Hablamos con Montse Martínez, coordinadora del reciente proyecto de comunicación #mujeresymigración de Reds (Red de Solidaridad para la Transformación Social).
Esta entidad cumple 15 años trabajando con mujeres de Latinoamérica y aún, en Barcelona, hay muchos estereotipos que desmontar sobre ellas.
¿Por qué habéis elegido lanzar este proyecto con mujeres latinoamericanas y no de otro territorio?
Desde hace más de 15 años, Reds trabaja con organizaciones centroamericanas, especialmente en El Salvador a través de un eje de trabajo de cooperación. Por esta experiencia, considerábamos más lógico trabajar con mujeres centroamericanas y de América del Sur.
¿Cómo conocéis a las participantes?
Hicimos un sondeo previo entre entidades y colectivos de mujeres migrantes en Barcelona y también presentamos la propuesta a mujeres vinculadas al grupo de personas colaboradoras de Reds.
Mujeres ‘fáciles’, conservadoras o/y fiesteras, son algunos de los estereotipos que se tienen de la feminidad latinoamericana, ¿han cambiado los estereotipos? ¿Hay nuevos estereotipos respecto a estas mujeres?
Sorprendentemente, los estereotipos ‘clásicos’ que se vinculan a las mujeres latinoamericanas aún perviven: mujeres que buscan marido aquí, que todas saben bailar salsa, que son fogosas… Estos estereotipos han sido recurrentes en todas las entrevistas o dar por hecho que si eres una mujer latina en Barcelona aspiras únicamente a cuidar de personas mayores o a realizar tareas domésticas.
También hemos encontrado otros estereotipos negativos sobre sus países de origen vinculados a las noticias y series de televisión: por ejemplo, la imagen de Colombia reducida a la serie ‘Narcos’ o la violencia de México.
Nos han sorprendido los estereotipos relacionados con el avance tecnológico que hay en sus países de origen. A varias mujeres les han preguntado si tenían Internet en su país.
Tarjetas postales de la campaña #mujeresymigración
Tras la puesta en marcha del plan #mujeresymigración, ¿qué impacto ha tenido este proyecto en la sociedad?
El feedback que hemos tenido de las personas que han conocido el proyecto ha sido muy positivo. Creemos que ha habido una identificación con las historias de vida de estas mujeres, más allá de las diferencias culturales y/o de origen. Y esto nos reconforta porque, precisamente, ese era el objetivo del proyecto: dar a conocer las historias que hay detrás de los números sobre migración y evidenciar que es más lo que nos une que lo que nos separa.
¿Qué no entiende la sociedad barcelonesa de las mujeres latinoamericanas?
Se tiende a pensar en un único modelo de ‘mujer latina’ en el que pesan más los estereotipos que la cultura, el idioma o los deseos personales que nos unen con las mujeres latinoamericanas. Los discursos racistas, discriminatorios y radicalizados que han tomado auge en los últimos tiempos, dificultan la empatía y la curiosidad por conocer sus historias de vida y el por qué decidieron venir aquí.
En dos frases, ¿describe la diversidad de mujeres latinoamericanas que viven en Barcelona?
Aunque este proyecto no pretendía estudiar las diferencias intraculturales de las mujeres latinoamericanas que viven en Barcelona, las entrevistas que hemos hecho nos han dado pinceladas de esta diversidad: en gastronomía, idiomas (lenguas originarias), sus referencias culturales, la historia reciente que determina nuevas costumbres sociales… por ejemplo, no es lo mismo la seguridad en Colombia que en Cuba.
¿Pensáis nuevo proyecto para combatir los estereotipos?
Queremos seguir difundiendo historias de vida de personas migrantes para desmontar estereotipos y prejuicios y generar mayor empatía entre la ciudadanía de Barcelona. También tenemos previsto dar talleres de comunicación no violenta (CNV) a personas que trabajan con colectivos de personas migrantes para desarrollar habilidades y competencias como la escucha, la empatía o el diálogo.
