Creadora de la Fundación “Las abandonadas” que ayuda a mujeres prostitutas de la calle y a sus hijos
La cantidad de historias que se escuchan de mujeres y hombres que ejercen la prostitución son incontables, abundan las estadísticas en casi todos los países del mundo, pero es imposible conocer la situación real de su invisibilidad detrás de los datos de la que eufemísticamente se ha llamado la profesión más antigua
Aún así, no deja de sorprender la vida de estas personas hombres y mujeres, adolescentes, niñas y niños que han llegado a la prostitución por diferentes razones, no solamente económicas, sus vidas transcurren en actividades legales o ilegales, es el caso de Fátima Bacca, alias Lucy, una mujer de 54 años, caleña, de carácter fuerte, y con una historia conmovedora, ella que ahora esta rehabilitada, es la autora de la “Fundación Las Abandonadas” que ayuda a mujeres prostitutas de la calle y a sus hijos
Conocí a Fátima a mediados de marzo, que junto con un grupo de personas tomaban un curso para reducir la morbi-mortalidad y la vulnerabilidad asociadas al VIH/Sida, que dictaba la Corporación Consentidos en Bucaramanga, dirigida por el padre Enrique López Carrillo, con el apoyo financiero de Caritas Alemania, y el Proyecto Fondo Mundial 9ª Ronda de Prevención del VIH/Sida
Llamó mi atención su testimonio, el hecho que ella agrupara un número considerable de más de 350 mujeres trabajadoras de la calle y acogiera a sus hijos que ya suman más de 250, con pocos recursos o casi nada, tuvo la iniciativa de crear la Fundación Las Abandonadas, para ayudarlas a salir de la prostitución, esto fue lo que contó:
La Independent: Cuénteme de su vida ¿Cómo llegó a la prostitución? ¿Por qué el alias de Lucy?
Fátima Bacca: Lucy para esconder mi identidad, me gusta ese nombre. Yo era una niña bien de Cali, me casé muy joven y tuve tres hijos, tenía una vida normal como cualquiera, pero mi marido me dejó por otra, me dedique a salir con amigos, a bailar y a la bebida, estando en esas uno de ellos me dio droga, sin dinero me dedique a la prostitución para conseguirla, así conocí a mi segundo marido con quien tuve otros tres hijos, pero éste me dejó cuando mi suegra se enteró que yo había sido prostituta, para mí fue muy duro, deje todo, a mis hijos, mi casa y me dedique al alcohol, terminé viviendo en la calle, mendigando para comer, para no aguantar hambre comencé otra vez a consumir droga, que compraba con lo que me daban pidiendo limosna, conozco toda Colombia, anduve por muchas partes, no recuerdo como llegue a Bucaramanga, pero aquí, conocí a una mujer que lideraba la zona de la olla (así se llama el sitio donde se concentran toda clase de personas de la calle), ella me protegía y nos hicimos muy amigas, vivíamos juntas, era una prostituta respetada, me cuidaba para que no me hicieran daño, en la “olla” no hay Ley, violan, roban y matan a una mujer cada día, sin que las autoridades hagan nada
LI: ¿Cómo se sentía ejerciendo esa actividad?
FB: Me sentía muy mal, siempre estaba bajo los efectos de la droga, así conseguía acostarme con los hombres
LI: ¿Qué la llevó a tomar la decisión de rehabilitarse y salir de la prostitución?
FB: Un día de esos en los que estaba completamente perdida, mi amiga que estaba enferma me dijo que se sentía mal, yo pensé que era porque habíamos consumido mucha droga, pero ella se murió y yo no sabía qué hacer con su cuerpo, entonces como no podía con ella la arrastre hasta la calle, y me senté con ella en el borde de una esquina, todo el mundo pasaba, me miraba y nadie me ayudaba, no tenía como enterrarla, entonces como si un Ángel me iluminará había un pedazo de periódico tirado en el suelo, lo miré y allí estaba el nombre con el teléfono de una reportera de un periódico local, la llame llorando y le conté, ella me ayudó a conseguir que vinieran a recoger el cuerpo y medicina legal se la llevó, después supe que mi amiga se había muerto de Sida, eso me dio mucho miedo, yo no quería terminar así
LI: ¿Después de eso, qué paso?
