Mercedes Porras Soto, gitana, licenciada en Historia del Arte y doctoranda en Arte Antiguo es la presidenta de la Fundación Privada Pere Closa.
Mercedes Porras fue comisaria de la exposición de pintura y fotografía “Dikhipen, la mirada gitana” organizada por Unión Romaní. Diseñó los contenidos dedicados a la expresión artística del web del Museo del Pueblo Gitano por la Universidad Abad Oliva y la Generalitat de Cataluña. Fue miembro del Patronato del Instituto de Cultura Gitana del Ministerio de Cultura y es la actual presidenta y jefa del área de Apoyo a la Formación de la Fundación Privada Pere Closa.
Ha sido la primera mujer que ha presidido el patronato de la Fundación Privada Pere Closa. Ser mujer y llegar a cargos de decisión en entidades mixtas se hace difícil. ¿Así ha sido su experiencia?
Afortunadamente nuestra entidad siempre se ha caracterizado por el buen uso de la igualdad de género real. Desde el día de la constitución de la entidad he estado patrona, ejerciendo diferentes cargos: tesorera y secretaria. No ha sido difícil llegar al cargo de presidenta a pesar de ser una mujer, ha sido un proceso natural y toda la entidad ha vivido este proceso con mucha normalidad.
¿Qué objetivos tiene la Fundación?
Nuestra entidad tiene como objetivo prioritario trabajar para la formación y la promoción del pueblo gitano en Cataluña, para potenciar su imagen positiva, preservar su rico legado cultural y darlo a conocer al resto de la sociedad.
Consideramos que a través de la educación todas las personas pueden aspirar a la igualdad de oportunidades y, por esta razón, apoyamos a los niños y jóvenes gitanos y gitanas que apuestan por la formación, fomentando que la relación entre estos, los centros educativos, las familias y el entorno social, sea próxima y fluida.
¿Los libros de texto continúan sin contemplar la historia de su pueblo?
A pesar de que esta es una lucha de mucho tiempo, de todas las entidades gitanas, nuestra cultura continúa sin tener un reflejo en los libros de texto. Son muchas las iniciativas y los grupos de trabajo puestos en marcha para conseguir este hito pero nunca se ha concretado de una manera firme. Nosotros, los gitanos y gitanas continuaremos batallando para que todos los niños y niñas puedan conocernos en las aulas a través de los libros de texto. La inclusión en el currículum escolar de nuestra historia y nuestra cultura es indispensable para mejorar nuestra imagen y romper estereotipos y auto estereotipos.
¿Que los niños y niñas gitanas encuentren referentes, se hace difícil?
Si somos sinceros, es difícil. Pero tenemos que aclarar que cada vez menos. Ahora podemos encontrar jóvenes que están estudiando o han estudiado y que se convierten en un referente positivo para el resto de la comunidad. Este referente no solo funciona con los niños, las familias, que son clave para la formación de sus hijos/as, tienen muy en cuenta los éxitos de los y las jóvenes de su comunidad, y de este modo, también pueden transmitir el valor de la educación a los niños.
Supongo que el abandono y el absentismo de los niños gitanos es más grande que el de los payos. Si hablamos únicamente del pueblo gitano, ¿cuál es la situación de las niñas?
El abandono, el absentismo y el fracaso escolar siguen siendo el gran problema educativo de nuestra comunidad. Afortunadamente, en la mayoría de casos, el acceso a la formación hoy en día entre los gitanos no está estrictamente determinado por el género. La chica que quiere estudiar, estudia. De hecho las chicas gitanas tienen más éxito educativo tanto a nivel de calificaciones como de continuidad en estudios postobligatorios. Este empieza a ser uno de los grandes cambios de nuestro pueblo, el éxito educativo entre las niñas y jóvenes gitanas.
En cuanto al trabajo realizado por la Fundación, ¿tienen cifras desagregadas por género?
Si queremos respetar la perspectiva de género de manera transversal y real tenemos que tener datos. Todos nuestros proyectos cuantifican a las personas participantes desagregadas por género. Podemos decir, de manera general, que la población atendida por nuestra entidad se mueve en el 40% de hombres y el 60% de mujeres.
En el año 2021 en el global de proyectos trabajamos con 5.979 niños/chicos/hombres y con 7.963 niñas/chicas/mujeres.
Después de más de 20 años de historia de la entidad, ¿de qué se siente más orgullosa?
Estoy orgullosa como presidenta y como gitana de muchas cosas, pero sin duda lo que más me llena de orgullo es ver como nuestros niños y niñas pueden tener una formación normalizada y que nosotros estamos allá para apoyarlos y acompañarlos. Cada pequeño paso adelante de nuestro alumnado es un hito a celebrar. Mi orgullo es el éxito educativo de los míos.
