martes 16 julio 2024

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“Mujeres que luchan: historias que inspiran”: Isidora Pedra Gil

“Ya no me convencen las palabras. Quiero cifras”

Isidora Pedra Gil, Isis, nació en Barcelona el 9 de octubre de 1948, en plena época franquista. Su familia paterna ya vivía en Barcelona, mientras que la de su madre venia huyendo de la represión en València.

Vivió gran parte de su vida en el Poblenou, un barrio que según Isi era como un pueblo al lado de la ciudad. “Era maravilloso. Todo el mundo nos conocíamos. En muchos sentidos sobrevivimos a lo gris de la época gracias a que conviviamos. Todas las personas teníamos que ir vestidas igual, peinadas igual, el mismo largo de faldas, no debíamos salir a la calle, sentir cosas parecidas. Todo un conjunto de comportamientos. En ese entonces la mayoría de las madres se volvieron las “guardianas” de lo que se ”tenia” que hacer dentro del patriarcado franquista, supongo que por nuestra propia seguridad”, señala la militante de la Asociación de Mujeres Feministas La Frontissa, de Vilanova i la Geltrú.


Entrevista realizada por Fabiola Llanos en Vilanova i la Geltrú en marzo de 2023.

Viste desde muy pequeña las diferencias de sexo y género en la época y sociedad franquista. Como afectó esto en las decisiones que ibas tomando a nivel personal y profesional?

Era muy exagerado. Pienso que la gente originaria de latinoamerica en esa época estabais en la gloria, porque no sabeis cómo vivíamos. Yo lo entendí porque tenia yo tenía un hermano con una diferencia de 1 año y poco. Él podia llegar a las 12 de la noche y yo a las 21 h. Él podia tener bici y yo no, etc. Era terrible, porque yo no me veia diferente a él. Yo sabía que yo era una chica, pero no entendía el porqué de las diferencias. Un dia me enfadé tanto que dije “qué, ¿es que me tendré que poner una zanahoria? ¿Eso es lo que nos diferencia?”.

Tenía muy claro que tenía que estudiar, porque no quería depender de ningún hombre. Quería tener mi trabajo, mi salario y poder decidir. Cuando la mujer se casaba, tenia que dejar el trabajo, para depender totalmente. Habia mujeres que estaban muy preparadas (muy pocas) y por eso yo tenía claro que tenía que estudiar. Me gustaba aprender, conocer. Y por eso, primero hice magisterio, que era voluntad de mi padre, que quería que fuese profesora, porque el tenía una pequeña academia y quería que le ayudase.

En Barcelona habian las escuelas de las élites que usualmente eran de curas y monjas, luego estaban las escuelas públicas, muy influenciadas por el franquismo en muchos temas y luego habian pequeñas academias de cuatro o cinco clases donde la parte ideológica no estaba tan patente.

Desde los catorce años estuve trabajando ayudándolo a el. Hice magisterio y cuando lo acabé, me fui a la Universidad de Barcelona, porque quería continuar. Fue ahi donde descubri la lucha antifranquista, tanto por las organizaciones o “comités de curso”, como por los partidos.

En mi facultad (Filosofía y Letras), habia una actividad frenética. Compaginaba la media jornada de trabajo que siempre habia hecho, con estudiar y la parte política, donde me impliqué muchísimo. Fue una época “De vino y rosas”, de creer que todo lo podiamos cambiar después de la muerte de Franco. No sabíamos que el dictador lo dejó todo atado y bien atado (ejército, judicatura, política, etc). Los herederos quedaron y las leyes también. Pero aquel momento fue maravilloso. Y muchas mujeres que estabamos estudiando, nos implicamos en la lucha antifranquista.

Hubo unas Jornadas que marcaron un antes y un después: las Jornadas Catalanas de la Mujer. ¿Tu participaste en ellas?

Sí, fui. Yo participé de un grupo de mujeres cuando ya vivía en Vilanova i la Geltrú. Era una época donde la infidelidad de una mujer le podía significar ser asesinada por el marido, donde no se podía salir del país sin permiso del marido o padre, o tener un trabajo o una cuenta en el banco. Este grupo al cual pertenecí y que era bastante activo trabajaba para cambiar estas cosas y nos reuníamos en un espacio facilitado por la UNESCO. Vecinas de Barcelona y por todas partes formábamos vocalías de mujeres (1) y nos empezamos a coordinar con otros grupos similares. Así comenzó una red de mujeres de base. Así estaba la cosa y nacieron las Jornadas Catalanas de la Mujer, que se realizaron en el Paraninfo de la Central de la Universitat de Barcelona, mi universidad.

