En los últimos días se han realizado, casi al mismo tiempo y en distintos puntos del planeta, dos actos de traición a la hombría y a su estructura institucionalizada que es importante valorar.
Mientras a orillas del Mediterráneo, en Barcelona, se presentaba el que se considera (en el marco europeo) el más ambicioso plan de igualdad de género para una institución de la importancia de un Parlamento, en Bolivia, en el centro de las calles de La Paz, se realizaba la llamada “Primera marcha planetaria de hombres contra los feminicidios y la violencia machista”.
Cataluña (formalmente, comunidad autónoma del estado español; un país para muchos catalanes) tiene 7,5 millones de habitantes y en lo que va del año ha registrado 3 feminicidios. En Bolivia viven 11 millones de personas y en 2020 se han producido 13 feminicidios, uno de los índices de asesinatos machistas más altos de Latinoamérica.
Hay muchas otras diferencias entre ambos países; sin embargo, en el fondo, la base del porqué se producen los feminicidios es la misma: el machismo, como forma de pensar y actuar, y el patriarcado, como su reflejo en la sociedad que se estructura para favorecer a los hombres en todos sus niveles e instituciones.
La marcha realizada en La Paz, la primera de su tipo y organizada por el colectivo de Mujeres Creando, se produce ante las terribles y alarmantes cifras de asesinatos de principios de este año, donde prácticamente cada día algún hombre ha matado a una mujer. Esas cifras han sido pasadas por alto por hombres que no han evitado reírse, hacer mofa y mostrar su desprecio en las redes sociales por los varones que, acompañados de mujeres, marcharon en La Paz luego de realizar una performance donde pelaron papas en público ¡Qué cosa más ridícula, hacer algo que hacen las mujeres! Lo que es peor, hacerlo por mandato de éstas.
“¡Ser hombre no es ser macho!”, una aclaración necesaria que gritaban los marchistas, ya que socialmente se ha creado la idea positiva del término macho, como símbolo de hombría. Una hombría normalmente violenta a la hora de resolver cualquier asunto, incluido el amoroso.
Pero, además, se gritó: “¡Traiciona al patriarcado, delata al machista de tu lado!” lo que implica romper con los privilegios, la protección y rechazar la aceptación social ante cualquier acto que denote el ejercicio de dominio sobre las mujeres.
Cuando “Las Tesis” chilenas mostraron al planeta que “el violador eres tú”, estaban señalando a los hombres y también a las instituciones montadas y engranadas para proteger al violador y el asesino de mujeres.
En ese sentido, el plan presentado en el Parlament de Catalunya es un ejemplo importante e imprescindible para contener y hasta transformar el patriarcado desde las instituciones. El plan no implica sólo la paridad en el Parlamento, que ya está instituida, sino que toca a su funcionamiento para una mayor participación de las mujeres parlamentarias y que se refleje en el contenido de las leyes, en el tratamiento en todo el funcionariado, en su relación con proveedores de servicios y contratos con empresas y en la presencia del mismo edificio histórico donde debe haber representación simbólica femenina. Si es que se lleva a cabo, el plan es también una traición institucional al patriarcado.
Hay que recordar que el abandono de los privilegios que socialmente gozan los hombres en su día a día es una ganancia social en la que los varones también encuentran incentivos. Un macho debe ser siempre fuerte (física y emocionalmente) y no mostrar jamás debilidad alguna ante las mujeres y especialmente ante otros hombres. Es un desgaste y un estrés constante. Traicionar al patriarcado es vivir tranquilo, libre de condicionamientos de competitividad machista, libre para mostrar sentimientos, sin ser un feminicida que acaba también con su propia vida.
Y los gobiernos, están en la obligación de crear otra institucionalidad que dé otros parámetros de relación, que elimine el machismo, protegiendo a las mujeres y, así, también a los hombres.
*La columna de Drina Ergueta, “Textura Violeta”, se publica en Página Siete, Los Tiempos y SemMéxico