Así lo expresó Angela Davis, feminista y líder del Black Power, el movimiento negro que luchó por los derechos civiles estadounidenses, en Nantes, el primer puerto negrero de Francia, al oeste de ese país. Allí se conmemoró el pasado fin de semana la ‘Jornada Nacional de Memoria sobre la trata, la esclavitud y su abolición’.
Angela Davis i l’alcaldessa de Nantes.Fotowww.20minutes.fr
La profesora, militante y activista afroamericana Angela Davis que, junto a la alcaldesa socialista de Nantes, Johanna Rollandarrojó algunos pétalos de rosas en el rio Loira en memoria de las históricas víctimas, afirmó que “en Estados Unidos todavía no hemos conseguido establecer ningún día para conmemorar la esclavitud, ni su abolición”.
Por eso “es muy importante para mí estar aquí, para testimoniar que la historia tiene consecuencias y que las secuelas de la esclavitud aún las vemos en la actualidad”. En esas declaraciones, recogidas por la Agencia France Presse (AFP), fue cuando señaló que “la violencia policial racista, no solo en Estados Unidos, sino también aquí en Francia, tiene sus raíces en la esclavitud”.
1.714 expediciones de esclavos sólo desde Nantes
Las casi 300 personas asistentes que acompañaron a Davis en el acto se dirigieron luego hacia el Memorial de la abolición de la esclavitud levantado al borde del Loira en 2011, justo de donde partían las expediciones negreras de Nantes, que los datos recopilados revelan que fueron 1.714 sólo en esa ciudad. En otras ciudades del atlántico francés se celebraron también conmemoraciones.
En el puerto de Brest, más al norte y en el extremo más occidental de la bretaña francesa, se inauguró una escultura de acero de 10 metros de alto denominada Memorias que tiene dos máscaras: una mira al continente europeo y la segunda dirige su mirada a los cuatro continentes restantes. Dos son sus autores: el escultor Marc Morvan, descendiente de plantaciones de la Martinica para quien es un homenaje a Nelson Mandela y Max Relouzat, quién imaginó la escultura desde el año 1998. Para ambos “representa la universalidad de las memorias de la esclavitud”.
Negreros modernos en el Mediterráneo
Para Relouzat “sin quererle restar importancia a la trata negrera transatlántica” señala que conviene recordar que “en estos momentos, 128 millones de menores son esclavos en el mundo y en el Mediterráneo, donde existen los negreros de los tiempos modernos”. Por tanto, “esta obra es de una gran modernidad”. Max Relouzat opina que no se trata tanto de “hablar sobre el arrepentimiento o el perdón, sino de hacer conjuntamente un trabajo de memoria en torno a la estatua y hacer un trabajo pedagógico”, según indicó a la AFP.
Relouzat que es, además, el presidente de las Memorias de la esclavitud, recordó una parte desconocida de la historia de Brest: “En 1794 en Brest se celebró la abolición de la esclavitud en Santo Domingo, pero en 1803 Napoleón hizo encerrar en esa ciudad a 1.500 personas de Guadalupe, Martinica y Haití, opuestas al restablecimiento de la esclavitud”.
Al otro lado del Atlántico y en el espacio de la antigua fábrica Darboussier en Guadalupe, que fue la mayor unidad azucarera de las Pequeñas Antillas, el presidente francés inauguró otro Memorial: el ACTe o Centro Caribeño de Expresiones y de Memoria de la Trata y de la esclavitud. Y, como decía el enviado especial de Jeune Afrique, Nicolas Michel, “si las dos cuestiones fundamentales y complejas como son el perdón y la reparación siguen pendientes, el Memorial ACTe puede convertirse en el instrumento de trabajo de esa Memoria que debe hacerse colectivamente”.
Foto www.conceptoradio.net
Las mujeres en las comunidades esclavas
Angela Davis ha destacado siempre en sus trabajos la invisibilización de las reivindicaciones de las mujeres negras en el movimiento feminista, en el movimiento afroamericano por los derechos civiles y también en el movimiento obrero, pese al papel transformador que han tenido las mujeres afroamericanas. Y en algunos textos da las claves del contexto material y simbólico de esa discriminación y como siguen perdurando en los movimientos políticos actuales. También analiza las relaciones de poder y explotación en torno a la triple categoría de mujer, raza, clase.
Esta investigadora feminista explica el esclavismo de distinta manera a como se había hecho hasta entonces, en particular el papel de las mujeres en las comunidades esclavas y también analiza la relación de las mujeres blancas norteamericanas con el movimiento antiesclavista.
Justamente l’Ateneu Rebel de Barcelona, organizó unas sesiones de Lecturas Feministas sobre el libro de Angela Davis Dones Raça i Classe en el que ella desgrana el rol de las mujeres negras en los principales acontecimientos y movimientos emancipadores de la historia de Estados Unidos entre el siglo XIX y los años 80, cuando el libro se publicó (aquí publicado en 2004 por Akal). Es decir, lo analiza desde la implantación del sistema esclavista y la lucha por su abolición y acaba con la segunda ola del feminismo.
Angela Davis, además de escritora, investigadora y profesora, ha defendido los derechos de las personas encarceladas en su país y ha desarrollado una poderosa crítica al racismo que impregna el sistema penal norteamericano. Pertenece al Consejo Asesor del Prison Activist Resource Center y según consta en la introducción de su libro Mujeres Raza y Clase está trabajando en un estudio comparativo sobre las mujeres encarceladas en Estados Unidos, Holanda y Cuba.
