Desde la toma de posesión del nuevo presidente de México, en diciembre pasado, ya han asesinado a una decena de periodistas, una profesión que se ha convertido en un trabajo letal y de alto riesgo. Un informe acabado de presentar en Barcelona explica cuantas son y cómo se realizan las agresiones a las mujeres periodistas en ese país.
“Después de quince días de vivir escoltada, me convencieron y salí. Los primeros días pasaron en cámara lenta, como si estuviera anestesiada”. Quién así se expresa, es Patricia Mayorga Ordoñez, periodista mexicana de Chihuahua, desplazada primero a la ciudad de México (6 de abril de 2017) y desde el 2 de mayo del mismo año, a la capital peruana, Lima. Pero, allí “la anestesia pasó y la herida comenzó a doler más”, según ella explica en el prólogo del informe ‘Herencia de un sexenio: Simulación y desplazamiento. Violencia contra las mujeres periodistas 2012-2018’.
La directora de CIMAC, Lucia Lagunes, con el Informe
A Mayorga, “desde el día que asesinaron a (la periodista y amiga) Miroslava Breach Velducea, el 23 de mayo de 2017, amigos, organizaciones civiles de defensa de periodistas y hasta autoridades, me pidieron irme de Chihuahua y del país”. La razón fundamental es la violencia y la impunidad estructural de ese país, o como le explicaba a esa periodista el doctor en psicología e investigador sobre violaciones de Derechos Humanos en Centroamérica y Colombia Carlos Beristain “el desplazamiento forzado es un signo de guerra y también el problema más difícil de reconocer para un gobierno porque sería aceptar que, justo, hay guerra”. Eso pasó en Colombia hasta hace poco tiempo y está ocurriendo en México desde hace bastante, doce años o dos sexenios: el tiempo de dos presidencias en México.
El país más letal, pese a tener instrumentos para evitarlo
La espiral de la violencia contra las personas y la tremenda crisis de seguridad ya se inició con el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), que puso en la calle al Ejército para controlar el crimen organizado y sólo aumentó el número de asesinatos de civiles. Pero con el reciente sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), “se incrementaron un 341% las agresiones a las mujeres periodistas” en México y entre esos años ha habido 422 casos (8 feminicidios) y ha afectado a 31 de los 32 estados federales. Porque continúa “la impunidad e inoperancia institucional” y por eso México sigue siendo “el país más letal, a pesar que ya tiene muchas herramientas legales para evitarlo.”
Lucia Lagunes y Majo Siscar durante la presentación en la Llibreria Contrabandos
Así lo señalaba Lucía Lagunes Huerta, directora de CIMAC (Comunicación e Información de la Mujer A.C.), la Agencia de Información con perspectiva de género que ya ha cumplido 30 años, en la presentación de ese Informe, el día 7 de mayo en la librería ‘Contrabandos’, en el Raval barcelonés. Allí se estableció un sugestivo diálogo cargado de datos y experiencias entre la directora de CIMAC y Majo Siscar Banyuls, autora del libro ‘Tremendes‘ *, que ha vivido y trabajado una década en México. Este viernes en el Col.legi de Periodistes de Catalunya, se celebra un desayuno trabajo con el epígrafe El silencio no es opción en el que, además de Lagunes habrá otras expertas mexicanas.
Además de Chihuahua, el estado de la ‘desplazada’ Patricia Mayorga, fronterizo con Estados Unidos, (conocido internacionalmente por los feminicidios a muchachas jóvenes en Ciudad Juárez), hay otros estados muy peligrosos donde las periodistas han tenido que protegerse o marcharse: Veracruz, Guerrero, Oaxaca y Tamaulipas. También ocurre en la Ciudad de México, pero en ese caso, indicaba Lucía Lagunes, los porcentajes subieron en especial por dos actos políticos concretos: una manifestación contra el presidente Peña Nieto en 2012 y la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador, el nuevo presidente, el 1 de diciembre de 2018, cuando se registró un índice enorme de mujeres agredidas mientras realizaban su trabajo periodístico. Eso también ocurrió en muchas campañas políticas del estado de Puebla en 2018. Esos estados, además del de Sinaloa, son también los que registran más asesinatos de periodistas, hombres y mujeres en ese tiempo estudiado por el Informe (ver foto-cuadro).
