El domingo 20 de mayo dominicanos y dominicanas eligieron un nuevo presidente de la República, encargo que confiaron al economista Danilo Medina, del Partido de la Liberación Dominicana, figura muy cercana al actual presidente, Leonel Fernández, de ese mismo partido.
La gente apenas se ha recuperado de un estado de saturación mediática de una campaña electoral cuyos gastos se calculan en más de 115,3 millones de dólares. La ciudadanía llegó a sentirse extenuada y temiendo que no hubiera ganador en primera vuelta porque eso habría obligado a unas cuantas semanas más de propaganda para una segunda vuelta.
El nuevo presidente, que tomará posesión el 16 de agosto, es un hombre discreto que se orienta hacia acciones concretas y ha prometido un plan de medidas bien identificadas, si bien no serán tantas las que podrá cumplir aunque quiera.
Un clamor de la sociedad civil y sectores vinculados al magisterio, desde hace más de un año, es el reclamo de que se destine el cuatro por ciento del Presupuesto Nacional a la educación, como establece la Constitución. El entonces aspirante aseguró que cumpliría con ello, pero ya el presupuesto de 2012 está aprobado y en proceso de ejecución con solo 2,3 por ciento para la educación.
Al margen de otras discrepancias -que hubo muchos enfrentamientos e insultos entre los partidos contendientes-, la última campaña electoral fue tan reñida que los resultados que separaron a ambos aspirantes de los dos partidos mayoritarios fueron de menos de un cinco por ciento.
No obstante, hubo muchas impugnaciones de parte del Partido Revolucionario Dominicano, que compitió con el expresidente del período 2000-2004 Hipólito Mejía como candidato.
Ese Partido denunció ante la Junta Central Electoral el empleo de fondos estatales para la campaña, la compra de cédulas y otras irregularidades, reconocidas por un grupo numeroso de observadores internacionales y nacionales. Pero esos desatinos no alcanzaron peso suficiente como para revertir el resultado final.
¿Qué se puede esperar?
República Dominicana no ha sufrido de manera tan aguda los efectos de la crisis económica, pero tiene 13 por ciento de desempleo, el costo de la canasta familiar se ha incrementado 18 por ciento en el último año, los productores agrícolas y pecuarios se han visto siniestrados por importaciones que los han dejado atrás en posibilidades competitivas (RD tiene un Tratado de Libre Comercio con EEUU y Centroamérica).
Además, los altibajos del precio del petróleo afectan grandemente con expresión cotidiana en los apagones que en un verano fuerte, como el que ya comenzó, se convierte en rabia y pesadilla para la gente.
Pero, de todos los problemas que conspiran contra la alegría natural de su población, los peores son la delincuencia y el crimen, incluidos asesinatos extrajudiciales ejecutados por la Policía Nacional, en un panorama en que la violencia contra la mujer alcanza cifras espeluznante y el número de feminicidios no mengua. A esta altura del año suman 53 las mujeres asesinadas. En 2011 se contabillizaron 173.
El consumo y el tráfico de drogas, el blanqueo de dinero, la trata de personas, en particular mujeres y niñas, se dan de la mano en importancia y gravedad con la corrupción, muy denunciada desde los medios y la sociedad, y entronizada a todas luces en altos estratos de poder.
Uno de los factores que apuntalaron la victoria del candidato triunfador fue que se hizo acompañar de Margarita Cedeño, como primera vicepresidenta. Es una abogada inteligente y activa, esposa del actual presidente, muy concentrada en el trabajo de carácter social desde lo que ha sido hasta ahora el Despacho de la Primera Dama, entidad que ha dispuesto de fondos abundantes, mucho más que aquellos disponibles para el Ministerio de la Mujer.
Muchas mujeres, particularmente las de segmentos humildes, ven a la elegida vicepresidenta como una “persona compasiva que se preocupa de las madres pobres”, tal como le dijo a SEMlac Milka Paniagua, una empleada doméstica que vive en un sector marginal de la ciudad.
Esa no parece ser la misma percepción de las feministas, sin embargo, que la ven como persona conservadora. Esta fuerza política se agrupa en un Foro Feminista que estructura sus posiciones y las debate con otros segmentos beligerantes.
Para María Díaz, una militante de largo ejercicio, que el Ministerio de la Mujer se destruya o se reabsorba en otra entidad sería una pérdida para las mujeres y una batalla que “nos corresponde como Foro y como feministas”. Este Grupo está solicitando una entrevista con el Presidente electo para presentarle una agenda de expectativas y sugerencias.
Cedeño ha declarado que, como vicepresidenta, impulsará la creación de un Ministerio de Desarrollo Social y Familia que absorbería varias instituciones, entre ellas los ministerios de la Mujer y de la Juventud. Aunque el actual Ministerio de la Mujer no es bastante activo ni beligerante, subsumirlo en cualquier otra estructura significaría una pérdida para las mujeres que lucharon por su creación, opinan algunas dominicanas.
Lo cierto es que las feministas tienen por delante no pocas batallas importantes: la promoción de una ley especial contra la violencia hacia la mujer, la consecución de igual salario por igual trabajo, el reconocimiento del valor económico del trabajo doméstico, la despenalización del aborto y la reducción de las cifras de mortalidad materna.
En el país no se ha logrado bajar las tasas de mortalidad materna e infantil, pese a que 98 por ciento de los partos ocurren en clínicas y hospitales, según indica el Estado de la Población Mundial de 2011. La tasa oficial es de 100 muertes por cada 100 mil nacidos vivos.
República Dominicana es uno de los cinco países del mundo donde el aborto está penalizado sin importar las causales que lo aconsejarían, y donde la Iglesia católica tiene una influencia muy poderosa y, para ciertas situaciones, determinante, como lo fue precisamente la inclusión en la Constitución de la República de un artículo que consagra la defensa de la vida desde la concepción.
Todavía no se vislumbran con claridad las posibilidades del nuevo equipo presidencial ni cómo quedará constituido el gabinete. Aunque el Partido triunfador tiene mayoría absoluta en el Congreso, el candidato perdedor Hipólito Mejía se ha declarado líder de la oposición y su Partido Revolucionario Dominicano supera los dos millones de seguidores en una población donde algo más de cuatro y medio millones de personas están aptas para votar.
El Foro Feminista, una organización que agrupa a las mujeres más progresistas e identificadas con las causas de las mujeres, es con frecuencia referente intelectual en algunas luchas, pero su incidencia real en la sociedad dominicana es insuficiente.