Cuando el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, se convirtió en el primer presidente de su país en endosar el matrimonio entre parejas del mismo sexo, estaba corriendo un riesgo electoral calculado, a juzgar por los acontecimientos que han precedido su polémica declaración, el pasado 9 de mayo.
Las encuestas nacionales muestran que hay un apoyo mayoritario y creciente a la legalización de los matrimonios entre parejas del mismo sexo, aunque el tema sigue polarizando al electorado.
Datos de la más reciente encuesta de la prestigiosa firma Gallup, titulada “Aceptación en los Estados Unidos de las relaciones gay y lesbianas como normal”, indican que este año más de la mitad de la ciudadanía acepta esas relaciones. El 63 por ciento apoyó en matrimonio gay. Comparado con el dato de 1986, de 32 por ciento, hay un aumento significativo.
Gallup pone en evidencia que, entre cristianas y cristianos, la congregación católica apoya más el matrimonio gay que la población de denominación protestante. Los resultados destacan, además, que los hombres protestantes de más de 50 años, especialmente los que militan en el Partido Republicano y los que residen en el Sur del país, están entre los que más se oponen.
Esos actores constituyen el principal riesgo, según analistas, no porque sean mayoría de votantes -que es lo que estaría en juego en las elecciones-, sino porque controlan púlpitos y escaños en las asambleas legislativas y los gobiernos, dice Margaret Thompson, profesora de comunicación y periodismo de la Universidad de Denver, en Colorado, y activista feminista por todos los derechos para todas las personas.
Thompson dijo a SEMlac que “ya era hora de que Obama se enfrentara a los ultra conservadores republicanos, quienes han avanzado como minoría en el país por las concesiones que les ha hecho el actual presidente, que podría haberse manifestado así antes”.
Un ejemplo del avance republicano que plantea Thompson fue lo sucedido el 15 de mayo en la legislatura de Colorado, Estado donde vive y vota. Ese día, la cámara alta del Congreso rechazó una propuesta, ya aprobada por la cámara baja de mayoría demócrata dos semanas antes, la cual permitía las uniones civiles de parejas del mismo sexo.
Una maniobra republicana en la cámara alta, de mayoría republicana, mandó la propuesta a una comisión controlada por ellos -Comisión de Veteranos y Militares- para que decidiera si la mandaba al Senado.
La composición de la comisión y el voto final de 5-4 son ejemplos de lo que sostiene Gallup acerca de quienes se oponen a legalizar las uniones gay. De nueve legisladores que componen la comisión, seis son hombres blancos de más de 50 años y, de ellos, cinco son republicanos. Las restantes son tres mujeres de más de 50 años de edad. Solo un hombre, el demócrata, votó a favor de las uniones gay junto con las mujeres.
Las encuestas realizadas por la firma encuestadora “Políticas Públicas” (Public Policy Polling) en abril, en el Estado de Colorado, evidencian un apoyo de 62 por ciento a las uniones civiles.
Otro riesgo calculado que pudo correr Obama se relaciona con las congregaciones de carácter religioso, ya que el tema las ha dividido, por lo cual los conservadores republicanos no pudieron cerrar filas contra el presidente desde los púlpitos.
Varios prominentes pastores se manifestaron a favor y otros en contra. Ello se evidenció desde los púlpitos el domingo siguiente, con pastoras, pastores, sacerdotes y teólogos a ambos lados del espectro.
Jim Daily, pastor evangélico y presidente del Ministerio Cristiano Global “Focus on the Familiy”, dedicado a promover los valores cristianos de la familia, dijo en Colorado Springs que Obama está ignorando la voluntad del pueblo porque, ante un tema tan polémico, usa su “púlpito intimidador” para oponerse al bien de todos.
“El papel del gobierno -desde la Casa Blanca hasta el Senado local de Colorado- es hacer lo que es mejor para toda la gente y yo creo -como cristiano- que Dios diseñó el matrimonio como la unión sagrada entre marido y esposa”, concluyó.
