Foto Fundación Kirira
El pasado 6 de febrero fue el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina (MGF). Tres millones de niñas corren el riesgo de ser mutiladas cada año, según la OMS.
En Etiopía, el 78% de las mujeres de 15 a 49 años han sufrido la ablación y actualmente el 38% de las mujeres tienen una hija mutilada en su familia.
La mutilación genital femenina también es una práctica tradicional en Kenia, donde casi el 30% de las niñas es mutilada.
La mutilación genital femenina es una práctica tradicional perjudicial que debe ser erradicada cuanto antes en los 29 países que aún la entienden como parte de su tradición y cultura. Amenaza gravemente la salud de las mujeres y niñas y les afecta tanto anivel físico-aumentando su posibilidad de contraer el VIH en el momento de la mutilación y padeciendo consecuencias irreversibles desde el punto de vista ginecológico y maternal- como a nivel psicológico. Además, la MGF está estrechamente relacionada con el matrimonio pactado y temprano y con el abandono escolar, agravando aún más sus consecuencias.
En Kenia, casi el 60% de las mujeres y niñas que han sido mutiladas opinan que esta práctica no tiene ningún tipo de beneficio y el 86% de la población femenina opina que debería de erradicarse. En Etiopía, donde el 63% se posiciona a favor de la erradicación, un 41% de niñas y mujeres sin educación apoyan la continuación de la MGF, comparado con el 5% de aquellas que tienen estudios secundarios o superiores.
Conscientes de los avances, pero también de la gravedad de una práctica que necesita ser erradicada, Naciones Unidas aprobó una resolución en diciembre de 2012 (67/146. Intensificación de los esfuerzos mundiales para la eliminación de la mutilación genital femenina), en la que reconoce “que la mutilación genital femenina es un abuso irreparable e irreversible que repercute negativamente en los derechos humanos de las mujeres y las niñas, afectando aproximadamente a entre 100 millones y 140 millones de mujeres y niñas en todo el mundo”.
Ayuda en Acción lleva más de 30 años apoyando a mujeres que tienen que superar día a día enormes obstáculos para ejercer sus derechos. Entre ellas, las mujeres que han padecido la mutilación genital femenina o las niñas susceptibles de ser sometidas a esta práctica en países donde estamos presentes, como Kenia y Etiopía.