jueves 07 noviembre 2024

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El valor primordial de los hechos logrado por las mujeres periodistas

 

Diario periodistas 1

 

Al riesgo al que se enfrentaban las mujeres por su profesión de comunicadoras, se le sumó el coronavirus.

 

La desigualdad y las violencias que ya vivían, se han recrudecido en tiempos de Covid-19, debiendo resaltar la crisis existencial que se manifestaba previamente en los medios de comunicación.

Al encontrarse muchas de las periodistas en la primera línea de cobertura informativa, se encuentran expuestas a perder la salud física, psicológica, emocional y hasta la vida, sin que las empresas periodísticas garanticen su derecho a contar con servicios médicos y con equipo de protección para prevenir los contagios.

 

 

El diario digita 1

 

Análisis del Instituto Reuters

Se determinó la desigualdad de género existente en el liderazgo en las salas de redacción, tomando una muestra en 240 grandes medios online y offline en 12 mercados de cuatro continentes.

Se pueden deducir, teniendo en cuenta el estudio, las siguientes conclusiones:

Apenas, un 22% de los puestos jerárquicos de los 240 medios de la muestra, están en manos de mujeres, pese a que las mismas conforman un 40% del total de los periodistas que ejercen la profesión en esos 12 mercados. El estudio se llevó a cabo sobre 180 puestos jerárquicos en las redacciones de los 240 medios cubiertos.

Los hombres concentran la mayoría de los puestos jerárquicos en 11 de los 12 mercados, incluyendo países como Brasil y Finlandia donde hay más mujeres que hombres ejerciendo el periodismo.

Mientras en Japón no se detecta ninguna mujer al mando en los principales medios, en Sudáfrica la mayoría de los líderes de las redacciones son mujeres. En 10 de los 12 mercados la cantidad de mujeres trabajando cómo periodistas es considerablemente mayor a la de mujeres que comandan medios.

Países como Alemania y Corea del Sur, que se hallan muy bien posicionados en el índice de igualdad de género de las Naciones Unidas, muestran muy pocas mujeres liderando organizaciones periodísticas.

Pese a que la industria se enfoca cada vez más en la falta de diversidad, durante el último año no se halla ninguna tendencia general de los medios hacia una mayor igualdad de género en los puestos directivos. En Sudáfrica el porcentaje de mujeres en el liderazgo subió de un 47% a un 60% en ese periodo, mientras persiste el dato curioso que en Japón en ninguno de los medios analizados se ubicó una mujer al mando.

Cómo conclusión se detecta que una clara mayoría de los medios están comandados por hombres y apenas uno solo de los mercados cuenta con más mujeres al mando Se sigue mostrando la circunstancia evidente que hay muchas más mujeres ejerciendo el periodismo que mujeres liderando los medios de comunicación en sus puestos jerárquicos.

Si bien es cierto que entre los nuevos medios incorporados al conjunto de datos muestran más cantidad de mujeres al mando, el número sigue siendo muy bajo.

 

 

Foto 2 diatrio digital

 

Editora de género

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, quedó muy claro que la brecha de género seguía siendo importante en el periodismo, no solo en referencia a salarios percibidos o puestos de responsabilidad, sino también en la forma de encarar la información.

Para poder ir eliminando esa manera de afrontar la noticia se construyeron en algunas empresas periodísticas la nueva figura de la editora de género, encargada de llevar a cabo la perspectiva del mismo en modo transversal en todas las secciones de un periódico o medio informativo.

El camino lo inició The New York Times, cuando creó el puesto de editora de género, efectuando la incorporación de Jessica Bennett. Rápidamente el cargo fue imitado por medios de España, cómo el diario El País que lo instala para lograr mejorar la cobertura actual sobre los temas vinculados a los movimientos feministas y la cultura patriarcal.

La idea no es solo escribir más historias sobre las mujeres, sino lograr incluir más mujeres en todas las historias. La cobertura que deberá llevar a cabo la corresponsal de género deberá también transitar en los temas de política y sociedad internacionales.

En Latinoamérica el diario Perfil nombró su editora de género para lograr la utilización más cuidadosa e integradora del lenguaje. “Inspirados en Jessica Bennett, defensora de género del New York Times y de la tarea que realiza Pilar Álvarez en el diario EL País, decidimos crear un nuevo cargo, único y diferente a todos: el de la defensora de género”, explicaban desde el medio argentino.

La iniciativa surgió cuando en una reunión de cierre de edición, un grupo de editores debaten acerca de la mirada machista escondida detrás de un título. “Y si las cosas cambian, están cambiando; y está bueno que los periodistas no seamos simples observadores y podamos hacer un uso más cuidadoso e integrador del lenguaje”.

El diario Clarín, nombró a Mariana Iglesias cómo su editora de género y era quien declaraba que su trabajo sería proponer más notas sobre historias de mujeres. Iglesias apoyada en la coyuntura intentaba, “ir más a fondo, analizar los temas, y las causas de porqué pasan las cosas que pasan”.

