Josune Muñoz
Nació en 2003 con el objetivo de crear una ventana desde la que asomarse a la creación literaria, cultural y artística de las mujeres. Skolastika, servicios literarios () es una iniciativa que (tómense a guasa el tópico) solo una de Bilbao sería capaz de montar y sacar adelante.
Son muchos años compartiendo literatura y pincho-potes, conversaciones íntimas y sesiones de trabajo. Entrevistar a Josune Muñoz no va a resultarme fácil ni, probablemente, tan divertido como cuando hicimos juntas el artículo Sonrisas de tinta, aparecido en Las HumoristAs. Ensayo poco serio sobre mujeres y humor.
Joseba Muñoz al medio.
Yo, más que por Skolastika, te preguntaría ¿cómo cabe tanta energía en metro y medio de estatura?
Cuando la indignación por tantos siglos de invisibilización encuentra un canal creativo suele liberar mucha energía, al menos en Bilbao. Creo que había una fórmula matemática: energía = Indignación + Creatividad ¿No era algo así?
Pues, ahora mismo, no caigo, pero algo tendrá que ver esa fórmula con Skolastika. ¿Explícanos cómo y por qué nació?
Todo empieza en la Universidad, cuando haces la carrera de filología vasca y no estudias ni una sola autora. Hablamos de los años 80, finales. Como yo sabía que había autoras euskaldunes y tenía mucho interés por estudiar crítica literaria feminista, me puse a investigar a esas autoras. Tampoco existían departamentos de estudios de género en el Estado Español, así que lo que he ido haciendo ha sido llenar huecos. No se daban autoras, había que tener autoras, no se miraba con una mirada de género, había que hacerlo.
Pero Skolastika es una iniciativa privada.
Sí, ninguna institución ha estado interesada en crear un espacio parecido y, lo que es más terrible, al ser una empresa privada no recibe ningún tipo de subvención ¿Te imaginas la energía si a la fórmula le añadiéramos la variable subvención?
¡La bomba!
Aún así, te diré que no todo es energía. Para que pudiera crearse Skolastika confluyeron dos circunstancias. Por una parte, se creó en Bilbao el Emakumeen Dokumentazio Zentroa (Centro de Documentación de las mujeres), y por otra, el ayuntamiento puso en marcha otro tipo de cursos para las mujeres que no eran macramé o costura. Entonces ofrecí “Historia de la literatura de las mujeres”, un curso resumen de lo que había estado investigando Ahí empezó a cobrar forma el sueño.
¿Y como empresa de servicios literarios?
Nace 9 años después, cuando tras trabajar en unas condiciones laborales pésimas, con mi segunda maternidad, descubro que no tengo derecho ni al paro ni a estar de baja… hubo una importantísima motivación económica que tuvo que ver con salir de la precariedad laboral.
Pero no es solo la necesidad la que nos lleva a reinventarnos la vida, a crear alternativas; detrás de Skolastika hay visión empresarial, análisis histórico y de mercado y, sobre todo, ideología.
En realidad, confluyeron tres factores: mi sueño, mi deseo y la necesidad de muchas mujeres. La demanda de un espacio como Skolastika ya existía, por eso ha funcionado. Lo triste es que esa demanda la haya tenido que cubrir yo.
Entonces, tú, en ese momento, alquilas un local y montas este Centro de Servicios Literarios, así, a lo grande, a la bilbaína.
Sí, me tiré un año preparándome con un servicio para la creación de PYMES, que tenía el Ayuntamiento de Bilbao y me arriesgué. En un principio, no era muy ambiciosa. Quería algo que me permitiera vivir dignamente, a mis hijos y a mí, y la idea, en un principio era, sobre todo, dar clases.
Ahora Skolastica ofrece un amplio abanico de jornadas, cursos, talleres, exposiciones, conferencias y un largo etcétera cultural enfocado a difundir la obra de las mujeres, tanto en castellano como en euskera.
¡Y mira tú en lo que se ha convertido!
Descubrí que había muchas posibilidades de acercar la literatura y la cultura de las mujeres más allá del formato curso. Al final, Skolastika se ha convertido en una empresa que ofrece todo tipo de servicios literarios a la carta.
¿Es decir?
Cursos, dentro y fuera de Skolastika; charlas, seminarios, artículos, ponencias, exposiciones… Lo que más demanda tiene son las conferencias, que variamos según las peticiones del momento, (lo que está de moda, por decirlo rápido,) o lo que a mí más me interesa trabajar: bestsellers, autoras como Atwood o Morrison, el mito del amor romántico, etc.
El éxito de Skolastika demuestra hasta qué punto, las mujeres están ávidas de conocimiento, de información de calidad y de buenos servicios con visión de género.
Una de les activitats a la Skolastika.
Cuando dices cursos te refieres tanto a los que das tú como a los que gente externa viene a dar.
