El pasado 1º de diciembre, el Instituto Interuniversitario de Estudios de Mujeres y Género (iiEDG), con el respaldo del Instituto de Estudios Norteamericanos (IEN), del Instituto Catalán de las Mujeres y del Instituto de la Mujer, presentaron las jornadas sobre el feminismo norteamericano.
La apertura del acto estuvo a cargo de Montserrat Gatell, presidenta del Instituto Catalán de las Mujeres (ICD). La presentación de la conferencia fue realizada por Susana Tavera Presidenta del Instituto Interuniversitario de estudios de Mujeres y Género (iiDEG).
Las charlas a cargo de Encarna Bodelón, profesora titular de la facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Barcelona, versó sobre las “Miradas Feministas al derecho en USA”; de Lourdes Benería, profesora emérita de la Cornell University de NY, y colaboradora de diversos programas de las Naciones Unidas, basó su exposición en los “Feminismos norteamericanos: una trayectoria personal”; y de Nancy Folbre de la University of Massachusetts, MA, sobre “Avaricia lujuria y género: una historia de las ideas económicas”.
Encarna Bodelón, a través de diversos enfoques expone la relación entre el feminismo y el derecho, su complejidad y las diferentes teorías feministas norteamericanas explicando cuándo sé fue generando en el ámbito jurídico, la división entre derecho civil y derecho penal en el tema de la violencia de género. En esta disciplina establece la distinción de lo que es el pensamiento jurídico como elemento para superar la igualdad.
Bodelón, también retoma la clasificación de las diferentes categorías jurídicas feministas que han renovado parte del pensamiento jurídico internacional y establece distinciones fundamentales sobre las transformaciones que algunas autoras han dado al análisis de las teorías feministas, explica que una de las más conocidas en España y en otros países es Catharine MacKinnon, ha sido quien a lo largo de muchos años se ha encargado de ir renovando parte del pensamiento jurídico con profundidad, como la categoría jurídica que en el ámbito internacional aporta importante reconocimiento a la violación como arma de guerra.
Explica que en el debate sobre el análisis de las diversas teorías, desde el ámbito jurídico, el contenido que algunas autoras juristas dan, especialmente las que pertenecen al feminismo cultural, entre las que se encuentra Robin West, se basan en la idea de las diferencias culturales y/o biológicas de las mujeres, acaban proponiendo lo que se llaman soluciones conservadoras en el ámbito jurídico, estas autoras, no son las que han tenido mayor trascendencia en el ambiente europeo, pero si han sido relevantes en el debate norteamericano. Bodelón comenta, que las diferentes teorías, iluminan una discusión que continuamente se tiene en España y en Europa, relacionado con el contenido que desde una perspectiva jurídico feminista se tiene sobre los derechos de las mujeres, si se puede afirmar o no, que estas autoras están fuera del paradigma de las feminist jurisprudence.
Nancy Folbre, reconocida economista feminista norteamericana, centró su intervención en la Avaricia y la lujuria en la historia de las ideas políticas. Inició su reflexión sobre la historia de las ideas económicas de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos, desde el siglo XVIII, aquella que diera paso a la evolución del capitalismo patriarcal.
Se refirió a la clasificación de estereotipos entre hombres y mujeres cuando se insinúa que avaricia y lujuria son buenas solo para hombres, dice que es un comportamiento moralmente inaceptable e indica que en la historia de las ideas económicas occidentales, el aspecto cultural a tenido una connotación determinante, ya que los hombres se han dado permiso para el ejercicio de la economía y de la vida sexual a favor de sus propios intereses.
Folbre asegura que, lujuria y avaricia,generalmente son consideradas buenas solo para los hombres, porque los han dejado fuera del ámbito de la vida familiar, en tanto que, a las mujeres se les define y se les clasifica en la economía del mercado y en la familia, como un trabajo a bajo costo, o sin costo. Ella afirma, que las feministas hace tiempo han ido revisando las proyecciones conceptuales y morales, buscando el equilibrio entre el interés propio y el cuidado de los demás, exigiendo la libertad de actuar.
Visto lo visto y como una reflexión personal, considero que el principal obstáculo de la jurisprudencia feminista, es que debe enfrentarse a barreras políticas conceptuales. Las formas y los procedimientos de nuestras culturas jurídicas frenan la resolución de los conflictos en cualquier ámbito mundial, lo que restringe en cierta forma la independencia en la identificación de los problemas de las mujeres a partir de su propia experiencia de vida.