Las niñas catalanas de nivel socioeconómico más bajo tienen cuatro veces más riesgo de padecer una enfermedad grave.
Las niñas y los niños de familias de menor nivel socioeconómico, las que han agotado el subsidio de paro o perciben una renta mínima de inserción, presentan respectivamente 4 veces y 2,8 veces más de probabilidades de pertenecer al grupo de personas que sufren enfermedades graves respecto a los niños y niñas de mayor nivel socioeconómico, correspondiente a familias con rentas superiores a los 100.000 € anuales.
Antoni Comín
El pasado martes, el consejero de Salud, Antoni Comín, presentó en la Universidad Pompeu Fabra, el informe “Desigualdades socioeconómicas en la salud y la utilización de los servicios sanitarios públicos de la población de Cataluña”, elaborado por elObservatorio del Sistema de Salud de Catalunya y de laAgencia de Calidad y Evaluación Sanitarias(AQuAS)), bajo la coordinación deAnna García-Altés.
Este estudio es el primero que analiza las desigualdades sociales en la salud, y se realizó con personas individualmente en toda Cataluña con datos del 2015.
El resultado muestra que las niñas y niños catalanes de familias con un nivel socioeconómico bajo, tienen más posibilidades de sufrir una enfermedad grave, o de tener una taza de hospitalización psiquiátrica o consumir mayor cantidad de fármacos que los niños cuyos padres tienen un nivel adquisitivo mayor. Subraya el informe, que las desigualdades marcan los primeros años de la vida de las personas, de tal forma que las niñas y niños, presentan un componente elevado en función del nivel socioeconómico de sus padres.
Según nota informativa del Departamento de salud, la existencia de un ingrediente socioeconómico desde la infancia conocida como “movilidad intergeneracional de la salud”, en la etapa de gestación de la madre y en los primeros años de vida del infante se promueve el bienestar a lo largo de su vida.
Las personas con desigualdades económicas de bajos recursos, también tienen cuatro veces mayor probabilidad de morir antes de los 65 años, según el informe,experimentanmás hospitalizacionespsiquiátricas, sufren más enfermedadesde complejidad elevada, muestran un consumo superior de fármacosy utilizan más los servicios sanitarios públicos.
Según el informe el porcentaje es proporcional a la cuantía de sus pensiones, de igual forma la tasa de hospitalización es entre 8 y 9 veces más frecuente, en personas con pensiones no contributivas respecto de las que cobran mayor pensión.
Las desigualdades de género en el informe
Las desigualdades de género también se manifiestan en el nivel socioeconómico, según el informe están presentes en todas las edades y en todos los niveles, en este sentido, las mujeres requieren mayor atención en los centros de salud mental y tienen un mayor consumo de psicofármacos, mientras que en los hombres es superior la mortalidad y en los casos de complejidad elevada y la hospitalización evitable los hombres de 65 años de este mismo nivel sociocultural, tienen más tendencia al suicidio.