La Nostra Illa es un espacio de mujeres y para mujeres, se define como «una asociación sin ánimo de lucro de mujeres y para mujeres que tienen como objetivo ofrecer un espacio físico de encuentro libre de miradas no deseadas».
Fue fundada por Gretel Amman, Dolors Majoral y otras dos compañeras. En ese momento el objetivo era poder abrir un espacio para mujeres y que fuera autogestionado. Durante estos años La Nostra Illa -LNI- ha pasado por diferentes momentos con mayor o menor afluencia pero siempre el trabajo de las voluntarias ha sido fundamental. Por ahora es el único espacio para mujeres lesbianas autogestionado por completo en Catalunya.
LNI en estos 36 años ha pasado por malas épocas por falta de socias, pero cuando se pensaba que deberia cerrar siempre hubo mujeres dispuestas a comprometerse con el proyecto, mujeres que con su empuje consiguieron salvarla, un buen ejemplo ha sido la época de la pandemia.
La pandemia ha sido un momento clave para la supervivencia del espacio, si bien hubo que cerrar debido a las medidas sanitarias que nos han afectado en los últimos años, LNI ha contado con muchísimas actividades en el exterior y online que han mantenido vive el espacio en momentos difíciles y que han consolidado una dinámica entre las socias y amigas del espacio también fuera del propio local. Algunas actividades destacadas durante la pandemia han sido presenciales y online. En el caso de las presenciales -con aforo restringido, distancia y mascarillas hecho que convertía los encuentros en curiosos- el videofórum del documental Lesbofobia, la presentación del libro Dos tazas, de Isabel Franc, sesiones de karaoke, recitales de poesía, paseo de Vilanova en Sitges, paseo por Montjuïc, paseo por el núcleo histórico de Esplugues, charla online Ocio y lesbianas en pandemia: luchando por los espacios propios, con la participación de lesbianas de Colombia y México… son sólo ejemplos de actividades han llevado a cabo.
La actual presidenta de la entidad, Virgina Royuela, destaca que «gracias a estas aportaciones el espacio se ha podido sostener ya que todo nos lo hacemos nosotros y las que lo llevamos y lo han llevado; siempre lo hemos hecho altruistamente. Especial mención merece en este sentido las mujeres que en los años 90 tuvieron que hacer un esfuerzo considerable para reformar el local y que el ayuntamiento no lo cerrase, y la que fue presidenta de la asociación durante 15 años, Marisa Ribas» .
Para celebrar estos 36 años, el pasado 15 de octubre se celebró una fiesta en la que se desarrollaron diferentes actividades, hubo cena compartida, micro abierta, photocall y baile para todas las mujeres que quisieron acercarse. Muchas mujeres de distintas generaciones explicaron qué es y ha sido nuestra isla para ellas en momentos emotivos de celebración y reconocimiento.
Virginia Royuela hace énfasis en el compromiso que muchas mujeres han mostrado «Podemos decir que somos un ejemplo de cómo las mujeres juntas somos capaces de salvar proyectos y causas por mucho que todo el mundo las dé por muertas».
