o algún renombre para que se hable de ello. Aquí, por ejemplo, en esta casa hay mujeres mayores muy valiosas y nunca las he visto por televisión, ¿me entiendes? (y ríe socarrona).
Personalmente has tenido también esta percepción… ¡Ah! es una mujer mayor, no…
¡No! Quizás he sido un poquito dura. H he estado al caso de que esto no me pasara y quizás la gente ya se lo ha callado antes de decirme según qué.
Desigualdad, discriminaciones, represión, disidencias, lesbianismo, transexualidad… ¿se ha avanzado desde tu infancia?
¡Sí, por supuesto! Incluso en estos últimos años también está evolucionando mucho, con sus contras también ¿eh? Quiero decir que en todo lo que evoluciona siempre habrá quien no esté de acuerdo. Yo creo que en este aspecto las cosas se están clarificando cada vez más y hay más derechos aceptados y al mismo tiempo son conflictivos, pero bueno es así. Y es bueno que haya debate en el movimiento feminista.
¿Cómo has vivido la desigualdad entre hombres y mujeres?
Siempre he estado por la defensa de los Derechos de las Mujeres y todavía queda un largo camino por recorrer en muchos aspectos.
Mira, si hacemos referencia a la Ley del “Solo SI ES SI” considero que no debe dividirnos. No se trata de aumentar la represión porque genera más violencia. El problema es social y educacional, no para proteger a las mujeres, sino que es necesario empoderarnos. Respecto a los agresores, la cárcel no resuelve la situación. Las penas más altas no significan mayor protección. Antes el Código Penal distinguía entre abuso sexual y agresión, ahora con la Ley no existe distinción, todo es agresión sexual. Es importante respetar el ritmo de las mujeres, es importante el acompañamiento y la ayuda.
La reforma del PSOE en la “Ley de garantía integral de libertad sexual” ha apostado por el aumento de la pena a los agresores, en lugar de defender los derechos de las mujeres. Aumentar las penas, tal y como defiende el PSOE, ni resuelve, ni evita, ni reduce la violencia sexual.
Nosotros, las feministas, queremos que en el centro haya el consentimiento. El consentimiento es una expresión afirmativa y voluntaria e irreversible y su inexistencia implica delito de agresión sexual.
¿Y los derechos de las mujeres cómo han evolucionado para ti personalmente?
Yo todavía viví los años cuando necesitabas firma del marido para que los hijos viajaran contigo. Fui a unas Jornadas Feministas en Francia y no podía ir con mi hija si el padre de la criatura no firmaba.
Fue una época en la que nos movimos mucho por nuestros derechos, para nosotras eran novedades de maneras de vivir que aceptábamos o no y a base de discutirlo llegabas a una conclusión.
¿Quizás aquellos años, ante la gravedad de la opresión hacia las mujeres, debías rebelarte para vivir tu vida?
Rebelarte o esconderte, ¡claro!
¿Entonces las mujeres que se rebelaron eran muy valientes?
¡Sí, sí, por supuesto! Es que las mujeres somos valientes.
¿Todas?
¡No, todas no! Pero en general yo creo que las mujeres somos más valientes que los hombres porque nos ha tocado sufrir más, porque todavía hay cosas que se arrastran… Todavía hay muchas diferencias entre las vivencias de un hombre y una mujer.
