Reproducción del artículo de Maribel Nogué en un momento en que son las mujeres e hijos e hijas, quienes han comenzado de manera masiva el éxodo, huyendo de la guerra, la violencia y el hambre. Reclama la autora la necesidad de blindar una mayor atención por parte de occidente hacia las personas refugiadas.
La que la propia ONU califica como la peor crisis humanitaria de los últimos 70 años, está pasando ahora mismo ante nuestros ojos y la vivimos, entre el asombro y la incredulidad, desde un sentimiento de indignación, de rabia y de impotencia.
Quizás nos tienen acostumbrados al horror de las guerras, los escenarios de enfrentamiento y las secuelas de la destrucción. Quizá por eso, pensamos que este drama humano no va con nosotros y centramos nuestra atención a la información que gira en torno el juego político establecido entre las altas potencias mundiales, que no pretenden otra cosa que disputarse el poder con el control de los recursos naturales y energéticos, como si únicamente importara quien -de entre los contrincants- erigirá en el ganador para poder así continuar con el dominio del mundo y mantener los inconfesables intereses de promover y mantener el negocio de la guerra.
Crímenes de guerra que no pueden quedar impunes
Estos días hemos visto como ha habido un ataque deliberado contra instalaciones sanitarias, hospitales o lugares ocupados por enfermos y heridos, así como unidades médicas de Cruz Roja y Media Luna Roja. Según la ONU, estos hechos, de acuerdo con el derecho humanitario internacional, constituyen un crimen de guerra. Y eso qué quiere decir ?, ¿dónde es la respuesta que necesitan los damnificados ?, ¿quién se hace cargo de las secuelas de la destrucción y los irreparables daños humanos que ha generado su guerra ?.
Huyendo del horror
Desde el inicio de 2015 más de 350.000 personas se han jugado la vida cruzando el Mediterráneo para llegar a las costas de la Unión Europea. El flujo de candidatos y candidatas a ser reconocidos como refugiados no ha parado de crecer desde que en marzo del 2011, hace cinco años, Siria cayó en una guerra civil que ha provocado 12 millones de refugiados y refugiadas a la vez que desplazados que huyen de la violencia sectaria de todas las facciones enfrentadas. Aparte de los sirios, sin embargo, la Organización Internacional para las Migraciones advierte que también continúan marchando de sus países eritreos o afganos.
Gestos de solidaridad interesados
Ya hace días que se nos mostró la fotografía de Allan, aquel niño de 3 años ahogado en una playa de Turquía y que sirvió para que en Londres, Berlín y París ya se hablara de bombardear Siria, tal como -a partir de la atrocidad de los talibanes hacia las mujeres- nos justificó la invasión a Afganistán, después en Irak y así hasta Siria .. incluso Angela Merkel, que había hecho llorar a una niña palestina porque se negaba a acoger la su familia de cinco miembros, decidió acoger ciudadanosy ciudadanas sirias. Hipócritas: hasta julio de 2015, alemana había ganado 7,9 millones de euros por la venta de armas a los jeques árabes, mientras que esconden al mundo las imágenes de miles de niños y adultos de Yemen asesinados por las bombas de EE.UU y Arabia, que además han destruido depósitos de agua, alimentos, centrales eléctricas y hospitales matando decenas de miles de personas civiles de hambre, enfermedades y de las heridas de la guerra.
Huida hacia delante en busca de asilo
Pero como Allan, cada día miles y miles de personas huyen del terror y arriesgan sus vidas. Los que llegan a Italia y Grecia prefieren pagar y jugársela por cruzar los Balcanes, pues tanto en Italia como en Grecia se había alertado de que se crearían instalaciones para atender a inmigrantes, pero la realidad es que estos centros están más que el límite y no tienen garantizados paso los servicios básicos. Además el tiempo de espera para saber si se les concede el asilo es tan largo que muchos prefieren ponerse a merced de las mafias y adentrarse en otros países de la vieja Europa.
Entregar como tributo las exiguas pertenencias
Y he aquí que nos hemos encontrado con una sorpresa de lo más humillante, pues como quiera que muchos de los que han podido huir del horror se han llevado todo lo que tenían (sólo quien tenían algo, porque los que no tienen nada han podido huir), pero cuando llegan a algún país de acogida se ven obligados a dejar parte de sus pertenencias. Me recuerda a situación del pueblo judío cuando entraban en los campos de concentración nazi y eran despojados de todas sus pertenencias antes de ir a los hornos crematorios después de haber vivido un calvario en los campos.
Los gobiernos cobran, la ciudadanía acoge
Dinamarca ya está requisando parte de los bienes a los refugiados que llegan a sus fronteras. Su parlamento ha aprobado esta medida que ha levantado una encendida controversia en Europa, pues tan sólo hace un año, habría sido impensable. También Suiza obliga a los peticionarios de asilo a secar el coste de su acogida con sus activos. En Alemania también es legal confiscar bienes a los refugiados, aunque -de momento- sólo lo hacen los estados de Baviera, Hesse y Baden-Württemberg. Afortunadamente, este hecho contrasta con la recibida solidaria de la ciudadanía de Alemania, que recibió 15.000 refugiados y refugiadas en dos días facilitándoles comida y enseres.
Donde es aquella Europa baluarte de los derechos humanos?
La verdad es que ninguna de las potencias mundiales asume lo que sería su responsabilidad dejando, como siempre, a manos de las organizaciones humanitarias y el voluntariado la conveniencia de atender el ingente número de refugiados que huyen del terror de la destrucción y paliar las situaciones más urgentes y dramáticas que se han producido. ¿Dónde está la solidaridad y la generosidad de asilo de aquella Europa que se enfrentaba al fascismo y donde todo el mundo se refleja por los valores humanos y solidarios que tenía como baluarte ?.
Negocios de guerra y de exilio en nombre de la paz
Eso sí, hay que tener presente que, cuando se alcance el objetivo de que haya un gobierno fiel a los intereses del poder, se deberá reconstruir lo que ellos mismos han destruido y sus responsables aún harán negocio levantando los países devastados … Y todo en nombre de la Paz: hipócritas !!!
