OPINIÓN
Con verdadera preocupación muchas mujeres venezolanas recibimos la noticia de que el gobierno daría una subvención a las adolescentes embarazadas… pero hacer una crítica, ante tan populista medida, implicaba recibir todo tipo de insultos y descalificaciones por, supuestamente, estar en contra de las jóvenes madres de escasos recursos.
Los resultadosestán a la vista en la calle y en cualquier medio de transporte público: un número alarmante de madres-niñas con abultadas barrigas o con niños en brazos.
Tantas ayudas y prebendas que se le daba (y se le dan) a las clases más desposeídas para que sigan mal viviendo, se pensaba que eran las que hacían que el llamado pueblo revolucionario votara por el chavismo y les permitía seguir ganando elecciones. Pero los pueblos son más inteligentes que sus dirigentes.
La indignidad de las colas interminables para comprar alimentos básicos, la escasez casi total de insumos médicos y medicinas, los hospitales sin realizar operaciones quirúrgicas, la inflación diaria en supermercados vacios de los productos más elementales como pasta, leche, harina, huevos; desodorante, champú, jabón para lavar… La delincuencia desbordada. Todo contribuyo a que esta vez el pueblo venezolano votara en contra del populismo y las mentiras.
Todavía hay gente que cree que Venezuela redujo la pobreza o que acabó con el analfabetismo, y todavía hay gente que piensa que el populismo de izquierda resuelve las desigualdades sociales… aunque una y otra vez hemos denunciado la precaria situación social y económica que padecemos. Denuncias por los medios internacionales, por las redes sociales, porque en el país no quedan medios privados libres, absorbidos por el gobierno a fuerza de multas, sanciones y compras encubiertas.
Se crearon leyes de protección a la mujer pero ¿dónde se denuncia la violencia de género? Si ni siquiera valen las denuncias por violencia callejera. Las muertes mensuales por arma de fuego superan con creces los fallecidos en el ataque terrorista a Francia.
Ganar las elecciones parlamentarias por la oposición, con mayoría calificada, no significa que la situación cambie radicalmente y mucho menos de un día para otro. El poder Ejecutivo está en manos del chavismo, prepotente, amenazante, incitando a que salgan a la calle los colectivos de motorizados armados. Y la oposición tendrá que ser inteligente, no caer en provocaciones ni revanchas, propiciar el dialogo, trabajar para un futuro mejor.
Lo positivo: ya el país no está dividido a 50-50; como nunca estuvo dividido entre mujeres y hombres. Ahora se le ha dado voz a un 75 por ciento de hombres y mujeres que se oponían a la arbitrariedad, la corrupción y a las dadivas indignas.