lunes 17 marzo 2025

lunes 17 marzo 2025

Feminismo y crisis de los cuidados: desafíos y reflexiones

Por Idazkaritza Feminista Steilas, VS

A día de hoy comprobamos que los procesos de re-esencialización y familiarización que se magnificaron durante la pandemia vinieron para quedarse. La vulnerabilidad del cuerpo junto con la necesidad de cuidado se pusieron en primera línea, y fueron las mujeres, una vez más, quienes se dedicaron a cuidar, fruto del amor, de la abnegación y de la domesticación interiorizada.

En cualquier caso, si bien es cierto que la pandemia puso de manifiesto esta realidad, no es una lucha para nada superada. Tanto es así que venimos de convocar dos multitudinarias huelgas de cuidados, una en 2018 y otra en 2019. Es evidente que los cuidados son uno de los ejes vertebradores de producción de lo que es ser mujer, construcción sobre la que a su vez se asienta el sistema capitalista patriarcal. Nos hemos cansado de gritar que si las mujeres dejáramos de cuidar gratis se pararía el mundo, pero además dejaríamos, en gran medida, de ser subalternas, y por ende de ser incluso mujeres.

Por una parte tenemos el derecho de la persona a ser cuidada, y es que al margen de la red familiar que cada cual tenga, el cuidado de la vida es una responsabilidad colectiva que debiera en gran medida recaer sobre los servicios públicos. Debemos admitir que este es uno de los elementos centrales que nos alentó a elaborar esta publicación, ya que como es bien sabido, somos un sindicato que aboga por los servicios públicos.

En este sentido escuchamos con cierta preocupación, cada vez de forma más recurrente, formulaciones y propuestas que buscan dar respuesta a las limitaciones que tienen los servicios públicos, ya sea porque no pueden dar servicio a quienes simplemente no son legales para nuestro sistema o porque los servicios en sí se plantean como deficitarios en su práctica. Desde Steilas creemos que más allá de la crítica, urge reflexionar en torno al desmantelamiento de los servicios públicos, y a la vez ser conscientes de los peligros que supone cuestionarlos o modificarlos en lugar de pedir que se refuercen.

En cualquier caso es interesante reflexionar en torno a la implicación de la sociedad en los quehaceres para la producción de la vida y los trabajos del hogar y cuidados. Evidentemente debe existir un principio de corresponsabilidad generalizado en lo que a cuidados se refiere, pero debería estar bien estructurado, de lo contrario corremos el riesgo de que quienes han sido socializadas como mujeres vuelvan a hacer trabajo gratuito y voluntario para que las instituciones puedan desentenderse.

Para revertir esta situación es necesario concienciarnos de nuestra socialización desigual en lo que a cuidados se refiere, y deconstruir ese adiestramiento recibido para ser madresposa. Desafortunadamente, como comentábamos anteriormente nos encontramos ante una realidad opuesta a la premisa planteada ya que observamos de forma constante que se ha dado una re-esencialización de aquellas cualidades que nos construyen como mujeres, ejemplo de ello podrían ser las maternidades intensivas o la familiarización del cuidado.

Parece relevante señalar que aun cuando las cadenas de cuidados funcionan en nuestra sociedad para transferir las tareas de cuidados a quienes menos privilegios tienen, el mandato de cuidado sigue vigente también para quienes tienen más capital cultural o económico. Esta realidad tiene un reflejo cotidiano en nuestra práctica sindical. Vemos como desde un prisma feminista se elaboran licencias y permisos dirigidos a los cuidados, lo cual en principio facilita la conciliación pero en la medida en la que no todos los permisos son intransferibles, feminiza los cuidados y precariza la vida de las mujeres descapitalizando su jubilación y alejándolas de puestos de responsabilidad en sus ámbitos de trabajo.

Queremos vidas más vivibles para las mujeres que cuidan y a la vez queremos poner los cuidados en el centro, pero seguimos siendo nosotras quienes cuidan, de forma gratuita, privada, familiarizada y abnegada. Hemos realizado esta publicación con el fin de desenredar ese nudo gordiano, puesto que el objetivo de estas publicaciones que compilan diversas voces es el de generar una polifonía de opiniones y vivencias que aporten a los debates y retos feministas.

Podéis leer la publicación completa aquí. Con textos de Maider Barañano Uribarri, Uzuri Castelo Moñux, Arantza Fernández de Garayalde Ulacia, Lore Lujanbio Etxeberria, Isabel Otxoa Crespo, Marina Sagastizabal Emilio, Arantza Urkaregi Etxepare y Begoña Zabala González.

Por Idazkaritza Feminista Steilas para Viento Sur

Fuente: Unsplash

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