Aunque las mujeres en la Amazonia brasileña dependen en gran medida de los recursos forestales para proporcionar alimentos y medicinas a sus familias y comunidades, las decisiones relacionadas con el uso de la tierra y la gestión de los bosques en reservas extractivas [áreas de conservación destinadas a la protección de las comunidades que dependen de los bosques] siguen siendo de dominio exclusivo de los hombres, señaló un reciente estudio del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR) y el Consejo Nacional de Recolectores de caucho (CNS para sus siglas en portugués).
Para cambiar esta situación, revela el estudio, titulado Movimiento social, mujeres y bosques en Brasil: Estudio de caso del Consejo Nacional de Recolectores de caucho, las mujeres están presionando por un rol más prominente en la gestión sostenible de los bosques y defendiendo su derecho a tener un ingreso y ser propietarias de la tierra.
El estudio también ha desvelado que mientras que para los hombres la madera es la especie con mayor valor porque se gana más dinero, las mujeres mencionaron diferentes tipos de plantas usadas en la nutrición y cuidado de la salud. “La mayoría de las mujeres consideró el valor económico y uso directo de las especies para la alimentación, nutrición, medicina y cultura”, señala el estudio. “Para muchas mujeres en la Amazonia rural, la conservación de los bosques significa el mantenimiento de sus familias y la continuidad cultural”.
El estudio enfatiza que es crucial promover lideresas en las comunidades de los bosques para asegurar que se tengan en cuenta los intereses y preocupaciones de las mujeres en la toma de decisiones. “En los casos en que las mujeres están menos integradas en los procesos de toma de decisiones, hay menos probabilidad de una negociación equitativa en cuanto al uso de recursos forestales, lo que a menudo conduce a resultados no sostenibles”, dice el documento.
La educadora Gloria Gaia, entrevistada por investigadores de CIFOR, afirma: “En cada comunidad son los hombres los que venden el bosque”, y explica que en algunas regiones amazónicas son las mujeres las que están reforestando para recuperar los árboles medicinales y frutales.