¿Qué estudiaste en la Universidad y cómo fueron tus inicios en la vida política?

Haciendo magisterio, poca cosa más podias hacer, pero a mi me gustaba mucho la Historia e hice “Historia Moderna y Contemporánea”. Fue entonces cuando participé en los Comités de Curso y milité en el Partido del Trabajo. Hicimos muchas cosas.

La policía entraba constantemente en la facultad. Venian los de derecho, entraban los “Guerrilleros de Cristo rey” que llegaban y apalizaban. Era un momento de lucha y de represión, pero creiamos que todo eso cambiaría.

¿Esto era en el 68?

Creo que sí. Yo estuve en la facultad desde 1967 hasta el 72

Te encuentras estudiando, luego militando. Después de salir de la universidad, ¿qué hiciste?

Estuve dos años haciendo de maestra. Luego me casé. En este tiempo pasé de Bandera Roja al PSUC, siempre trabajando con grupos de maestros. El feminismo, el ecologismo, la lengua catalana, etc, cuando estabas luchando contra el franquismo, todos estos elementos eran prioridad, pero no se profundizaban, porque la lucha prioritaria era contra el franquismo.

A nivel personal, ¿cómo lo hacías para conciliar?

Cuando estaba de maestra interina, todo iba bien, hasta que tube a mis hijas. Hasta entonces pude hacer mi vida, militar y trabajar. El año 1975 me vine a Vilanova i la Geltrú y ya militaba en un grupo de mujeres. El movimiento feminista en muchos lugares comenzó antes y en otros, bastante después.

¿Son compatibles la militancia y la maternidad?

Cuando militas, trabajas por ese proyecto y este trabajo se aprecia como “válido”. Si que te dan cuerda, pero nunca estas en igualdad con los hombres. En el momento en que tienes impedimentos de cualquier tipo para militar, no hay una solidaridad, una empatía, sino que simplemente te quedas en el camino. Eso es lo que pasa con la maternidad. En mi caso, mi marido tambien militaba pero para el partido él era el imprescindible, no yo, que era responsable de célula. Iba con mi niña mayor pequeñita y la llevaba en brazos, me la cogian, pero ya cuando llegó la menor, más pequeña y movida, ya la cosa cambió. Dije “bueno, mi marido está en todos lados y asi, yo no puedo estar en ninguno”. Me respondieron “ah, es que claro. Él es imprescindible”. Y así acabo mi militancia en cualquier partido político. Entendí que me habian utilizado cuando les servía, porque en el fondo, en esos espacios se ve la realidad con un prisma patriarcal.

Yo estaba en un partido obrero aqui en Vilanova y las mujeres militantes obreras eran las que debian hacerse cargo de todo cuando detenian a los maridos. les esperaban en la puerta de las comisarias. Y yo les preguntaba si creian realmente en las políticas del PSUC y comenzamos a reunirnos hasta que uno de los maridos le pegó a una. Otra, que el marido queria la tortilla en la mesa cuando llegaba a casa… Esa era la realidad. Cuando nos topamos y queremos limpiar toda esta mierda es cuando miramos a la realidad de frente y somos nosotras las que cambiamos. Los partidos políticos eran tan patriarcales como el resto de la sociedad.

Hasta que no lo vemos, las mujeres no nos revelamos.

Isis en un meeting. Autor de la fotografía: David Rubio Manchon

De las dos militancias, te quedaste con el feminismo…

Con mi marido, por las cuestiones de casa no había demasiado problema, pero si en la cuestión del tiempo, porque el militaba y mucho. Lo divertido fue que los partidos comensaron a llamarse “feministas”, “ecologistas”, cuando el feminismo lo que hace es que mires al mundo desde una mirada diferente y esto a veces es un trabajo personal, porque si tu no lo haces, no lo hace nadie, menos un colectivo con hombres. 

Yo fui formadora de coeducación e hice algunos postgrados. Lo que aprendi fue a cuestionar la mirada “establecida” del profesorado sobre la realidad ¿Cómo se hacia? Con la práctica, ver como interactuaba el profesorado con las nenas y los nenes, estudiando el “como vives” como si te estuvieran filmando: ves lo que haces, no lo que piensas que haces. Eso significa que estás dispuesta o dispuesto a revisarte, a arriesgarte y a cambiar. El patriarcado se encarga de que el 48% siempre esté en el centro, y el resto, nosotras, siempre estemos marginadas. Pasa en los patios de los coles: siempre en el centro de los patios, los niños jugando fútbol, el resto donde podian. Y a las niñas a las que les gustaba jugar al futbol no las dejaban jugar si no eran unas diosas con la pelota.

