Beatriz Rojas Martínez declaró estar en contra de cualquier tipo de reglamentación de la prostitución. La diputada de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) afirmó que este órgano legislativo tiene la obligación de reforzar el marco jurídico para abolir la prostitución en la Ciudad de México.
Así lo sostuvo la diputada del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), durante la presentación del libro Prostitución y Lenocinio en México, siglos XIX y XX, de la autora Fabiola Bailón Vázquez, donde también participaron Mónica Soto Elízaga, integrante de la Coalición para la Abolición del Sistema Prostituyente (CASP), y Teresa Ulloa Ziaurriz, directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC).
La legisladora Rojas Martínez declaró estar en contra de cualquier tipo de reglamentación de la prostitución que se pretenda establecer en la Ciudad de México, por el contrario, dijo que lo necesario es erradicar la trata y la prostitución, porque ambas prácticas reducen el cuerpo femenino a mera mercancía, se dio a conocer en un comunicado.
Además, Beatriz Rojas criticó el actuar de la secretaria de Gobierno de la Ciudad de México, Patricia Mercado Castro, quien, dijo, “en su afán de reglamentar la prostitución no ha desarrollado ni políticas públicas ni acciones con perspectiva de género”, por lo que le solicitó diseñar un programa de empleo real que permita que las mujeres en situación de prostitución abandonen esta actividad.
De igual forma, destacó que actualmente en la Ciudad de México 10 mil mujeres son explotadas en 13 corredores de comercio sexual, los cuales son documentados por la Coalición Nacional contra el Tráfico de Mujeres en América Latina y el Caribe.
Por su parte, Fabiola Bailón Vázquez, autora del libro Prostitución y Lenocinio en México, Siglos XIX y XX, señaló que su obra narra la historia de la prostitución en México y deja ver que la reglamentación de la misma es una postura ingenua porque todos los esfuerzos por regular esta actividad, han fracasado.
La académica afirmó que reglamentar la prostitución es una postura inmediatista que no erradica el problema de fondo, ya que los tratantes siempre buscan la manera de burlar los controles y continuar con la explotación de las mujeres.
A su vez, Teresa Ulloa subrayó que el reconocimiento de la prostitución como trabajo sexual no es otra cosa más que la precarización del trabajo.
Al tomar la palabra, Mónica Soto señaló que hay que abolir la prostitución para que ésta encierra en sí misma un menosprecio a la dignidad de las mujeres, desigualdad, doble moral e incluso, intereses económicos a costa de la explotación de los cuerpos femeninos.
Finalmente, la legisladora Beatriz Rojas llamó a las fuerzas parlamentarias a retomar el debate y actuar a favor de las mujeres que radican en la capital del país, los que merecen un trabajo digno.