Gisele Sousa Dias, ocupo el cargo de editora hasta mediados de 2020 en Infobae, quedando vacante desde ese momento; Laura Lancopan se desempeña en el diario Río Negro y Gabriela Weller en la Universidad Nacional de Cordoba; Julia López en la Universidad Nacional de Cuyo.

El puesto de editora de género, se ha ido modificando con el paso del tiempo porque la idea es que la perspectiva de género estuviera en la redacción de cada una de las notas de los periodistas en cada medio.

La periodista en la pandemia

Las periodistas están agobiadas por extensas jornadas de trabajo, despidos masivos, y cierres de medios, a lo cual se deben sumar la reducción de salarios por la falta de ingresos por publicidad.

La pandemia, nos demuestra cada día que pasa, la necesidad de más periodistas con perspectiva de género en las redacciones y formadas en temas de salud siendo fundamental visibilizar el impacto producido en la vida de las mujeres, las diversidades, las comunidades afro, migrantes y los hombres. Es importante poder señalar la crisis en la organización social de los cuidados y el incremento de la violencia, producto del confinamiento.

Se ha destacado la relevancia del periodismo comprometido con la igualdad de género, esencialmente en el duro contexto que ha significado la pandemia. La violencia física contra las mujeres se ha incrementado durante la epidemia de covid-19, notándose que al mismo tiempo la impetuosidad en línea contra las mujeres también viene en aumento.

Según una encuesta global efectuada por el Centro Tow para el Periodismo Digital de la Universidad de Columbia como parte del proyecto Periodismo y Pandemia encontró que un 16% de las mujeres que respondieron sostuvieron que el abuso y el acoso en línea eran peor que lo habitual.

En la encuesta anterior en la que también había participado el International Center for Journalists (ICFJ), se refleja que los niveles de hostilidad y violencia contra las periodistas están en ascenso durante la pandemia que son incitados en muchos casos por políticos populistas y autoritarios, haciéndolas responsables por diseminar información.

Una de cada diez entrevistadas en la encuesta indicaron que sufrieron coacciones por parte de políticos y funcionarios durante los primeros meses de la pandemia.

Ya, en un estudio efectuado en el año 2016, se había determinado que muchas mujeres periodistas habían tenido que renunciar a sus trabajos abandonando la profesión en muchas situaciones tras haber sufrido casos de rudeza. Otras comunicadoras han luchado contra la violencia en línea, a pesar de que en muchas situaciones se convierten en blancos más visibles para ser atacadas.

En el año 2017, el Comité para la Protección de Periodistas informó que al menos un 40% de periodistas asesinadas, había sido intimidado por internet u otros medios de comunicación alternativos previamente.

Habría que ser muy cautelosos al sugerir que las mujeres deberían crear condiciones de resiliencia para soportar el diario devenir de su labor periodística. Ellas son atacadas porque se atreven a hablar, por informar, cómo si el acoso físico y sexual se convirtieran en riesgos profesionales.

La misoginia y la violencia en línea constituyen una amenaza real a la participación de las mujeres en la esfera pública de la era digital, teniendo consecuencias letales en el mundo. Tres de cada cuatro mujeres indicaron que sufrieron abusos, acosos, amenazas y ataques en las redes.

La violencia en las redes es el nuevo frente de la inseguridad periodística siendo extremadamente peligrosa para las mujeres, constituyendo el acoso y el abuso medios utilizados para silenciarlas profesionalmente…

En el año 2019 se estipulaba que cada tres hombres que trabajan en una redacción hay una mujer, lo cual nos revela que no existe equidad de género. Muchas organizaciones tratan de revertir la situación para lograr un mayor periodismo feminista.

Los problemas que se señalan como prioritarios son:

Primero la falta de mujeres en puestos de jefatura, aunque el número de las mismas en las salas de redacción está en un crecimiento permanente.

En segundo término se sostiene que se menosprecia las capacidades femeninas, advirtiendo que en las redacciones existe aún hoy una cuota significativa de machismo.

El otro punto relevante es que las mujeres siguen estando oprimidas laboralmente, siendo en casi todos los casos los hombres editores los que tienen la última palabra.

La pandemia ha demostrado que se debe poner cómo tema central la vida y los cuidados de las mujeres periodistas. Las jornadas agobiantes, con jefes exigiendo a cada momento, las tareas de cuidado y hasta las escolares, deben ser temas de la agenda mediática para que se visibilicen en todo momento.

La pay gap o brecha salarial, a pesar de que se ha acortado en algunos países de América Latina, sigue constituyendo un gran problema para las mujeres periodistas. Se afirma que son ellas quienes trabajan más horas que los hombres ganando menos dinero.