El número total de periodistas asesinadas en el mapa de sus estados
Sexualización de la Violencia contra las periodistas
Pero las agresiones a las mujeres periodistas tiene connotaciones específicas de género que los agresores no llevan a cabo con los hombres. Hay una ‘sexualización de la violencia’, indicaba Lagunes: “entran en sus casas, y remueven la ropa interior de sus armarios” para demostrar que han violado su intimidad; defecan en sus baños y dejan ‘su marca e intimidades’; las amenazan con la violación”. O lo que quizás es peor, “las amenazan con revelar sus domicilios en las redes sociales ‘invitando’ a otros a violentarlas”.
Por otra parte, “la mujer periodista sufre un prejuicio sexista” porque cuando es agredida se atribuye a su relación personal y no al tema que investigaba. Eso se demostró claramente, señaló Lagunes, con el asesinato en Xalapa en 2012 de Regina Martínez, la corresponsal del diario La Jornada en ese estado de Veracruz. Ella sufrió una posterior “desacreditación y estigmatización, al ponerse en duda su profesionalismo con la introducción de tintes personales”, en la investigación y “porque los compañeros no se solidarizan”, añadía.
A veces es la propia ‘comunidad’ o los compañeros son los que inician esa ‘campaña de desprestigio’, afirmaba Lagunes y, de esa forma, “se ignora su trabajo de labor social y democratización”, especialmente el que realizan en las comunidades de los diferentes estados.” De ahí que, de los distintos tipos de Violencia que se recogen en el Informe sobre las mujeres periodistas, la psicológica (87,68%), con todo tipo de amenazas a la persona y a su entorno, supera a la física (35,07%).
Existe también contra las periodistas “otra violencia, por el efecto expansivo que provoca en sus propias familias” que se ven afectadas y les indican que “es por tu culpa” o “por tu trabajo”. De modo que se ven doblemente afectadas: además de la violencia sexista, sufren el entorno machista familiar y social.
Nombres y fecha de algunas de las asesinadas de 2012-2018 en México
Los ‘agresores tipo’ son los funcionarios del Estado
Y quién las agrede? Le preguntaba Majo Siscar en la presentación. Los funcionarios, civiles o militares. “Un 56% son agentes del Estado, (federal, estatal o municipal), que cuando se ven descubiertos (en malas praxis) utilizan el aparato del Estado a su favor” explicaba Lagunes. Es decir, los ‘agresores tipo’ son institucionales, por eso el Informe señala que las periodistas más afectadas son las que cubren la Fuente política (73,40%). Los temas que las ponen más en peligro, señalaba la directora Lagunes son “la búsqueda de desaparecidos y feminicidios, los casos de corrupción y los procesos electorales”, aunque ninguna fuente está exenta de riesgo”, afirmaba.
Se han dado casos, incluso de ‘fotomontajes’ de periodistas teniendo relaciones sexuales con funcionarios, explicaba Lagunes, como “una forma de burlarse de ellas y como campaña de desprestigio y estigmatización”. Y “las empresas de comunicación no se responsabilizan”, recordaba, porque el entorno es de precariedad laboral: “te asignan un número de notas periodistas, pero sólo te pagan las que publican”. Muchas de ellas “son periodistas ‘freelance’ que, además de ponerse ellas mismas en riesgo, utilizan sus autos, sus medios y sus propios teléfonos”.
El Informe señala que las reporteras es la categoría periodística que sufre el mayor número de violencias (74,64%). “Te juegas la vida y por eso, sales del entorno, por las amenazas directas o a los hijos e hijas” afirmaba la directora de CIMAC. Según los académicos, es “un homicidio o asesinato social” porque dejan el lugar en la sociedad y se interrumpe su labor”. Y el desplazamiento, “es un desarraigo, porque ellas tratan de reinventarse y encontrar un trabajo de periodistas”, pero, muchas veces, se convierte en “un aislamiento familiar y laboral”, porque no las quieren en otros medios.
Antes del diálogo y la presentación del Informe, se mostró un vídeo con declaraciones de periodistas de distintos estados mexicanos en los que algunas expresaban su deseo de continuar con su profesión, pese a las dificultades personales y sociales que deben enfrentar. Una periodista de “Guerrero, de donde han surgido todas las luchas por la dignidad de México”, según sus palabras, afirmaba que ella tenía 3 razones para ejercer el periodismo: por amor a la escritura, por amor a mi Estado y por el orgullo de saber que documento la historia”.
* Majo Siscar Banyuls, amb el seu llibre Tremendes. Lliçons de lluitadores llatinoamericanes (edit. Pruna llibres), un recull d’històries de dones de Mèxic, però també de El Salvador, Hondures i Colòmbia.