Mientras tanto, en Madison, Wisconsin, a la misma hora, la reverenda Luterana Susan Schneider explicó en un sermón que “cuando Jesús dijo amaos unos a los otros, incluía la gente gay”. La pastora dijo a SEMlac que “es difícil imaginar por qué a persona alguna se le deba negar su derecho a expresar su amor mediante el matrimonio.”
Aclaró que, para ella, el tema central en juego es la gente para quien las personas heterosexuales son superiores a los gay, algo que estima inaceptable y la religión no puede apoyar, agrega. “Aquí hay un tema de derechos civiles para toda persona también, pero mi misión como reverenda es aclarar lo que tiene que ver con una postura desde la religión”, indicó.
En la Iglesia católica, los obispos de Estados Unidos que repudiaron el endoso de Obama encontraron la oposición de teólogos progresistas, cuyos análisis publicados en Internet sostienen que ya es hora de que la Iglesia se retraiga de las argumentaciones políticas y reconsidere su postura.
Uno de ellos es Paul Lakeland, profesor de religión y director del Centro de Estudios Católicos de la Universidad Católica en Connecticut. “La Iglesia no tiene una justificación teológica, sino que se basa en el miedo y la repugnancia”, dijo. Lakeland consideró que la mejor postura de la Iglesia sería reconocer que no es un asunto de su incumbencia.
Por otro lado, para los analistas el giro de 360 grados de la postura de Obama respecto a 2008 busca captar votos. Ello ha quedado demostrado en un correo electrónico titulado “matrimonio”, enviado por el mandatario al día siguiente de su anuncio y circulado a su lista de seguidores.
Luego de afirmar que “no deben existir leyes federales que prohíban el matrimonio entre parejas del mismo sexo”, Obama suscribe: “si estás de acuerdo conmigo, apóyame.”
Adicionalmente, ese mismo día difundió por televisión un video donde afirma que su contrincante, Mitt Romney, quiere hacer una enmienda constitucional para eliminar completamente las posibilidades de matrimonio gay y “yo no apoyo eso”, precisó el presidente.
Por su lado, Romney ha cambiado de opinión en sentido inverso al de Obama. En su campaña para senador del estado de Massachussets, en 1994, el actual candidato presidencial republicano manifestó su apoyo a los derechos de gays y lesbianas a la igualdad. Ahora insiste en que eso no incluía el matrimonio.
En numerosas apariciones televisivas ligadas a las elecciones, Romney ha dicho que, de quedar electo como candidato presidencial, separará asuntos de fe personal de la política, pero que “el matrimonio es una institución especial entre un hombre y una mujer y la Constitución del país y las leyes deben reflejar eso.”
Otra interpretación sobre el cambio de postura de Obama es que busca captar donaciones de la comunidad gay. Ello se hizo evidente en la gira para buscar financiamiento para su campaña, en la cual, el 15 de mayo, en Chelsea, Nueva York, el presidente se unió con Ricky Martin, estrella puertorriqueña del pop y abiertamente gay, en un evento para recaudar fondos.
En tanto, el Museo de Arte Rubin, en la misma cuidad, organizó una recepción integrada principalmente por partidarios de las comunidades gay y latina. Los donantes pagaron entre 5.000 y 35.800 dólares por asistir.
El Centro para Políticas Activas (Center for Responsive Politics) ha identificado al menos 14 activistas gay que han recaudado más de 3,3 millones para Obama, aunque advierten que es muy temprano para saber el verdadero impacto del pronunciamiento del gobernante sobre las donaciones de la comunidad gay.
El matrimonio homosexual es legal en los estados de Nueva York, Connecticut, Iowa, Maryland, Massachusetts, Nuevo Hampshire, Vermont y Washington, así como en el Distrito de Columbia, mientras que otros cinco estados: Delaware, Hawai, Illinois, Nueva Jersey y Rhode Island, permiten las uniones civiles.
