Los efectos del cambio climático incrementan las desigualdades de género en las comunidades pobres del mundo, con consecuencias terribles para las mujeres, alertó Bridge ( organización internacional de investigación y búsqueda de información en temas de desarrollo y género, dedicada a procurar la equidad entre mujeres y hombres así como la justicia y la dignidad social). ).
En su publicación “In brief: Gender and climate change” (En resumen: Género y cambio climático), Bridge señaló que las mujeres y los hombres no experimentan el cambio climático de manera equitativa, toda vez que al existir condiciones de desigualdad previas la población femenina “resiente más las consecuencias”.
En los países pobres, donde generalmente no se asegura el acceso de las mujeres a un trabajo remunerado, ellas deben realizar su vida y sus labores dependiendo de los recursos naturales de su comunidad, se dedican a labores del campo y al cuidado del hogar, es decir “se desarrollan en sectores climáticos sensibles”, según Bridge.
Al encargarse de la agricultura y de la recolección de agua, las mujeres deben enfrentarse cara a cara con los efectos del cambio climático, y las constantes transformaciones del ecosistema que las rodea, agregó la organización.
Frecuentemente las mujeres que deben garantizar el bienestar de la familia y que habitan en comunidades rurales se ven en la necesidad de recorrer grandes distancias para conseguir comida, energía y agua, situación que les deja menos tiempo para su educación, participación en las decisiones de su comunidad, y que genera inequidad de género.
El caso de Colombia
En la región rural del departamento de Santander, en Colombia, el cambio climático afecta “exacerbadamente” la vida de su población, de acuerdo con el análisis de Bridge.
El terremoto del año pasado junto con las impredecibles lluvias afectaron la región y se perdieron fuentes de empleo, por lo que los hombres abandonaron sus comunidades en busca de trabajo, dejando a las mujeres el cuidado del campo y la familia.
Históricamente las mujeres de Santander no participaban en las decisiones políticas de sus localidades, pues eran relegadas al cuidado del hogar, y antes de participar en las juntas debían pedir permiso a sus maridos para expresar su opinión.
Sin embargo, destacó Bridge, por los constantes cambios migratorios las mujeres han tenido que tomar la dirección de sus familias y enfrentar las consecuencias del desastre climático.
Las mujeres de Santander han tenido que crear redes de apoyo para enfrentar la falta de alimentos y el abasto de agua potable, lo que les ha dado una posición de liderazgo dentro de sus comunidades y representan un ejemplo para otras zonas rurales.
Bridge es una organización internacional de investigación y búsqueda de información en temas de desarrollo y género, dedicada a procurar la equidad entre mujeres y hombres así como la justicia y la dignidad social.
