Foto: Carme Ruiz
Este jueves 2 de octubre es una fecha histórica para el país ya que Cataluña se ha convertido en la primera nación del mundo con una ley contra la LGTBfobia que incluye sanciones.
Con 112 votos a favor (CiU, ERC, PSC, IC-V–EUiA y CUP) y 18 en contra (PP) ha aprobado en el Pleno del Parlamento la ley de los derechos de las personas LGTB y contra la Homofobia, la lesbofobia y la transfobia. (Los democristianos se han desmarcado de la enmienda a la totalidad presentada por los populares, pero han votado en contra de los puntos clave de la ley).
Cataluña, que ya fue pionera con la creación del Programa (actualmente área) por la no discriminación de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales y el Plan interdepartamental que se impulsó, ahora vuelve a ser un país líder con esta ley, la primera en el mundo que establece sanciones para proteger los derechos lgtb ante agresiones LGTBfobia.
Es una ley de ámbito transversal que quiere garantizar derechos, en principio reconocidos, más allá de políticas de acción positiva ya impulsadas.
Esta ley lleva un largo camino y ha sido largamente reclamada. Fue impulsada por el gobierno de la Generalitat del año 2009, cuando se comenzaron una serie de trabajos con personas expertas de diferentes ámbitos y finalizó con un largo proceso participativo y de consenso con las entidades y la ciudadanía que culminó con un texto 2010. Cuatro años después la ley ha sido aprobada.
Hay que tener en cuenta que el Estatuto de Cataluña ya recogió en su artículo 40.8 los derechos de las personas LGTB. Desde la creación del programa LGTB como área de Gobierno, en 2006, la Generalitat ha sido una institución líder en los derechos de las personas LGTB. En 2008 se aprobó el primer Plan Interdepartamental para la no discriminación de las personas homosexuales y transexuales y fue el primer Gobierno en formar parte de la ILGA (International Lesbian & GaiAssociation) liderando desde esta asociación una red de gobiernos que impulsaban políticas antidiscriminatorias.