El 30% de la población barcelonesa es de origen diverso y de ésta sólo el 1% vota, según una de las candidatas a consellera. El antirracismo es bastante común en la lucha de quienes, siendo migradas, participan en estas elecciones.
La migración no es, esta vez, uno de los temas relevantes en los discursos electorales de las candidaturas al Ayuntamiento de Barcelona, tal como sí pasa con la inseguridad, la limpieza de la ciudad, el turismo, la política de islas libres de automóviles en la ciudad, según lo observado en el Debate electoral organizado por los medios públicos TV3 y Catalunya Ràdio, en el que participaron sólo siete candidatos y candidatas que se enfrentarán en los comicios de este 28 de mayo.
Tampoco se habló de la situación de las mujeres ni de la violencia machista, salvo alguna referencia que hizo una de las candidatas, sin ser el tema central ni entrar en el debate en el que participaron representantes de los siete partidos que actualmente forman parte del concejo municipal: Xavier Trias (JxCat), Jaume Collboni (PSC), Ada Colau (Barcelona en Comú), Ernest Maragall (ERC), Daniel Cirera (PP), Eva Parera (Valents) y Anna Grau (CS); aunque también podrían haber estado quienes, según las encuestas, tiene posibilidad de ingresar tras estas elecciones: Víctor de Oro-Pulido (Vox) y Basha Changue (CUP).
Que no se hable de la migración podría tener interpretaciones contrapuestas. Por una parte, es una buena señal que no se la use en los discursos electorales mostrándola como negativa y perjudicial, tal como pasó en anteriores elecciones especialmente desde partidos de derecha; por otra, el hecho que no se la nombre da a pensar que no es una población que interese ser captada, pese a su importancia en una ciudad con personas de muchos orígenes.
“Yo espero que todos (la gente migrada) salgan a votar, las estadísticas dicen que de cada 10 personas que pueden votar sólo una vota entre la gente migrada. Hay que movilizar a esas otras nueve que no salen a votar, que piensan que el tema político no les interpela, quienes consideran que, ya que los políticos no hacen nada por ellos, entonces por qué se van a tomar el tiempo de votarles”, señala, en una entrevista en el portal Bolpress.com, Ruth Gabriel, de origen boliviano, Consejera Municipal del Distrito de Sant Andreu y que forma parte de las listas en la candidatura de Ada Colau.
Gabriel también da otro dato: que en Barcelona el 30% de su población es de origen diverso, por lo que tomar en cuenta su perspectiva como persona migrada o extranjera, sus problemas, necesidades e intereses es relevante para cualquier política pública, además de sus votos.
Los y las candidatas que participaron en el debate de los medios públicos catalanes en su totalidad son de origen catalán o español, aunque en el conjunto de partidos con posibilidades de obtener votos para acceder al concejo y como cabeza de lista está sólo una mujer que es negra, en la CUP. Basha Changue, de padre guineano y madre cordobesa, es actual diputada en el Parlament y antigua concejala en Moià.
“Poner a una persona con mi corporalidad y mi discurso al frente de la candidatura de la CUP en Barcelona es una declaración de intenciones y esto levanta polvareda, porque remueves una calma que existía con la invisibilización constante de una parte de la historia. Al hacer este discurso pongo de manifiesto la necesidad que tenemos de revisar todo lo que debemos revisar para construir la república que estamos construyendo”, señaló en una entrevista con el diario Público.
Basha Changue es, además, afrofeminista y activista antirracista. El antirracismo y el feminismo es también parte fundamental en la lucha y actividad diaria de Ruth Gabriel que lleva en la piel las características de una mujer andina.
Gabriel señala que forma parte del eje antirracista de Barcelona en Comú “intentando que se visibilice el racismo institucional, las leyes que impiden a las personas decidir sobre sí mismas sobre el trabajo y otros aspectos de su vida”. Cree que “los gobiernos deberían ser una representación de su población” ya que, según ella, muchas personas dicen “yo no veo representación mía, de mi color, en los cargos del Ayuntamiento”. Además, se muestra crítica con el feminismo blanco que “piensa en la igualdad de oportunidades para ascender a ciertos espacios de poder, cargos de dirección en los que la mujer no está representada… en la ruptura del techo de cristal; pero encontramos mucho a faltar que no se hable de esas mujeres que sostenemos que esas otras mujeres puedan llegar a esos espacios de poder, que son las mujeres que están cuidando a sus padres, a sus niños o limpiando sus casas. De alguna manera sacrificando su proyecto de vida y sus sueños para que otra mujer pueda hacerlo”.