También, a pesar de los riesgos que el periodismo conlleva, afecta de igual manera a hombres como a mujeres, pero se considera que las mismas son “más vulnerables” al intentar atravesar obstáculos. Se da el hecho de recomendar a la periodista mujer no ir a determinada cobertura por ser riesgosa, debido a que los medios para los cuales trabaja se hallan incapacitados de brindarles las medidas de protección como a cualquier otra persona del equipo de trabajo.

 

  

periodistPeriodistas

 

 

El peligro de ser periodista

En el reporte anual de Reporteros sin Fronteras, se denuncia que las detenciones de periodistas aumentaron intencionalmente con la cobertura del Covid-19 y la crisis sanitaria. Si bien es cierto que comunicadores arrestados del sexo masculino representan un 89% de los demorados, RSF prende las alarmas por el aumento de apresamientos producidos a reporteras.

El número de periodistas detenidas en todo el mundo subió un 35% en el año 2020 en comparación con el 2019, ya que fueron privadas de la libertad 42 mujeres en contraste a las 31 del año anterior.

Se debe destacar que entre las detenidas se encuentra la ganadora del Premio RSF a la Libertad de Prensa, la vietnamita Pham Doan Trang.

Tres mujeres periodistas han sido asesinadas a principios de marzo en dos ataques en Jalalabad, en el este de Afganistán. Ellas trabajaban para la cadena de televisión privada de Enikass TV, siendo las últimas víctimas de una campaña de asesinatos selectivos, que desde la iniciación de las conversaciones de paz con los talibanes siembran el pánico en la sociedad civil. Estas periodistas trabajaban doblando programas de televisión al dari y al pashto, dos idiomas locales.

Se trata del atentado más grave contra los medios de comunicación afganos desde que hace tres años un terrorista suicida mató a 40 personas entre las cuales había 10 periodistas. En diciembre de 2020, había sido asesinada Malalai Maiwand, a raíz de lo cual las empleadas de la cadena Eikaas TV dejaron de ir a trabajar durante un tiempo.

Medios en Argentina

Según un informe suministrado por el Equipo Latinoamericano de Justicia y GéneroELA la proporción de mujeres en los cargos de máxima jerarquía cuadriplica a los de la categoría inferior. Esta situación se debe a la decisión de la Secretaría de Medios y Comunicación Pública de la actual gestión, que buscan la igualdad de género nombrando a mujeres al frente de todos los medios públicos, reconociendo la tarea realizada por las periodistas femeninas al impulsar una participación más equitativa.

Con el cambio de gobierno en diciembre de 2019, gran parte de los medios públicos pasaron a estar dirigidos por mujeres: Rosario Lufrano (RTA), Bernarda Llorente (Télam), Jesica Triten (Contenidos Públicos), María Marta García Scarano (Encuentro), Cielo Salviolo (PakaPaka), Miki Lusardi (Nacional Rock), Mavi Díaz (Nacional Folklorica), Andrea Merezon (Nacional Clásica). En Télam su directorio está completamente formado por mujeres, y se produce por primera vez el acontecimiento de que un noticiero tenga a su frente a la primera persona trans del mundo: Diana Zurco, quien es su conductora en la Televisión Pública.

El panorama en los medios públicos, muestra una participación creciente de las mujeres en los espacios de poder, siendo esta situación mejor que en el sector privado. En todos los medios nacionales, privados de gran alcance y audiencias relevadas no existe ninguna mujer en los puestos de más alta jerarquía en la toma de decisiones.

En 2018, según el Foro de Periodismo Argentino, sólo un 12% de las periodistas encuestadas declaró ocupar un cargo de decisión (dirección, gerencia o jefatura), dentro de las organizaciones periodísticas. También se observó que un 71% tenía un jefe varón y tan solo un 24% una mujer.

Las trayectorias de la participación de las mujeres en los puestos de decisión en distintos ámbitos de la vida social, política y económica y cultural del país parecen iniciar un camino evolutivo. En algunas áreas se verifica un terreno ganado, encontrándose la participación en los puestos de decisión más cerca de la paridad.

Los datos de CEPAL nos señalan que la pandemia provocó que las mujeres retrocedieron más de 10 años en el mercado laboral. La organización señaló que las mujeres se vieron afectadas por el aislamiento debido a que tuvieron que dedicar más tiempo a la tarea de limpieza y cuidado de sus hogares.

En definitiva, la imagen que se nos muestra en el presente no es muy diferente a la que existía en 2010. Debe verificarse un cambio cultural más profundo para consolidar los avances en paridad de género.

La búsqueda de la verdad y la importancia de los medios de comunicación públicos en momentos de incertidumbre fueron muy importantes para las comunidades, esencialmente en los cuidados necesarios para prevenir la enfermedad.

 

 

Informe UNESCO

 

Fotos: Arxiu AmecoPress. Diari Femení.

 

 

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Amada Santos

Fotoperiodista i Socióloga. Activista Feminista, Defensora DDHH i Cooperant. Presidenta de la XIDPIC.Cat. Co-coordinadora i Editora de La Independent. Coordinadora Internacional a la RIPVG
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