ENTREVISTA
La Independent entrevista a Dolors Reguant y Fosas. Activista feminista. Licenciada en Antropología. Escritora. Investigadora. En esta entrevista nos cuenta en qué consiste su último trabajo de investigación; test-desvinc.
La primera pregunta sería obviamente, ¿por qué has hecho este test y cuál era el objetivo?
Hace tiempo que me interesa investigar sobre la aculturación, es decir, como a través de hilos invisibles nos van inculcando y justificando los valores de la sociedad actual, el Patriarcado. Pienso que en la actualidad, la ficción a través de las pantallas, en cierto modo sustituye la función social de adoctrinamiento que han tenido anteriormente las religiones y la mitología. A pesar de que el patriarcado ha sido un periodo corto, comparativamente con la historia de la humanidad, se considera habitualmente como historia única. En cambio sólo representa un periodo del 10%, si partimos desde la revolución cognitiva del Homo Sapiens, y no en todas las culturas. A pesar de ello, los relatos que nos llegan provenientes de películas, series o videojuegos, generalmente no imaginan mundos diferentes u otras maneras de hacer, sólo calcan la foto de esta sociedad distópica.
Cabe decir que los relatos de denuncia social sobre la sociedad actual, cumplen una misión importante en promover una concienciación para cambiar las leyes, pero ello no es suficiente si a la vez nos bombardean con inputs contrarios. Se debería promocionar otros modelos de sociedad, que de hecho han existido y, aún existen, en pequeños reductos. Es decir fomentar la imaginación en vez de ser miméticos con lo establecido, tal como la filosofía feminista promueve y que intento sugerir con las preguntas del test, que en definitiva vienen a ser: cómo nos relacionamos con la naturaleza, cómo visibilizar “Her story “, cómo vemos a la otra persona, o cómo nos asociamos e interactuamos con el resto de la humanidad.
Pero concretamente el test ¿a qué colectivo dirías que va dirigido principalmente?
A mí me gustaría que llegara a las personas que escriben los guiones, y al periodismo crítico con este tema, porque últimamente está de moda titular “tal número de películas son feministas” y muchas veces la apariencia del relato lo parece porque lo protagonizan las mujeres, pero la intencionalidad psicológica última del relato no lo es.
Y por supuesto me gustaría que la audiencia contribuyera. Hoy en día que la realidad virtual invade cada vez más nuestra realidad real, y teniendo en cuenta que normalizar tantos inputs de violencia, real o simbólica, no ayudan a construir un mundo mejor, estaría bien que la opinión de la audiencia pudiera influenciar en la oferta de las grandes plataformas, dentro de la ley de oferta y demanda en la que estamos inmersos.
¿No crees que cambiar los esquemas mentales que, por desgracia, están tan arraigados, resulta muy difícil?
Fácil no lo es, es dificilísimo, pero no imposible. Incluso Einstein decía que “es más fácil desintegrar un átomo, que un prejuicio”. Hace falta mucha pedagogía, ya que muchas ideas se han asentado en la mente humana a lo largo de muchas generaciones. Además el poder está muy arriba y es capaz de vampirizar rápidamente cualquier nueva idea o concepto.
Por poner un ejemplo: a partir del s. XX ha surgido un gran interés científico en el estudio de las emociones, y su proceso en las decisiones, como parte integral de la inteligencia. Esto contradice la teoría cartesiana que decía que la razón era la dominante. Por ello, al considerar que las emociones son adiestrables, el capitalismo no ha perdido tiempo en utilizarlo, aplicando la inteligencia emocional a través del coaching personal a las empresas para sus objetivos de ventas.
Estamos en un mundo donde la confrontación impera en todos los niveles. Sin ir más lejos, fijémonos en los debates políticos. Si Sócrates levantara la cabeza, pienso que se preguntaría: ¿de qué han servido 2500 años de filosofía y experiencia, desde donde se gestó el inicio de la democracia (al menos en cuanto a los hombres), por haber llegado donde estamos ahora ?. Y más si se compara con los grandes avances que en materia de ciencia tecnológica y mecánica ha desarrollado la inteligencia humana.