La mayoria de mujeres no es conciente de su realidad. Pero las culturas usualmente reprimen los cambios que se puedan producir entorno de la igualdad entre hombres y mujeres, y mantienen los privilegios de esta gente que desde hace siglos que montó los chiringuitos. También pasa con el ecologismo y más aun con el ecofeminismo.

El patriarcado es lo que tiene: una manera destructiva y nihilista de ver el mundo, que nos convierte en cosas a nosotras y a los otros seres vivos y que no nos convierte en sujetas, desgraciadamente. Y rebelarte es como escupir contra el viento. Es un trabajo lento esto de abrir los ojos. Al ser profe, usualmente yo luchaba por estas cosas, hablaba, exponia, pero siempre las direcciones, los puestos de poder donde se toman las decisiones era de los hombres, por muy limitados y mediocres que fuesen. En el consejo escolar, lo mismo. En la universidad: muchas mujeres, pero ¿donde estan los cargos directivos?

A esta reflexión has llegado con el paso del tiempo?

Si, pero sobretodo a raíz de estudiar la coeducación

Durante la entrevista. Autora: Fab Llanos

¿Cómo ha sido la evolución de la sociedad respecto de la edad y del valor profesional de las mujeres?

Yo trabajaba en un instituto cuando me jubilé por un asunto de la vista. En el instituto estaba muy integrada. Fue doloroso hacerlo por una condición de salud (pérdida de visión) y te das cuenta de que fuera de esa burbuja, cuando envejeces, te comienzan a tratar como si fueras imbécil. Las mujeres que estaban y están más en contacto con la naturaleza. Cuando te hacías mayor eras considerada sabia, por tu experiencia de vida. Hoy en día, las mujeres cuando se hacen mayores en una sociedad hiper tecnologizada y con cacharrillos para todo, están totalmente atomizadas.

Yo sé utilizar un ordenador, pero no me interesa. ¡Quiero destinar a otras cosas el tiempo que me queda! y aunque supiese de tecnologías, ya no se te escucha. Aun así, dejas de ser una anciana, una posible “sabia”, para ser una vieja y eso si lo noto. No me influye internamente, pero si que me doy cuenta de como nos tratan.

Ahora que lo mencionas, hablemos de la memoria de lo cotidiano, de lo colectivo, de la relación con la naturaleza (un elemento esencial para lo que viene…) y de estas dinámicas de invisibilización que olvidan intencionadamente.

Cuando estudié Historia, acabé estudiando batallas y reyes: unos ganan y otros pierden y alguien (alguno) decidió que se debía recordar de una manera y no de otra. Nunca nos han mostrado la historia de lo que significa la vida de las personas, de las comunidades. Al final parece que eso recae en la rama de la paleoantropología…

La comida, como se busca y produce, el parto, la educación, el aprendizaje, lo que es básico para una sociedad no se estudia. Y nunca se ha hecho a no ser que sea testimonial.

Todo lo que es relación de la humanidad con el medio jamas ha sido objeto de estudio serio por parte de la Historia, que hemos de recordar que la escriben los que basan la vida en los triunfos, en las batallas ganadas y en la subyugación del otro. Si a nosotras nos dicen “vamos a explicar lo que ha pasaddo hoy” realmente lo vemos diferente, porque las narrativas y enfoques lo son. La historia la ha manipulado la gente (hombres) que tenian y tienen el poder.

Desde tu experiencia personal, ¿cual es el panorama económico y de derechos fundamentales de las mujeres y de las mujeres mayores?

Yo de pequeña tuve siempre muy claro no depender de nadie. Las mujeres de mi generación, la mayoria no estudiaron. Se casaban, trabajaban hasta entonces y despues trabajaban en negro desde casa, además de llevar la casa y los hijos.

Una vez escuche esta conversación entre dos mujeres: “Tienes suerte: al menos a ti tu marido te trae el salario”. Habia muchos maridos que ni siquiera eso. Eso provocaba que muchas mujeres tuviesen que preocuparse de llenar las bocas, vestir, transportar y educar solas a sus hijos de cualquier manera.

Si no has trabajado formalmente, no hay jubilación y acabas viviendo con la jubilación del marido. Dependes hasta mayor de él, independientemente de como te lleves con el. Son personas que toda la vida se han dedicado a cuidar y que hoy cuidan a sus nietos. Ni siquiera pueden reflexionar sobre si eso es lo que quieren hacer con lo que les queda de vida, porque dependen económicamente y emocionalmente: evitar la culpa de no querer seguir sirviendo a los demás.

