El informe ’Mujeres líderes en el umbral de la visibilidad’ demuestra que las referentes femeninas son mucho menos citadas que los referentes masculinos en la conversación digital
“La menor presencia de mujeres en la política, la empresa y las altas esferas del periodismo es evidente y aún lacerante; la brecha de género se ensancha a medida que aumenta la responsabilidad del puesto”, subraya el informe ‘Mujeres líderes en el umbral de la visibilidad’, publicado por Llorente y Cuenca (LLYC), consultora de comunicación, marketing digital y asuntos públicos. En vez de comprobar la cantidad de mujeres periodistas, políticas o empresarias sobre las que se habla en redes, LLYC ha querido ir más allá e identificar diferencias en la atención que se presta a las mujeres, pero sobre todo en el tono y el contenido de la conversación que se genera en torno a ellas.
José Antonio Llorente, Socio Fundador y Presidente de LLYC, explica el objetivo de este informe: “La visibilidad del talento femenino es, claramente, un acelerador de la igualdad pero todavía es muy baja en ámbitos como el empresarial. Lamentablemente, una joven activa en redes y que aspira a dirigir una empresa, solo verá en Twitter a un hombre haciéndolo. Este análisis se lanza a la búsqueda de respuestas a por qué muchas mujeres no traspasan todavía el umbral de la visibilidad”.
El estudio ha analizado la conversación en Twitter de un año en torno a diferentes perfiles. La muestra de la investigación ha sido de 720 personas, 360 mujeres y 360 hombres, de 12 países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, México, Panamá, Perú, Portugal y República Dominicana. LLYC ha intentado que hubiera una representación equitativa de las profesiones, 10 políticas, 10 empresarias y 10 periodistas mujeres por país y la misma distribución de hombres en cada geografía.
Los resultados muestran que las referentes femeninas son mucho menos citadas que los referentes masculinos. Solo 1 de cada 4 mensajes les hace referencia o es sobre ellas, el 25,76%. El porcentaje es aún menor en Portugal (17,1%), Estados Unidos (18,3%) y Ecuador (19,5%). Porcentajes paritarios se encuentran en Perú (50,6%) y Panamá (47,2%). República Dominicana es la excepción, dado que el 71,5% de los mensajes emitidos hace referencia a las mujeres.
En cuanto a las profesiones analizadas, el 70% de las conversaciones habla sobre políticos y política, el 26% sobre referentes en la empresa privada y el 3% sobre periodistas. El periodismo es la profesión con mayor visibilidad femenina: el 47,4% de la conversación sobre este ámbito hace referencia a mujeres periodistas influyentes. En lo que a la política respecta, en países como Ecuador o Portugal, las políticas reciben un quinto de la atención y en países del Cono Sur y en Panamá, el volumen de conversación es paritario. Por mucho que en España exista una mayoría de ministras, generan más conversación los hombres.
Del 26% que trata sobre referentes en la empresa privada, solo el 5% menciona a mujeres. Por lo tanto, el informe lo deja claro: “La mujer directiva prácticamente no existe en la conversación digital, solo 1 mensaje sobre líderes de cada 100 hace referencia a mujeres en el mundo empresarial”. Esta escasa visibilidad de las mujeres en este ámbito crea un vacío importante de referentes. Por eso, la primera conclusión del informe de LLYC es la urgente necesidad de incrementar la visibilidad de las mujeres líderes, especialmente del ámbito empresarial. Además del impacto negativo en la inspiración de jóvenes y adolescentes para desarrollar su potencial, esto genera el abandono de la carrera profesional de mujeres en momentos complejos de conciliar como la maternidad o el cuidado de mayores. “Una mayor visibilidad tan marcada de los hombres en todos los ámbitos refuerza modelos de liderazgo clásicos y estereotipados”, subraya.
Otros datos a tener en cuenta
El informe también analiza los mensajes “violentos”: mensajes que contienen insultos, palabras malsonantes o amenazas. Los empresarios son quienes se enfrentan más a estos mensajes, y, entre las mujeres, son las periodistas las más expuestas. Aun así, hay que tener en cuenta que el acoso hacia las mujeres es menos literal y que se suele ocultar detrás de expresiones ambiguas, irónicas o emojis.
Es común describir a las referentes femeninas como “mujeres de” o “esposas de”. La condición de ser mujer, la familia y las relaciones de las mujeres suelen estar asociadas a su imagen. El informe apunta que esta cosificación e infantilización de las mujeres es fácilmente evitable. “Si con la mejor de las intenciones, la de poner en valor los logros profesionales de las mujeres, seguimos identificándolas como ‘mujeres de’ o ‘hijas de’, estaremos contribuyendo más al problema que la solución”, recalca.
Las mujeres reciben más expresiones de afecto que los hombres. En el caso de España, las ejecutivas reciben el doble de mensajes con apoyo y cariño. Son mensajes como ‘cariño’, ‘querida’, ‘campeona’ o ‘maja’. LLYC apunta que las expresiones de afecto deberían ser las mismas para las mujeres que para los hombres: “Si no nos sentimos cómodos interpelando a un líder político como ‘cariño’ o ‘lindo’, tampoco lo deberíamos hacer con una política, incluso si no hay ironía en nuestro calificativo”. Es importante reflexionar sobre el lenguaje utilizado para hacer referencia a las mujeres, dado que ese lenguaje es el que contribuye al incremento de su visibilidad.
La fijación con la apariencia de los perfiles examinados varía en función del ámbito que se analice. En política hay más fijación con la apariencia de los hombres, además, con un sentimiento negativo. En cuanto a las empresarias, siete países también le dan más atención a la imagen masculina. En España, al igual que en el resto de los países, ocurre lo contrario, son las mujeres las que tienen más atención. Las empresarias de México, Perú y Portugal están expuestas a una mayor negatividad. Por lo tanto, según el informe, “es entendible que las mujeres empresarias sientan más presión y que, si deciden aumentar su visibilidad, lo hagan proyectando siempre una imagen más cuidada que la de los hombres, con las dificultades de tiempo y conciliación que esto genera”.
Foto: archivo AmecoPress