Valga este título como abrebocas para analizar la situación laboral y salarial de las mujeres de la Unión Europea este 8 de marzo de 2012, cuando celebramos una vez más, el Día Internacional de las Mujeres.
La conclusión a la pregunta es a todas luces negativa. Si bien, en los últimos años se han dado importantes avances hacia la igualdad, y numerosas leyes han dispuesto medidas para eliminar las diferencias salariales y han defendido el derecho a un trabajo digno para las mujeres, las estadísticas muestran que los esfuerzos han resultado infructuosos, la brecha de género en las tasas de empleo marca diferencias importantes en puntos porcentuales entre hombres y mujeres.
En la Unión Europea existen enormes desigualdades entre países y sectores en la situación del mercado laboral y en cuanto a las retribuciones salariales. Según los datos difundidos por la oficina comunitaria de estadística (Eurostat), mientras el desempleo masculino aumento el 10.5 en la zona euro, el femenino alcanzo el 10.9 %, creciendo un 0.5% más en los 27 países de la UE. El número total de personas en paro de la Unión ascendió en enero a 24,3 millones, de los cuales 16,9 millones corresponden a Chipre y al Estado español.
Las diferencias salariales en todos los sectores de la economía, entre hombres y mujeres, continúan siendo altas, la incompatibilidad radica en la retribución bruta por hora trabajada afectando en particular a mujeres jóvenes, madres solteras y a mujeres mayores de 65 años.
La situación del mercado de trabajo y sus estadísticas han constituido el núcleo de información sobre el que se han desarrollado políticas sociales, la tasa total de empleo entre hombres y mujeres forma parte de los indicadores de desarrollo sostenible de la estrategia Europa 2020, y el fomento de una economía con alto nivel de empleo han hecho que la estrategia tenga entre sus prioridades el crecimiento inteligente, crecimiento sostenible y crecimiento integrador.
Con estas estrategias, se pretende que haya una mayor flexibilización en las condiciones de trabajo, a tiempo parcial o desde casa, lo que facilitaría “la conciliación entre la vida laboral y familiar”.
A algunas nos debe sonar familiar esta frase de la que últimamente se viene hablando tanto aquí, porque en la nueva reforma laboral promovida por el gobierno, el colectivo de la mujer trabajadora a tiempo parcial sería el más afectado, son ellas las que más utilizan este tipo de trabajos. El Decreto posibilita al empresario la modificación unilateral de la jornada de trabajo, así como imponer la realización de trabajos extraordinarios, también elimina los permisos de carácter urgente que podía solicitar la trabajadora o el trabajador, para el cuidado de hijos e hijas o de un familiar. En la reforma para poder acceder al permiso, la trabajadora o el trabajador tendrán que solicitarlo con dos semanas de antelación, limitando la posibilidad de cubrir la necesidad en tiempo real.
¿A igual trabajo, igual salario?
Las desigualdades salariales entre hombres y mujeres muestran realidades incuestionables, el tema de igualdad salarial sigue siendo una utopía. Según Eurostat, las desigualdades entre países oscilan entre el 2% en Polonia y más del 27% en Estonia. En cuanto a las tasas de desempleo, según los datos del Instituto Nacional de estadística (INE) en el Estado español hay 5,2 millones de personas en paro de las cuales 2,3 son mujeres y las que tienen trabajo perciben un salario inferior al de los hombres por un trabajo igual. La brecha salarial entre hombres y mujeres en el Estado español se sitúa en el 16% y en la UE supera el 17%.
Según un estudio realizado por IESE Business School, España es el cuarto país europeo con mayor brecha, aunque en los últimos años ha disminuido, sigue manteniéndose entre los países con mayor diferencia salarial.
La investigación que ha analizado la evolución del salario medio de la UE , incluyó a Alemania, Reino Unido, Francia, Suecia, Finlandia, Hungría, Eslovaquia, Rumania, Bulgaria, Austria, Bélgica, Holanda, Portugal y España, y concluye que mientras la remuneración media de los hombres es de 29.349€, la de las mujeres no alcanza los 23.000€.
Aduce además, que por sectores, los privados son los que tienen mayor disparidad salarial. Así las cosas, es evidente que las reivindicaciones en pie de igualdad entre hombres y mujeres en temas laborales y salariales tienen un camino largo por recorrer. La crisis económica y la poca oferta de empleo no contribuyen a mejorar la situación laboral de las mujeres. Por tal razón, es importante seguir apoyando medidas que hagan posible la presencia de las mujeres en espacios donde se tomen decisiones, hasta ahora ocupadas en su mayoría por hombres. Las instituciones son cada vez más conscientes de que la desigualdad y la discriminación son incompatibles con la vida en sociedad.