Debido a las preocupaciones sobre el aumento de las violencias y el fanatismo, el surgimiento de movimientos radicales y las actuales incidencias sociales, nacionales e internacionales, hace unos días se realizó en la Biblioteca Nacional de Rabat (Marruecos) una Mesa redonda titulada: “La cultura del odio: razones y repercusiones para afrontarla“.
La Mesa fue organizada por Toura Majdouline, poetisa, ex Secretaria General de la Comisión Nacional Marroquí para la UNESCO y actual Secretaria General de la asociación “Encuentro para el Diálogo Democrático”. Participaron profesionales y activistas del ámbito de la sociedad civil y de derechos Humanos de Marruecos y, entre las ponentes, destaca la participación de la Presidenta de la FIDH- Federación Internacional de Derechos Humanos, Amina Bouayach.
Toura Majdouline, en su intervención, insistió sobre la necesidad de un trabajo urgente y serio para hacer frente a la cultura del odio, la estigmatización y la exclusión, al considerar que esta cultura es la principal y la gran cuna de muchas crisis que se viven en el mundo en la actualidad.
Perdón, apertura y aceptación
Reiteró que estamos obligados y obligadas, cada uno desde su ámbito, a trabajar para difundir la cultura del perdón, ante el odio, para fomentar la cultura de la apertura ante el cierre, y para promover la cultura del reconocimiento y la aceptación del otro contra la xenofobia y el rechazo del otro.
Amina Bouayach leyó el Manifiesto de la prensa internacional de Derechos Humanos sobre “la cultura del odio” explicando que se trata de una respuesta para rechazar el odio, pero con una ausencia de aclaración minuciosa de la terminología del odio porque este último tiene muchas definiciones.
Aportó cinco propuestas para hacer frente al odio. La primera y la principal, dijo, es luchar contra el odio con instrumentos jurídicos, a nivel del uso de la expresión como de la práctica, señalando la responsabilidad de las autoridades públicas en la garantía de los derechos individuales y colectivos, así como la garantía de los derechos fundamentales que incluyen la igualdad y la no discriminación.
Cambio de mentalidades
Bouayach insistió sobre la necesidad de trabajar por el cambio de las mentalidades y los comportamientos, y consideró que las redes de Internet se convierten en algunos momentos en una fuente de conflictos entre sus usuarios y sus usuarias, dando como ejemplo la división de opiniones que tuvo cuando sucedió el ataque que sufrió la revista francesa “Charli Hebdo”.
Majdouline añadió al final que con el ejemplo de estas mesas de diálogo que están abiertas para todos, contribuimos a iluminar un espacio de conocimiento mutuo con el objetivo de desmontar las olas del odio que pueden afectar a nuestro espacio social de convivencia y, además, participamos en la garantía de la estabilidad de nuestra sociedad.
Esto no podrá ser posible bajo de la sombra de la cultura de la opresión, del fanatismo y de la tiranía y sus diferentes repercusiones, dijo, ya que “no nos tenemos que quedar encerrados en imaginarios equivocados de unos sobre los otros y viceversa”.
Para cerrar su discurso se basó en una cita religiosa que dice “Os hemos creado publios y tribus para que os conozcáis entre vosotros…”
* Este acto se organizó en el marco de la reunión mensual que la Asociación “Encuentro para el Diálogo Democrático”, realizado cada primer miércoles de inicio de cada mes con el objetivo de dialogar sobre las causas de interés social, las preocupaciones y las preguntas que exigen una vía de un diálogo democrático y una reflexión.
D’esquerra a dreta:
Touria Majdouline, la poetisa, ex Secretaria General de la Comissió Nacional Marroquí per a la UNESCO i la Secretaria General de l’associació “Trobada pel Diàleg Democràtic”
Amina Bouayach, la ex Presidenta de la OMDH- Organització Marroquí pels Drets Humans i la Presidenta de la FIDH- Federació Internacional de Drets Humans.
