¿Cómo hacer que una película libanesa antibelicista dirigida por una mujer – ¿Y ahora adónde vamos? de Nadine Labaki- no pase por los cines sin que nos enteremos?¿Cómo transmitir que sin efectos especiales, artistas de moda o presupuestos millonarios emociona, divierte y conciencia de la importancia de la unión y el valor de la vida?
Parece ser que en algunos contextos encantan las definiciones binarias. El cine no consigue salvarse y es muy fácil escuchar opiniones categóricas separando por un lado el cine de Hollywood y por el otro lado (diminuto) el cine del resto del mundo, por un lado el cine “divertido” y por el otro el cine “social”. Este último supone ser una variante no muy bien definida donde caen de repente las películas con mensajes importantes, que en la mayoría de los casos resultan tener presupuestos mucho más bajos y ser realizadas gracias al esfuerzo de años de sus realizadores. Según la lógica del mercado estas últimas tienen mucho menos poder para informar al público interesado simplemente de su existencia.
Al salir de la sala después de ver ¿Y ahora adónde vamos? de Nadine Labaki (directora de Caramel) confirmé, según mi punto de vista y en todas las dimensiones posibles, que su calidad cinematográfica es excelente. Pero sobre todo después de haber reído mucho, de haber sufrido otro tanto y, lo más importante, de haber crecido un poco más como persona por haber entendido mejor el lado humano de un conflicto armado devastador, de una guerra entre vecindades, familia o hermanos y hermans enfrentadas por ideologías religiosas, no podía dejar de pensar que debíamos intentar que el esfuerzo, compromiso y talento de su directora (una de las pocas cineastas del Líbano; una de las escasas mujeres directoras del mundo) debía ser respetado y sobre todo que el mensaje que trasmite su película no debía perderse en esa masa que llamamos información pública.
Entonces encontramos la respuesta en la misma película: ¡La unión hace la fuerza! Si la película propone que un grupo de mujeres pueden ser capaces de cambiar el rumbo de una guerra ¿cómo no imaginarnos que las mismas personas interesadas en la película pudieran tomar un rol activo y compartir ese interés con sus redes?
En nuestra aventura contamos con el apoyo inestimable, imprescindible, insuperable de Ciudad de Mujeres, e-mujeres, Sin Género de Dudas, Dones en Xarxa, Fundación Indera, Revista Trabajadora y una gran cantidad de personas que han compartido, comparten y animan a compartir la información de la película y la promoción.
Algunos dicen que estamos viendo el mundo cambiar, prefiero pensar que más bien estamos cambiando el mundo, a cada paso que damos, cada decisión que tomamos individualmente o en grupo nos llevará al mundo que queremos para nosotras y para nuestros hijas e hijos. Ese mensaje está en la película, pero además es lo que muchas personas creemos. El mundo de la información y como n os llega también ha cambiado y tomar las riendas de ese cambio es nuestra responsabilidad. Respetar a autores y autoras, ayudarles si nos interesa su trabajo, compartir los mensajes que los medios generalistas nos escatiman, forma parte de ser esa ciudadania nueva, responsable del poder que tiene como transmisora de un mundo mejor.
Participar en la difusión de esta película, (que además cuenta con la calificación “Especialmente recomendada para la infancia y el fomento de igualdad de género”)es muy fácil, solo siguiendo los pasos básicos de las redes sociales, hacerse amistad, compartir el tráiler y dejarnos un e-mail de contacto. También habrà un pre-estreno gratuito de la película para 200 personas en Madrid y otras 200 en Barcelona si se llega a 2.000 seguidores en Facebook.Participad aquí.
(guionista, directora y actriz)