Por Susana Gómez D.Feminista
Las personas mayores enfrentan desafíos preocupantes cuando se ven atrapadas en situaciones de emergencia. La reciente publicación de las Naciones Unidas titulada Las Personas Mayores en Situaciones de Emergencia, a propósito del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, arroja luz sobre este tema crucial, destacando cómo este grupo vulnerable requiere atención específica y medidas adecuadas para garantizar su seguridad y bienestar durante crisis como desastres naturales o conflictos.
En el caso de las mujeres además enfrentan una doble discriminación, que agrava aún más su situación. La combinación de edad y género hace que estas mujeres sean más vulnerables y susceptibles a sufrir consecuencias devastadoras durante emergencias. Esta doble discriminación se manifiesta de diversas maneras como por ejemplo, un acceso más limitado a los recursos. Según Naciones Unidas en muchas sociedades, las mujeres mayores pueden enfrentar barreras adicionales para acceder a recursos básicos como alimentos, agua, refugio y atención médica durante emergencias. Esto se debe a normas culturales y sociales que relegan a las mujeres mayores a roles tradicionales de cuidado, limitando su movilidad y acceso a la ayuda. Otra de las dificultades son los riesgos que se derivan del hecho de ser mujeres como la violencia sexual, que aumenta significativamente en contextos de crisis. La falta de protección adecuada y la invisibilidad de estas mujeres en los planes de respuesta y reconstrucción les expone aún más si cabe a los abusos y la explotación.
Por otro lado, las necesidades que se derivan de la salud de las mujeres mayores son distintas y a menudo más complejas que las de otros grupos demográficos durante emergencias. La falta de acceso a medicamentos, tratamientos específicos y cuidados médicos adecuados agrava su estado de salud y puede llevar a complicaciones graves.
Por todo ello, es crucial que las políticas y estrategias de respuesta humanitaria reconozcan y aborden estas formas de múltiple discriminación. ONU insta a los gobiernos y a la comunidad internacional a adoptar medidas específicas para proteger y apoyar a las mujeres mayores en situaciones de emergencia. Esto último incluye la inclusión de las mujeres mayores en la planificación y ejecución de los programas de respuesta humanitaria, la protección integral frente a la violencia de género y facilitar su acceso a los recursos básicos y servicios esenciales, asegurando que no sean dejadas ni marginadas durante la respuesta y la reconstrucción post-emergencia.
Así pues, la doble discriminación que pueden sufrir las mujeres mayores en situaciones de emergencia requiere una respuesta urgente y coordinada a nivel global. Sólo mediante un enfoque inclusivo y sensible al género se podrá proteger efectivamente a este grupo vulnerable y garantizar su dignidad y protección de los derechos humanos fundamentales en todo momento, incluso en los contextos más difíciles.