OPINIÓN
Estamos en el 2014, aún tenemos que defender los mismos principios alrededor del aborto que hace 30 años, y nos vemos obligadas a utilizar los mismos argumentos y las mismas consignas década tras década.
Así que he decidido dejar de hacerlo. De ahora en adelante yo, al igual que nuestro Ministro de Justicia,voy a defender el Derecho a la Vida del Concebido y los derechos de las mujeres embarazadas. Pero, al contrario que él, no voy a defender un proyecto de ley repleto de incoherencias. Voy a defender una posición verdaderamente consecuente con mi creencia.
Para empezar, si no se reconoce el derecho de una mujer a decidir si lleva a término o no un embarazo, y esto es una responsabilidad del Estado, porque es necesario proteger la vida del concebido, es lógico sacar la conclusión de que la vida de un concebido no vale ni más ni menos que la de otro. Por tanto voy a defender que se criminalice el aborto con duras penas. Todos. Incluso en casos de violación.
Una vez negado el derecho al aborto de cualquier mujer que esté embarazada, opino que se debería crear un organismo estatal a cargo de dichos embarazos. Por ejemplo, el Ministerio del Embarazo No Deseado.En este ministerio,podrían registrarse las mujeres que hayan concebido sin desearlo como “incubadoras estatales” o “vientres de alquiler estatales” (aunque estoy segura de que a alguien se le ocurrirá un eufemismo más aceptable).
Los VAEs(vientres de alquiler estatales) recibirían todos los cuidados médicos necesarios completamente a cargo del estado, además de un sueldo mensual y apoyo psicológico durante el embarazo. Al fin y al cabo, estarían prestándole un servicio invalorable a la sociedad, y como tal, merecen ciertas contraprestaciones.
El Ministerio del Embarazo No Deseado estaría también a cargo de registrar los Concebidos No Deseados y ponerles en una lista para aquellas familias que deseen adoptarlos, una vez los VAEs hayan dado a luz.
Yo confío en que siempre habrá más familias deseando adoptar que bebés no deseados. Pero, si se diera el caso de que el número de Nacidos No Deseados superara el número de familias adoptivas, por supuesto el Estado estaría a cargo de cubrir todos los gastos y necesidades de los Nacidos No Deseados hasta que estos llegaran a la emancipación económica.
Sin embargo, lo ideal siempre sería evitar los embarazos no deseados. Para esto propongo una fácil solución: la vasectomía obligatoria de todos los varones residentes en España, a partir de la pubertad.
Dado que la vasectomía se puede revertir con éxito en la mayoría de los casos, si un varón deseara procrear, tan solo tendría que registrarse en el Ministerio de Embarazos No Deseados como Varón Con Deseos de Procrear, y someterse a una vasovasostomía (operación de reversión de la vasectomía), también a cargo del Estado.
Ya sé que esto suena un poco a exceso de intervencionismo del Estado sobre las libertades reproductoras de los ciudadanos. Pero,tampoco es mucho peor que la del intervencionismo del Estado sobre el derecho de las mujeres a llevar a término o no un embarazo.
Al fin y al cabo, ¿por qué deben solo las mujeres sufrir las consecuencias de la Protección de La Vida del Concebido? La mejor manera de evitar el aborto es previniendo los embarazos no deseados, y hay que reconocer que los varones juegan un papel esencial a la hora de causarlos.
Confío en que,tanto nuestro Ministro de Justicia como otros defensores del derecho a la vida de los Concebidos, apoyen mi propuesta. De lo contrario, podríamos acusar les de tener deseos de controlar y restringir los derechos de las mujeres, más que de querer proteger el derecho a la vida de nadie.