OPINIÓN
Frente a la noticia del asesinato del poderoso “numero dos” del regimen iraní, el general Suleimani, decisión tomada desde un campo de golf por un presidente bajo proceso de impeachment, algunos millones de seres humanos en el mundo lloran, otros se sienten aliviados, y todos los demás probablemente tiemblan.
Pues tal decisión fue como lanzar dinamita en la polvareda de Oriente Medio, como comentó el ex vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden, y estimular una escalada de retorsiones de imprevisibles consecuencias.
En este preocupante panorama, que deja perpleja y dividida también la Comisión Europea, podemos señalar las reflexiones de una joven académica y activista kurda, feminista y poeta, creadora del blog The Middle Eastern Feminist, Hawzhin Azeez, que no sólo rechaza el dualismo maniqueo pro-Estados Unidos o pro-Irán, sino que toma en cuenta los múltiples matices de la situación regional.
En “Reflection of a kurdish feminist”, Azeez afirma que Irán tiene un régimen segundo tras China en cuanto a ejecuciones de disidentes, artistas, feministas y activistas de Derechos Humanos.
Es cierto, Suleimani ha luchado contra ISIS, pero ha reprimido las aspiraciones democráticas de kurdos, sirianos e iraníes. Y las aspiraciones de las mujeres a ver reconocidos sus derechos.
Una de sus hazañas ha sido enviar silenciosamente a Siria 50.000 militares para sostener Assad, (que en 8 años ha matado 400.000 civiles y obligado 9 millones de sirianos a huir), en Yemen apoyando los Houthi, en Libano armando Hezbollah etcétera.
Por cierto favorecía el nacionalismo iraní, pero a partir de la visión de los ayatollah, que oprime la mujer. Suleimani ha sido sustituido por Esmail Ghani, aún más conservador, y el futuro de la ciudadanía iraní, ya sacrificada por las sanciones estadounidenses, es oscuro.
¿Qué desea la mayoría de ciudadanos y ciudadanas del Oriente Medio, en especial de Irán e Iraq? Según Azeez, en Irán no quiere una guerra que haría enormes daños a su país, a pesar del descontento hacia el régimen de los ayatollah. Y seguramente, no quiere que se repita la experiencia de Iraq, donde la eliminación de Saddam en 2003 llevó a la descomposición del estado, el surgimiento de ISIS, y el genocidio de los Yazides entre otros horrores.
Azeez ha elaborado sus opiniones que inspiran al feminismo, a la liberación kurda, al confederalismo democrático, a partir de una trayectoria de vida bastante dramática y compleja, pero también con experiencias que le permitieron ampliar sus perspectivas.
Nacida en el Kurdistan iraquí durante la primera Guerra del Golfo entre Irán-Iraq (1980-1988), en una familia que tuvo que refugiarse en cuevas para huir de los bombardeos iraníes e iraquíes, pasó ocho años en Irán, como ciudadana pobre y sin derechos, hasta que su familia fue acogida en Australia como refugiada política en 1994. Allí Azeez pudo estudiar y conseguir un doctorado con ciencias sociales, cuestionando a nivel personal el patriarcado conservador de la comunidad tradicional kurda. Sucesivamente regresó al Oriente Medio a involucrarse en las protestas de los kurdos, que habían salido a las calles en las cuatro regiones ocupadas y también en las calles de Europa, América y Canadá, reivindicando su derecho a una patria regida democráticamente por hombres y mujeres. Siguió de cerca la resistencia de Kobane, en el norte de Siria, el heroísmo de hombres y mujeres de las YPG (Unidades de Protección del Pueblo Kurdo), y las Unidades de Protección de la Mujer (YPJ) contra el Estado Islámico (ISIS), mientras este usaba como esclavas sexuales las mujeres Yazidi.
Entre 2015 y 2018 Azeez se mudó a Kobane participando en la Junta de Reconstrucción de la ciudad. Allí escribió un Diario de guerra, mientras seguían los ataques y masacres por parte de ISIS en la región. Fue testigo también del renacimiento de Kobane y del surgimiento del Confederalismo Democrático y la Revolución de Rojava de primera mano. Gran parte de su poesía refleja estas experiencias, los traumas de los oprimidos y los apátridas, el valor y la resistencia de las mujeres.
En el blog “The Middle Easter Feminist” que aparece en Facebook hay una reflexión que impacta por su sencillez y contundencia.
“La diferencia entre yo, iraní, y tú americano/a, es más pequeña que entre yo y mi gobierno y tú y tu gobierno”. Justamente por eso la guerra que declaran los gobiernos, pero afectando las poblaciones, es lo más espantoso y absurdo que se pueda dar.
