Aún hay machismo en la Asociación Nacional Catalana (ANC), afirmó su presidenta Carme Forcadell en un encuentro con mujeres feministas comprometidas con el derecho a decidir el próximo 9N, quienes le preguntaron y cuestionaron algunos aspectos relativos a la carencia de visión de género de la entidad.
Los liderazgos femeninos son pocos, aunque visibles, en el movimiento independentista catalán; sin embargo, la mayoría de los cargos de mayor representación siguen siendo masculinos y las decisiones se toman con esa mirada, un ejemplo es la publicidad de la entidad que no es inclusiva, explicó.
Carme Forcadell conversó y atendió a preguntas de una cuarentena de mujeres, que estuvieron muy atentas y participativas. El encuentro fue organizado por el Grupo de Mujeres por el Derecho a Decidir de Ca la Dona en la sede de la entidad, un restaurado edificio de la zona antigua de Barcelona, que presume de tener alguna pared milenaria que formó parte del acueducto romano.
Los cuestionamientos a Forcadell estuvieron relacionados a la participación paritaria en la organización de la ANC, se le preguntó sobre el poder real que tienen las mujeres al interior de la entidad, se criticó el uso del lenguaje no inclusivo en las campañas y, además, que, hasta entonces, no se convocara a la población migrada extranjera que, en algunos colectivos, es mayoritariamente femenina.
Voluntarias y explotadas
Forcadell es el rostro visible de la ANC y es femenino, así como lo es el de la presidencia de Òmnium Cultural, Muriel Casals, otra entidad que impulsa el 9N; sin embargo, quienes siguen mandando son los hombres porque son mayoría, explica, especialmente en los cargos de mayor responsabilidad dentro organigrama de la entidad, que es asamblearia.
Dijo que con las mujeres que forman parte de la ANC se hizo un esfuerzo por trabajar de una manera distinta a la habitual, evitando el autoritarismo, buscando consenso, motivando el razonamiento y los acuerdos, aspectos en los que hay cierto éxito; sin embargo, es una organización que continúa siendo machista y donde a los hombres les cuesta votar por las mujeres.
Por otra parte, las mujeres se ven impedidas de asumir responsabilidades mayores porque siempre tienen que conciliar su tiempo con la atención de su casa y los hijos, es por lo que muchas sólo acceden a estar en cargos que no demanden alejarse de su ciudad. “Todas son voluntarias y el voluntariado se convierte en otra forma de explotación”, dice Forcadell.
Hay 6 mujeres entre las 17 membrecías del Comité Permanente que es el órgano ejecutivo de la ANC . Además, entre las 44 asambleas territoriales hay algunas de relevancia que son dirigidas por mujeres, como son las de Girona, Sabadell, Terrassa, Lleida o Moncada, entre otras; sin embargo, la paridad aún está muy lejos de alcanzarse.
La lengua es importante
La dirigente catalana, que es lingüista, reconoció la importancia de utilizar un lenguaje inclusivo para modificar estructuras mentales y se comprometió a prestar mayor atención al tema. Justificó que muchas de las frases de la campaña se deciden en otros niveles y que en una organización asamblearia, donde hay más de 500 asambleas, es complicado controlarlo todo.
Dijo que se fijó especialmente en las frases que se colocaron en las camisetas, como “Hacemos vía” o “Ahora es la hora”, para que no sean sexistas, aunque el llamado a “Voluntarios” no se hizo también en femenino.
En la reunión, Forcadell invitó a las presentes a incorporarse y reactivar la Sectorial de la Mujer dentro de la ANC, que en su momento fue creada y que por falta de miembras con el tiempo acabó por desaparecer.
Migración, todos y todas iguales
“En un nuevo país, todos y todas seremos nuevas”, dijo Forcadell al referirse a la migración que en Cataluña tiene un porcentaje alto, llegó a un 15% en 2009 y a raíz de la crisis ha ido disminuyendo.
Afirmó que planteará a la ANC que se preste atención a llamar a las personas migradas a sumarse a la población que pide el derecho a votar si quiere o no la independencia de Cataluña.
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