Entrevista de La Independent, con motivo del 8 de marzo 2014, a la periodista mexicana Sara Lovera López, Coordinadora del Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y el Caribe SEMlac.
A propósito del 8 de marzo ¿Cómo consideras que es la situación de las mujeres en México?
En 2014 las mexicanas tenemos todos los diagnósticos, que coinciden con la región latinoamericana: Ha crecido el empleo femenino, pero cada día es más precario. Este según especialistas es uno de los resultados de la globalización, hay quienes se atreven a señalar que se trata de un fenómeno mundial. Las mujeres están trabajando en la informalidad, hasta en 30 por ciento y no tienen seguridad social, trabajan 20 horas más a la semana que los hombres y son las responsables del cuidado –es algo más nuevo que la simple doble jornada. Han avanzado en la representación política –pronto en las elecciones de 2015- serán postuladas al 50 por ciento de todos los puestos.
También puede decirse que tienen una mejor conciencia de si mismas y han superado el problema de la identidad y la subjetividad.
Todo ello no es parejo. México es un país de contraste, el ejercicio de los derechos es para las menos, frente a 25 millones de mujeres pobres y sin educación, existen mujeres en el espacio público que participan en todas las actividades.
Hoy las mexicanas contamos con todos los derechos en la Constitución y una cascada de leyes y derechos en leyes y reglamentos, pero eso no concuerda con la vida cotidiana, porque en la sociedad no hay cambios, aunque los haya en política pública, en decretos, en leyes, en mandatos. Que los hay.
¿Cuáles serían los pendientes urgentes por resolver para mejorar la calidad de vida de las mujeres mexicanas?
Hay muchos, creo que el principal reto, que no sólo afecta a las mujeres, es superar el círculo de la violencia, la violencia cotidiana y en los espacios públicos. Y lo más grave , la aceptación social de esa violencia. O sea se les dan derechos, pero persiste la visión cultural de la discriminación “mujer tu vales menos que los hombres”, parece ser la consigna que conspira frente a verdaderos adelantos. Por ejemplo cada año dice la Cámara de Diputados se reportan 15 mil demandas de violación sexual; mil 800 mujeres en promedio son asesinadas cada año. Por ello digo que el rezago más significativo de las mexicanas es la persistencia de la violencia y su imagen devaluada que sostiene y apoya la exclusión y la discriminación.
Luego tenemos que creció el empleo pero es precario 47 por ciento de la fuerza de trabajo del país es femenina; el problema de la salud, siguen muy altas las cifras por muerte materna y es preocupante que el aborto clandestino –solo es legal en el DF (ciudad de México)- cobre al menos 3 mil vidas cada año. Hay impunidad y las defensoras de derechos humanos son perseguidas por cacicazgos regionales principalmente, este, el del respeto a los derechos humanos es algo a resolver urgentemente, donde las mujeres forman parte importante, simplemente porque ahora estamos en el espacio público, antes estábamos aisladas en la casa cueva. Esto es muy importante de comprender, no había cifras altas de violencia como ahora, porque no estábamos compitiendo en el mercado de trabajo, en la intelectualidad, o en la pelea por las tierras.
Creo que en menos de 60 años, este es un cambio drástico, para no dramatizar la problemática de las mujeres o las cifras hay que entender que es un resultado de nuestro progreso en algún sentido, ir a la escuela, votar, trabajar, tener anticonceptivos, no tiene más de ese tiempo.
En fin, creo que estamos en el dintel de un avance ideológico que no podrá desarrollarse si no se disminuye la pobreza y la marginación, que es una vergüenza nacional.
¿Y cuál es la situación de las mujeres periodistas en México?
La misma que todas las demás, somos hasta 50 por ciento en algunas redacciones, muchas, cada vez más, tienen puestos ( no me gusta el drama, hay que reconocer que tomamos decisiones), no en las grandes cadenas, pero si somos responsables del contenido y las imágenes en decenas de medios en los estados y aún aquí: es mujer la directora de canal 11; hay dos mujeres responsables de diarios importantes La Jornada y El Sol de México; hay dos o tres o cinco periodistas con gran influencia.
Pero junto a miles de hombres, tienen, como a miles de mujeres, bajos salarios, falta de capacitación, oportunidades acotadas. Pero las mujeres están hoy en todos los medios, concursando a favor o en contra de la democracia.
Hay un alto riesgo en el trabajo de las periodistas en México
Si claro como los hombres, 25 asesinadas en los últimos años, cuando hay como cien hombres, todavía ellos más por las fuentes y también, por el estilo de trabajo, ellos cubren policía, pero como buenos machos se arriesgan más.
¿Qué se espera del gobierno del Presidente mexicano Enrique Peña Nieto para la aplicación de políticas de género?
Yo no espero nada que no podamos reclamar o exigir. Si no hay movimiento organizado y claridad en las demandas, no pasa nada. El ha puesto nuevas bases, más dinero, más discurso, es una oportunidad para que se pueda avanzar. El ejemplo de la Conago es bien claro y ahora que todos los gobernadores, los secretarios de estado, los directivos tienen que seguir el plan, eso no depende de la voluntad de un hombre, sería un error pensar eso. Claro si el presidente no da línea, menos chance hay, pero resulta, si se quiere o no creer en él, es lo de menos, resulta que ha puesto en el PND el asunto; hay más presupuesto, dice que se capaciten y provoquen cambios, no es de la noche a la mañana, el rezago es fenomenal, pero si lo constreñimos al gobierno y seguimos pensando como patriarcas, entonces le echamos la culpa al principal y el análisis se achica. Veamos a todo el sistema, los machos están en los puestos, la diferencia es que hoy el Ejecutivo los vigila a través del Instituto de las mujeres órgano rector de la política de igualdad entre hombres y mujeres, hay un programa detallado, hay responsabilidades por entidad. ¿Entonces qué? Que lo urgente es difundir, pedir cuentas, dar seguimiento, en otras palabras, crear los espacios y organizaciones de exigibilidad. No depende sólo del presidente o del gobierno, hay que empujar para que cumplan. Yo veo una oportunidad si sabemos que plantean, y que dinero ponen, lo que convierte al compromiso de un discurso a base material. Es marx elemental o sea si hay dinero, metas y plan, hoy toca empujar exigir desde la sociedad y pedir cuentas.
¿Que le dirías a las mujeres y las feministas en esta fecha de reivindicación como es el 8 de marzo?
Las feministas y las defensoras de las mujeres deben abandonar dogmas y estudiar; reclamar con sustento, analizar las cosas etc. Eso no significa bajar banderas, muy al contrarios, si tu sabes que hay una norma oficial para que en las empresas haya equidad de género, búscala, difúndela, exígela y pon en ridículo a los actores ( empresarios, directivos, jefes, presidentes municipales, retores de las universidades) para que evidencien su atraso. Dice Marcela Lagarde que hay resistencias en todas partes, hay que idetificarlas y ponerlas en evidencia. No puede un gobernador decir voy a hacer y no dar dinero para que se haga, es un demagogo, pero tiene nombre y rostro concretos, igual que el director de un diario que escribe con lenguaje sexista o permite que se escriba así.