¿Qué pedagogía dirías que hay que hacer?
Nos han acostumbrado a visualizar en las pantallas la glorificación de la violencia y el sufrimiento y esta naturalización deja huella también en los comportamientos. Se trataría de visualizar más el bienestar y el aprendizaje en la resolución de conflictos. Es decir, se trata de promocionar más la oxitocina. Dicen que ver imágenes amables genera oxitocina que es la hormona que promueve la felicidad, la empatía, y la generosidad, en vez de tantas imágenes de terror y violencia en general.
En definitiva todo depende de la pedagogía que hagamos. Ya que otros modelos culturales de sociedades existen. La comunidad mosuo en China, un clan matrilineal y matrilocal, que habita en una región muy aislada, es un buen ejemplo de buena convivencia y de armonía. Las mujeres administran los bienes y distribuyen el trabajo. Los hombres se dedican sobre todo a la pesca y la ganadería y también a resolver algunos asuntos políticos con otras comunidades. La intencionalidad no es tanto parodiar este tipo de sociedad sino más bien concienciar a través de otros modelos que nuestra sociedad no es inamovible.
Pasando de la ficción a la realidad, ya que estamos inmersos en esta pandemia, ¿cómo relacionas la aculturación con los cambios posibles que debería haber a partir de ahora?
Con esta pandemia ha habido un “choque” global de la sociedad. Se ha visto que en su vulnerabilidad ha incidido la falta de inversión sanitaria y la emergencia climática. Sería deseable que esta crisis de la Covid significara un golpe de gracia al capitalismo. Con palabras de Naomi Klein: la creatividad es revolucionaria. No obstante la reacción inmediata de algunos gobiernos ha sido la centralización (cuando en realidad tenemos experiencia que es en las comunidades pequeñas donde se gestionan mejor los servicios), y el aumento de compra de armamento, es decir, todo lo contrario.
Se está hablando de medidas necesarias como descentralizar, relocalizar la economía, promover el cooperativismo, fomentar la teoría del decrecimiento y promover la renta básica universal. Esta última considero que sería una medida urgente, tal como ya se ha hablado en el número anterior de la Independent (1), ya que sin recursos económicos no hay autonomía, y si no hay autonomía, es más fácil ser invadido por las ideas del sistema.
Otra medida transgresora y aculturadora sería cambiar el indicador más usual en el ámbito mundial, el PIB (producto interior bruto), para evaluar una sociedad, el cual incluye sólo la economía de mercado, sin tener en cuenta otros parámetros como la calidad de vida, el bienestar social (educación, sanidad, cultura), o los niveles de protección del medio ambiente. Es decir, presta atención al “tener” y no en el “ser”.
¿Conoces alguna sociedad actual que se mueva con parámetros diferentes del PIB?
Hay un país Bhutan que tiene en cuenta todo esto. Su filosofía considera como medida cuantificable el FIB (Felicidad Interior Bruta) que evalúa el desarrollo humano y ecológico sostenible y también la gestión en los asuntos públicos. Es un país pequeño de cultura budista tántrica, un modelo de país con respecto a la economía equilibrada, donde la educación y la sanidad son gratuitas para todo el mundo, y donde no hay impacto medioambiental.
Sin embargo, en los últimos años a través de los inputs televisivos que les llegan, se está produciendo alguna intrusión en su cultura. Por poner un ejemplo, tal como ellos lo describen: Antes la idea de una mujer hermosa era el de mujer fuerte, sana y empática, en cambio después del boom de la publicidad occidental que fomenta modelos delgadas y esbeltas como único canon de belleza, comienza a tambalearse su categoría ancestral. Ya sabemos que la aculturación implica una pérdida de los rasgos propios y una asimilación a la nueva cultura.
