El Fallo del tribunal de Segunda instancia de Oporto, en Portugal, que deja sin efectos penales a dos maltratadores por el secuestro y agresión a una mujer, tiene a la sociedad portuguesa indignada.
La decisión pone en la palestra pública la forma como algunos funcionarios encargados de administrar justicia violan los derechos humanos y manejan a su arbitrio temas tan delicados como la violencia machista.
El magistrado, autor del Fallo, no solo minimiza la paliza que propinaron los dos hombres a la mujer, sino que victimiza y justifica la violencia por tener relaciones extramatrimoniales. Argumenta su decisión invocando un obsoleto Código Penal de 1886 y capítulos de la biblia que contextualizan la gravedad moral del adulterio.
Los hechos de la sentencia que deja sin consecuencias penales a los dos hombres del fallo, emitido en primera instancia, por el Tribunal de Felgueiras y que motivaron la denuncia de la Fiscalía portuguesa, ocurrieron en el 2015, cuando la mujer dio por terminada la relación que mantenía con un hombre estando casada. El amante ofendido la secuestró y la puso en evidencia frente al marido que terminó por acabar la relación y luego ayudó al examante a propinarle una paliza con tal sevicia (le pegaron con un mazo lleno de clavos), que le debieron dejar lesiones físicas y psicológicas de por vida.
El tribunal de Primera Instancia de Felgueiras condenó al ex marido y al ex amante a penas de prisión de un ano, pero luego las suspendió y a cambio les condeno a pagar una sanción pecuniaria, la más leve de las sanciones penales, por lo que la Fiscalía consideró que la pena suspendida era inaceptable y apeló la sentencia con la expectativa de que el Tribunal de Segunda Instancia de Oporto fallara en Derecho y no basándose en creencias personales
Los argumentos en las conclusiones de la Sentencia evidencian una tendencia claramente machista, retrograda e irresponsable. El dictamen emitido el 11 de octubre y que salió a la luz pública este lunes 23, manifiesta en los considerandos, que: “El adulterio a la mujer es un gravísimo atentado al honor y la dignidad del hombre. Existen sociedades en las que la mujer adúltera es lapidada hasta la muerte. En la Biblia podemos leer que la mujer adúltera debe ser castigada con la muerte”.
La indignación que ha causado la polémica sentencia ha llevado a numerosas organizaciones de mujeres y a la Plataforma portuguesa por el Derecho a las Mujeres, entre otras, a considerar presentar una queja formal ante el Consejo Superior de la Magistratura de Portugal contra el Magistrado en cuestión.
Fallos como estos ponen en entredicho la calidad de los funcionarios encargados de administrar justicia en casos relacionados con violencia machista, no solo en Portugal sino en muchas partes del mundo.
Los hechos que motivan las denuncias, muchas veces no se tienen en cuenta, no solo por desconocimiento en la clasificación del delito, sino por cuestiones culturales, morales y/o religiosas. De ahí la importancia de la permanente capacitación al funcionariado; magistrados, jueces y fiscales deben garantizan el principio jurídico del debido proceso, para asegurar un resultado justo y equitativo.
¡Así las cosas, el magistrado del Tribunal de Segunda Instancia de Oporto, tiene un grave problema ético, al emitir un fallo que incita a la violencia y a la propagación de actitudes machistas que perpetúan el papel represivo que ha tenido la mujer!
