Mujeres de diversas “colles castelleres” homenajean a la primera alcaldesa del Estado español
El castell es una tradición catalana que consiste en construir una torre humana, que la suelen hacer la colla (grupo según el pueblo o ciudad) de castellers y castellerrs. El pasado domingo 30 de octubre, las castelleres de los Castellers de Sants, de los Castellers de Vilafranca y de la Jóven de Valls protagonizaron la tercera fiesta castellera de mujeres de Bellprat (Anoia).
Las castelleres de la Jove (joven) de Valls descargaron el castillo más destacado, el 4de7. Además, lo acompañaron del 7de6, un castillo que requiere de mucha gente en tronco y piña, así como uno 2de6. De las mujeres de los Castellers de Sants destaca que se atrevieron con el 3de6 levantado por debajo, un castillo que empieza con los pisos superiores colocados y la piña los va elevando para introducir los pisos inferiores. Además, hicieron el 5de6 y el 4de6 con la aguja. Finalmente, las mujeres de los de Vilafranca hicieron el 3de6, el 4de6 con la aguja y la torre de 6. Para cerrar la actuación las mujeres de las tres colles hicieron un 3de6 de hermandad, con una castellera de cada colla a cada piso, y pilares de 4. Hay que tener en cuenta que en todos los casos los hombres de las colles respectivas dieron una mano apoyando la base de las castelleres.
Los castillos hechos únicamente por mujeres forman parte de unas actuaciones complementarias en el mundo casteller, una actividad que se caracteriza por la capacidad de haber integrado las mujeres en una tradición que, hasta los años 80 del siglo XX, era únicamente masculina. Además, de la fiesta castellera de mujeres de Bellprat, que se celebra desde hace tres años, hay formaciones que en sus actuaciones de final de año hacen alguna construcción únicamente femenina.
La incorporación de la mujer al mundo casteller, a principios de los años 80, fue un revulsivo que, junto a otros factores, permitió que se superaran todos los techos técnicamente planteados y se descargaran los primeros gama extra de la historia. Els Minyons de Terrassa y la Jove de Tarragona, nacidas en aquel momento, capitanearon esta incorporación, hasta acontecer a día de hoy un hecho normalizado en todo el mundo casteller, también entre las formaciones más tradicionales.
De hecho, durante dos años, dentro de los Minyons se organizó una colla de Minyones, encabezada por Antònia Casamada, que actuaban en paralelo a los Minyons, pero para normalizar totalmente el hecho y debido al desgaste que supone ser parte de dos colles, acabaron disolviéndose.