OPINIÓN
Las feministas nos la pasamos reconociendo a mujeres extraordinarias en la historia de México y el mundo. Mujeres que han aportado algo, que han modificado, descubierto o han hecho algo grande para la humanidad. Algunas de ellas han sido o feministas o aliadas de los derechos de las mujeres. Otras no.
Entregarán distinción a 32 mujeres el 1 de abril, durante la Primera Reunión Nacional del FFN. Hace unos días la periodista feminista, con hartos méritos profesionales y de promoción de los derechos de las mujeres, Soledad Jarquín Edgar al presentar su libro Mujeres de Oaxaca, dijo que “Es un acto de conciencia de las mujeres escribir y hablar de las otras mujeres”, y eso hemos hecho algunas de nosotras. Hoy es nuestro tiempo decimos, sin falsa humildad.
Por ello es un esfuerzo mayúsculo el del grupo promotor del Frente Feminista Nacional (FFN) al llamar a sus iguales a proponer nombres de feministas, con historia, dice la convocatoria y agregan, deberán contar con un trabajo académico, de investigación, político, artístico o cultural, de divulgación o de organización social o política, trabajo y acción enfocado a fortalecer los movimientos feministas en México. Tan claro como ello. Además, vivas y que radiquen en el país.
Ahora conozco una selección de 32 mujeres, que fueron seleccionadas apoyadas, cada una, al menos por tres organizaciones feministas. El proceso seguro fue muy importante, me hubiera gustado conocerlo a fondo. No sé quién pudo proponerme a mí y yo, tan tonta, no propuse a nadie. O tan ocupada o tan egoísta o tan sorda y ciega. Lo digo porque ahora me preocupa la lista. ¿Cómo y por qué se postuló a quién? ¿Qué hizo para fortalecer a los movimientos feministas? ¿Y cuáles sus logros?
Agradezco estar en la lista. La distinción será entregada el 1 de abril, durante la Primera Reunión Nacional del FFN, en la ciudad de Querétaro. Las promotoras vienen de lejos, insistiendo en crear fuerza feminista para empujar leyes, políticas públicas, acciones, cambios, que al no tener esa fuerza quedan al arbitrio de los poderes.
Y dije esfuerzo, porque muchísimas mujeres, llamadas democráticamente a proponer, no hicieron/hicimos la tarea, ello es evidente, por la lista que veo. Hay tremendas ausencias y algunas presencias que no se ajustan, a mi modo de ver, a la convocatoria. Mujeres fantásticas de las que por ética o conciencia hay que verlas, promoverlas, reconocerlas, pero que no han trabajado por el movimiento, aunque tengan, por ejemplo, en su haber alguna historia que empujaron, porque era la forma de acusar o develar la conducta de un macho o la corrupción de un político. Lo dije claramente el día que me dieron el Premio Nacional de Periodismo, las mujeres aparecen como pretexto para hablar de otros.
La idea del Frente ha sido, sin duda, política y correcta. Diría una feminista icónica, necesaria, aunque no seamos hermanitas, ante la realidad y lo que viene, ante la insultante violencia de género y la resistencia del patriarcado. Este grupo de Mujeres, entre las que están Lourdes García Acevedo y Guadalupe López, hicieron un llamado. Resultado, nosotras, las de siempre y algunas excepciones.
Me parece fantástico que esté la pionera del movimiento, integrante de Mujeres en Acción Solidaria(1971), defensora de las mujeres indígenas, del primer nivel académico e integrante de Cuadernos Feministas, la psicoanalista Silvia Marcos; otra pionera e ícono del feminismo, Marta Lamas; Eli Bartra ex de la Revuelta que llegó a la academia a formar generaciones de nuevas mujeres, y que tal Marcelina Bautista, luchona por las trabajadoras del hogar, sin descanso y con ella, por la misma causa, Mary Goldsmith; Lucero González del Movimiento de Liberación de la Mujer y necia hasta ahora; la dirigente comprometida e incansable Josefina Chávez; la monja civil que ha tocado el centro del tema: la economía, doña Leonor Aída Concha; la periodista Lidia Cacho y, todas ellas, sus militancias desde la autonomía y capaces, creativas, audaces, valientes, con una vida comprometida, indiscutible.
Se reconoce el trabajo académico de Dalia Barrera, de Jennifer Cooper; la de hacer historia, fundamental, como Ana Lau, o por supuesto la que ha escrito más cuartillas que nadie sobre cosas del feminismo y promotora de leyes, Marcela Lagarde y de los Ríos.
Ninguna me parece de más, de este grupo. Hay otras que no sé porque están ahí. Y hasta la información que tengo, me duelen algunas ausencias fundamentales para el movimiento, como Gloria Careaga, Patricia Mercado, Patria Jiménez, Elsa Conde, Mary Carmen Rioseco, Teresita de Barbieri, María Elena Chapa, Dulce María Sauri Riancho, etcétera.
Claro que a veces no se puede, hay límites. Lo entiendo y por ello agradezco mucho más que me hayan incluido.
Dijeron fortalecedoras del feminismo. Esta vida que he conjugado con mi profesión o mi profesión que he destinado al movimiento, desde todos los lugares donde he estado, sin montarme en el trabajo de terceras personas, ni inventar el hilo negro; soy como mis colegas y compañeras de lucha, convencida de que esa, si se trata de ideología, es la mía. Está demostrado que todas ahora, en un ejercicio sin precedentes de camaradería y affidamento (un mejor término que sororidad) seremos reconocidas por nuestras pares.
La distinción se llama Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, una mujer revolucionaria, feminista, zapatista, periodista desde que abrió los ojos, emprendedora, anarquista que en la Revolución Mexicana consiguió empujar la causa de las mujeres, de las y los indígenas, de la de las y los campesinos por la tierra y rechazó el canto de las sirenas llamado desde el poder. Juana Belén Gutiérrez de Mendoza vivió la discriminación y el descrédito de algunos “prohombres” como los Flores Magón y se empeñó en algo que está hoy a flor en nuestro corazón: la libertad de expresión, ejerciéndola sin miramientos y sin victimismo.
¡Todo un honor!