En España hay muchas mujeres que viven con muy poco dinero y que ya son mayores. Es un asunto de clase.

No he podido evitar pensar que muchas de ellas conviven y han convivido toda su vida con un maltratador. Incluso con hijos maltratadores…

Después de las ultimas crisis, muchos y muchas volvieron a casa de sus padres. Hay algunas mujeres que estan cada dia y todo el dia con la responsabilidad de cuidar de los nietos.

¿Tú has sentido a nivel personal discriminación económica?

Todo depende de qué entiendes por personal. Cuando daba clases a niñas de catorce años tratabamos muchos temas: que harian de mayores, dónde querian ir, ayudarlas un poco a focalizar. Y casi la mitad de ellas lo único que hacia era esperar a un “príncipe azul”: no esperaban nada y esto me desarmó siempre. O justificaban las violencias, perdonaban y justificaban a sus agresores. Y si eres mayor, dejas de ser productiva a ojos del sistema. Y molestas.

¿Como ha afectado el COVID a las violencias machistas y al aislamiento general que padecimos?

Comienzo por mi. Durante la pandemia yo casi no veia y tenia otros problemas y esto lo vi como un hecho incuestionable e Intenté llevarlo de la mejor manera: regaba mis árboles y plantas, saliamos a aplaudir a las personas que hacian posible que pese a todo, las cosas siguiesen funcionando. Pero si, te quedas sola con tus hijos, pareja. Yo me quedé sola con mi pareja. Hubo mucha gente que lo pasó muy mal, porque los pisos son muy pequeños y los infiernos se quedaban en casa  con los depredadores y crecian. Todas las frustraciones de los machistas se descargaban en casa. Fue terrible. No todo el mundo tenia un patio como yo…

Pese a todo, ¿ves avances en esta sociedad?

Evidentemente no estamos viviendo como lo haciamos en el franquismo, pero hay muchas cosas que quedan olvidadas. Por ejemplo, la Constitución dice que a igual trabajo, igual salario, lo que no es verdad: actualmente los hombres continuan cobrando mucho más que las mujeres, pero eso los sindicatos no lo tienen como el primer punto a negociar con la patronal. Esto está pasando. 

Igual pasa con las violencias sexuales: nosotras hemos de vigilar al ir por la calle y cuidarnos, protegernos de los depredadores. Hay cosas que estan pasando y se leen pero no se leen. 

El tema de las mujeres maltratadas: los recursos deberian irse a ellas. Son ellas las que deben abandonar su casa, no los “señores”. Luego, las mandan lejos, generándoles situaciones muy difíciles. Si el número de asesinatos machistas fuese de hombres, seria hecatombre. Se acabaría el mundo. Pero las gafas de ver el mundo no son las feministas y no se le da importancia a las asesinadas, y los hombres sólo le dan importancia cuando es su hija, su hermana, su madre, pero si no… En los trabajos, las labores de cuidado se dan por hecho que corresponden a las mujeres y por eso, aunque ilegal, aun se pregunta si estas casada o con hijos en una entrevista de trabajo, porque claro, los señores nunca fallan si se enferman sus hijos: para eso está la mujer. 

Yo creo que la historia es circular. Hay cosas que pensamos que estan superadas. Yo pensaba que mis hijas ya tendrian superadas ciertas experiencias. Y no. Los cambios van muy lentos y a mi ya no me convencen las palabras. Quiero cifras.

Referencias:
(1) Grupos de mujeres de las entidades vecinales, que surgieron junto al movimiento vecinal de los barrios y pueblos, en los años sesenta y setenta en pleno crecimiento y desarrollo económico e industrial. Formaron parte activa de la campaña feminista por el derecho al propio cuerpo. Fueron organizadoras de charlas de educación sanitaria y sexual y creadoras de los primeros Centros de Planificación Familiar en Barcelona y su zona metropolitana.

Para saber más: Fajula Colom – Centres de planificació familiar a Barcelona.

(2) La Organización Comunista de España-Bandera Roja (OCE-BR) fue una organización política comunista española de tendencia maoísta, fundada en Barcelona en 1968. Aunque inicialmente su ámbito se restringía a Cataluña, en 1973 cambió su ámbito de actuación a toda España1 ..

(3) El Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC; en catalán: Partit Socialista Unificat de Catalunya) fue un partido político español de ámbito catalán y de ideología comunista que existió entre 1936 y 1987.

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Fabiola Llanos

Ecofeminista. Periodista i comunicadora social xilena / catalana. Especialitzada en imatge, arts gràfiques, producció audiovisual, neurolingüística i drets de les dones. Vaig parir La Periòdica. Co fundadora de La Independent.
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