FB: A raíz de la muerte de mi amiga se me unieron 10 mujeres, yo comencé a pedir ayuda y a tocar puertas en las instituciones para que me ayudaran a salir de la droga y de la prostitución, también comencé a ayudar a otras y a defenderlas del maltrato de sus parejas, ellas me buscaban para que las ayudara, la mayoría tienen maridos que las pegan y las maltratan, que son ladrones, drogadictos, la violencia intrafamiliar es el diario acontecer en la “olla”, y los niños son los más vulnerables
LI: ¿Por qué las mujeres se meten a la prostitución?
FB: Por muchos motivos, pero vea, el mayor número de mujeres que yo conozco se meten de prostitutas por despecho, por haber sido violadas, por ser maltratadas por sus parejas, no tienen a dónde ir y quieren resolver su situación económica, en la “olla” hay prostitutas de todas las edades jóvenes y viejas, de todas las condiciones, una de mis amigas fue durante muchos años piloto de avión de una empresa comercial muy importante, otra es médica, la droga no respeta estratos sociales, y generalmente eso lleva a la prostitución, también hay mucha prostitución infantil y adolescente y mucha prostitución masculina
LI: ¿Y enfermedades de transmisión sexual?
FB: De eso hay mucho, de todo tipo, especialmente Sida, algunas/os no saben que la tienen, no hay control institucional, pero las más vulnerables son las y los habitantes de la calle, porque quienes están en “los negocios” (casas de prostitución) tienen que hacerse los exámenes obligatoriamente y están registradas en la secretaria de salud, de alguna manera están protegidas
LI: ¿Cómo creó la Fundación y porqué?
FB: La creé porque en esta sociedad hay mucha injusticia, el caso de mi amiga me abrió los ojos a una realidad muy dura, comencé a tocar puertas, al principio me miraban mal y no me hacían caso, a través de mi amiga periodista y denunciando todo lo que pasaba he conseguido que nos pusieran atención y nos dieran cursos de capacitación para montar la marroquinería, he conseguido ayuda para capacitar, orientar y prevenir muchas enfermedades, he logrado llegar a mucha gente especialmente del sector privado y a las autoridades, los medios de comunicación ayudan mucho, cada vez que tenemos un problema ellos son los que denuncian ante la opinión pública y eso da sus resultados
LI: ¿Porque el nombre de Las abandonadas?
FB: Somos las Abandonadas por todo el mundo, del gobierno, de la gente, de nuestros familiares y amigos
LI: ¿Qué hace la Fundación? ¿Hay hombres también?
FB: Hacemos bolsos en cuero y otras artesanías, todas trabajamos en el taller que hemos logrado construir, vendemos la producción en ferias artesanales y en el mercado informal, cada vez nos capacitamos más y estamos sacando cosas muy bonitas, ahora tenemos 350 mujeres, de esas se han salido de la prostitución 120, y otras están en proceso de reinserción. Estamos trabajando junto con el gobierno local, para que los niños puedan ir a la escuela, me encargo personalmente del cuidado de los niños. No hay hombres, por ahora solo mujeres
LI: ¿De dónde provienen los recursos?
FB: De Universidades como la UIS, la UNAM y La Santo Tomas, del sector privado también, pero ahora de la venta de la marroquinería, estamos muy contentas con los resultados, también estamos montando el mercado de ropa usada
Fátima termina contando que recuperó a sus hijos que son personas de bien, y aunque viven en Cali, habla con ellos siempre, sigue viviendo en la Olla, porque no quiere dejar solas a las mujeres que son sus amigas y a sus hijos que tanto la necesitan, espera como dice ella “recuperar” a muchas personas que viven en la calle y que hasta que se muera seguirá trabajando por las mujeres en su Fundación