En Skolastika hay dos tipos de cursos, mayoritariamente están los que doy yo, que son de formación en crítica literaria feminista, y luego hay otro tipo de cursos que tienen más que ver con la escritura creativa i que dan autoras como Virginia Imaz, Laura Freixas o tú misma.
Un honor formar parte de este proyecto. Más sabiendo que por Skolastika pasan figuras tan ilustres como Dolores Juliano, Marika Vila o Rosa Montero.
Aprender de las grandes amplía nuestra mirada. Esas autoras nos aportan su experiencia y nos enseñan a cuidar el saber femenino como herramienta de empoderamiento para las mujeres. Conocer nuestra cultura y compartir ese saber ha ayudado ya a cientos de mujeres a tomar las riendas de su vida.
O sea, que ¿hay una función social detrás del proyecto Skolastika?
¡Claro, también está en la fórmula! ¿Cómo una empresa feminista no iba a tener una función social? Ahí hemos sido muy ambiciosas. Trabajamos por la recuperación de la literatura de las mujeres, pero también desmontando el amor romántico o las violencias contra las mujeres. En esta faceta nos han ayudado mucho el cómic y las nuevas series de televisión. Además, nos han llevado a las aulas de la enseñanza media. Trabajar con adolescentes, otro deseo cumplido.
Como empresa de servicios literarios se ha ido adaptando a la demanda. Empezó con 40 m2., y ha tenido que ir ampliando espacio para albergar una biblioteca única.
Tienes un fondo documental impresionante, sobre todo la KomiKteKa de la que Skolastika está tan orgullosa.
Sí, es cierto, estamos muy orgullosas. Cuando empecé a ofrecer servicios de crítica literaria feminista, el fondo literario con el que trabajamos no existía en las bibliotecas, era muy difícil de encontrar. Como empresa feminista queríamos crear capital cultural feminista, es decir, cultura de mujeres al alcance de las mujeres, que hemos concretado en una biblioteca de literatura con más de 5.000 volúmenes, una komikteka con más de 2000, y una colección de arte.
¡Es verdad, la colección de arte!
Desde el comienzo queríamos ampliar nuestra aportación de palabras con imágenes. Son casi 100 piezas creadas por mujeres, mayoritariamente jóvenes y vascas, que incluyen grabados, serigrafías, collages, esculturas, dibujos… las temáticas tienen que ver con lo que reflexionamos y analizamos. Piezas en torno a la menstruación, por poner un ejemplo. Esta colección se presta por un precio simbólico, cubrir gastos y poco más.
La poeta Jacarandá Disidente, alumna de Skolastika, dice que es como el Lyceum Club pero en versión vasca: “No es una clase magistral vertical donde somos vasijas vacías sino un compartir lectura con otras mujeres y otras identidades desde una metodología muy interesante. Esa mirada de crítica literaria te hace profundizar en los libros”.
Jaca me habló del método Skolastika.
El formato de Skolastika quería recuperar una transmisión de conocimiento horizontal. Se diseñó como una mezcla entre los salones literarios y el Lyceum Club. La literatura de las mujeres, aunque corre paralela a la de los hombres, es otra. Para traer esa “otredad” al centro se necesitaba una metodología nueva. Tenía que ser rigurosa, capaz de formar de manera ordenada y evaluable; horizontal, para incorporar la mirada y reflexiones de las alumnas; multidisciplinar, para entender las causas tanto de la creación cómo de la exclusión literaria; inclusiva, que en literatura significa capacidad de analizar textos de cualquier época y espacio: mujeres medievales, afroamericanas, euskaldunes, Senegalesas… todo un reto.
¿Trabajáis todo tipo de textos?
Sí. La crítica literaria feminista postcolonial es una disciplina académica muy exhaustiva y avanzada. Permite analizar toda la literatura oral, poesía, relato, ensayo, novela… y dos de nuestras espacialidades: la literatura de las mujeres no occidentales y la autobiografía femenina. Esto es la teoría, pero como trabajamos a la carta, acudiremos a donde se nos llame para hacer la práctica. No puedo contarlo todo aquí.
Cuenta, al menos, una anécdota curiosa.
Cuando una mujer entra por primera vez en Skolastika y ve su biblioteca suele preguntar ¿Te los has leído todos? o ¿De verdad son todos de mujeres? Cuando entra un hombre la pregunta suele ser ¿Son todos tuyos? ¡Aquí hay un dineral!
Josune se ríe, algo habitual en ella, como el uso de adjetivos grandilocuentes cuando se refiere a la obra de las mujeres que investiga, analiza y transmite. Me he pasado toda la conversación esperando que dijera “una obra magnífica”, “un material fabuloso”, “una artista extraordinaria”. No han salido. Obligado es finalizar este encuentro afirmando que Skolastika es un centro fabuloso con una oferta cultural magnífica; algo extraordinario en nuestros días.