En las elecciones del próximo primero de julio en México, 43 millones 619 mil mujeres podrán ir a las urnas; el 38 por ciento parece preferir al candidato del antiguo partido de Estado – el viejo PRI-; apenas el 21 por ciento prefiere al candidato de la social democracia y 24 por ciento a la única mujer que aspira a la presidencia.
Y aunque los partidos políticos esta vez -mediante un juicio- cumplieron con la cuota de género a que obliga la ley, un 40 por ciento de esas candidaturas, jugarán en distritos electorales de alta dificultad, por lo que disminuye la posibilidad de ganar. Quienes están en las plurinominales, que esta vez cumplieron con poner a un hombre y a un mujer, en cada sitio, dependerán de los votos de cada partido.
Encima la Procuraduría General de la República ha identificado 100 zonas de alto riesgo electoral, debido al crimen organizado y la exaltación juvenil no cesa. El Movimiento Yo soy 132 puso entre los primeros 10 puntos de su agenda el tema del aborto y la agenda de las mujeres. Pero ese movimiento desconfía del sistema y se opone a que vuelva el antiguo régimen. Es una incógnita cómo votarán y por quién.
En ese contexto las mujeres feministas, que entre 1989 y 2009 alzaron su voz, buscaron una bancada feminista en cada elección y llegaron a hacer un plan de igualdad, hoy estuvieron desarticuladas y sin poder. Ninguna feminista autónoma logró ser colocada en las listas. Sólo dos o tres plenamente identificadas con un partido, de todas formas se espera un repunte en la representación al Congreso y la única candidata a un gobierno local, la dan como perdidosa las encuestas hasta ahora. Se llama Ma. Elena Orantes y postulada por la socialdemocracia, busca el gobierno en Chiapas.
No es la debacle, me dijo una mujer de la élite política, ex secretaria de Estado, porque están las candidaturas y un movimiento llamado Mujeres en Plural cuidará de que lleguen, a pesar de todo.
Silvia Hernández, que además de alta funcionaria de la administración, fue 3 veces senadora, consideró que si llegan las 120 diputadas y las senadoras previstas, actuarán juntas para que no disminuyan los derechos ganados. Confió en los avances y ella misma argumentó frente al Tribunal para que los partidos políticos cumplieran con el cupo.
Pero la ex gobernadora de Yucatán, Dulce María Sauri, ex dirigente nacional del antiguo partido de Estado, me dijo que de ganar el candidato de su partido, conservador y de origen opusdeista, el futuro para las libertades fundamentales y el de la agenda de género estará en riesgo. Eso augura una nueva pelea. El tema es el aborto y los derechos sexuales y reproductivos; el avance real en la representación femenina y el laicismo.
La sensación de que nos invadirá el pasado, fue expresada por otras mujeres de la élite política que entrevistadas sucesivamente en las últimas semanas en mi programa de televisión, es que “no vamos a avanzar” y se agudizó porque la ex jefa de gobierno del Distrito Federal, Rosario Robles, ex militante del partido socialdemócrata se unió al candidato del pasado, junto a otras mujeres que a lo largo de dos décadas lucharon por la agenda feminista.
Ese podría ser el resumen, mientras las casas encuestadoras, de todo tipo, le dan la ventaja a Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional, ligado a lo que aquí se define como “podres fácticos” y quien abandera los intereses del duopolio televisivo, contra el cuál se alzó la protesta juvenil que durante las últimas semanas, como me declaró la ex gobernadora de Zacatecas, la feminista Amalia García, introdujeron el aire fresco que las campañas necesitaban. No obstante no hay nada plenamente definido.
La ventaja de Peña Nieto, según las encuestas de apenas el martes 19, es hasta de 10 puntos sobre el candidato socialdemócrata Andrés Manuel López Obrador y la candidata del partido gobernante, Josefina Vázquez Mota está colocada en el tercer lugar, con 25 por ciento de la intención del voto, a quien, también me dijo Dulce Ma. Sauri, abandonó su partido y su campaña estuvo rodeada de altibajos y falta de estrategia.
Lo cierto es que las elecciones del primero de julio, no ofrecen grandes cambios en la política nacional; ningún candidato hasta ahora ha hecho críticas reales a la política del presidente saliente Felipe Calderón, cuya estrategia ha dejado 60 mil muertos y en su gobierno se asesinaron a 18 periodistas.
El temor a la violencia
En los estados donde se ha realizado el mapeo de riesgos electoral, las organizaciones criminales que llevan a cabo diversas operaciones son Los Zetas, el cártel del Golfo, el cártel de Sinaloa, el cártel de Juárez, el de los Beltrán Leyva y Los Caballeros Templarios.
Para el director de la facultad de Derecho y Criminología de la Universidad Autónoma de Nuevo León, José Luis Prado Maillard, los municipios son las zonas más vulnerables en la jornada electoral del primero de julio, toda vez que no sólo se elige al Presidente de la República, sino a diputadas y diputados locales y presidentes y presidentas municipales, personajes que son piezas clave para llevar a cabo la operación ilícita de las organizaciones criminales.
“Existe un gran riesgo de que en algunos municipios pueda vulnerarse la jornada electoral por las acciones de los grupos criminales quienes pueden empezar a amenazar o amedrentar para obtener los resultados que ellos necesitan para facilitar sus operaciones ilícitas”, dijo el especialista José Luis Prado Maillard.
Lo grave es que no se respondió a Amnistía Internacional que envió a cada presidenciable una misiva exhortándolos a que hicieran explícitos los compromisos concretos en materia de derechos humanos. Y les pidió comprometerese a: Implementar una política de seguridad ciudadana integral que fortalezca la protección de las personas frente a la delincuencia y la violencia, garantizando la protección y respeto de los derechos humanos; Combatir la discriminación y la desigualdad y poner fin a los abusos contra las mujeres y niñas, los indígenas y las personas migrantes; y a Garantizar la seguridad y la protección de las y los defensores de derechos humanos y de periodistas. No recibió respuesta.
El aborto
Por su parte, y ante la ausencia de palabra y compromisos para las mujeres, el Pacto Nacional por la Vida, la Libertad y los Derechos de las Mujeres, conminó a los presidenciables a despenalizar el aborto en todo el país, por ser un acto de contundencia democrática y de derechos humanos que se traduce en suscribir de manera irrenunciable el compromiso para que las mujeres “vivamos una vida plena y en libertad. “
Y a pesar de que ” el gobierno conservador en alianza con la Iglesia Católica, ha mantenido una ofensiva contra los derechos humanos de las mujeres y la ofensiva conservadora se ha convertido en un crimen de Estado, que involucra a todo su aparato -dice la demanda- y la persecución es abierta y se legitima en leyes contrarias a los compromisos internacionales signados por México”, la campaña electoral guardó silencio.
Las cartas están echadas. El Primero de Julio sabremos quien gobernará, quién o qué partido controlará al Congreso de la Unión, donde también el antiguo partido, indican las encuestas, tendría 43 por ciento de la intención del voto.
El DF
En esta contienda. Lo único seguro, es que el Partido de la Revolución Democrática y sus aliados el Partido del [Trabajo y el partido Movimiento Ciudadano, todos de corte socialdemócrata continuarán gobernando.
Hasta ahora el candidato, Miguel Mancera, tiene, según esta ida y vuelta de las encuestas, el 63 por ciento de la intención del voto. Eso significa que la capital del país se mantendrá como una isla feminista y de garantías a las libertades. Difícil.
