Por Anna Castillo. Texto y Fotos.
El día internacional contra la Lesbofobia, Homofobia y Transfobia se celebró en Argentina, Buenos Aires, con poca participación, pero como cierre de dos semanas de intensa actividad en defensa de los derechos a la libertad sexual y a la identidad de género. Unas decenas de personas se concentraron en la entrada al Congreso durante la tarde del 17 de mayo, sin mucha convocatoria. Si bien la capital porteña es escenario permanente de actividades de visibilidad y lucha por los derechos sexuales, el 17 de mayo llegó precedido por una intensificación de acciones de este tipo.
El combate internacional contra la ignorancia que es cobijo y motor de prejuicios discriminatorios tuvo en Buenos Aires distintos frentes. Si aún se siente la resaca de la borrachera que supuso la joven ley de matrimonio igualitario aprobada el año pasado en Argentina, el camino a recorrer para la colectividad LGBTTIQ (Lesbianas-Gays-Bisexuales-Travestis-Transexuales-Intersex-Queer)hacia un mundo igualitario es todavía largo y áspero. Esta semana se cumplía un mes de que apareciera en el norte de Argentina el cuerpo de un joven de 17 años que se suicidara por sufrir discriminación por su orientación sexual. Así mismo, parte de la sociedad argentina todavía pide justicia para Natalia Gaitan, asesinada hace un año por ser lesbiana. Y ante ese retrógrado machismo que todavía brega, este año se debatirá en el Congreso la ley de identidad de género.
En este marco se presentó el libro de la madrileña Gracia Trujillo, “Deseo y resistencia. Treinta años de movilización lesbiana en el Estado español (1977-2007)”, que tuvo una calurosa acogida entre feministas y lesbianas de la capital porteña en la librería de temática LGTBIIQ Otras Letras. La relación de unidad y posterior separación entre lesbianismo y feminismo, que en el Estado español post dictadura franquista, se iniciara con los Frentes de Liberación Sexual, llegando más recientemente al movimiento queer, es un tránsito similar al vivido en Argentina. (Un libro de documentación histórica de imprescindible lectura).
Otra de las actividades más destacadas fue el Festival “¿Anormales? Contra toda discriminación de géneros” en el centro cultural pub Casa Brandon y que tuvo lugar del 11 al 15 de mayo. Este festival itinerante independiente lo impulsan dos activistas de Bélgica y Francia junto a activistas locales de los países donde es acogido el Festival. Fueron 5 días de proyecciones de documentales, espectáculos y talleres de todo tipo (desde autodefensa verbal, creación de stencil, abortos con misoprostol, cumbia queer, exploración del género a través de la vestimenta, sexualidades, acción no violenta…). Se enmarcan en la campaña internacional “Stop trans patologización”. (Para coordinar un festival en cualquier país: festival.anormales@gmail.com)
En el Centro Cultural Rojas, los días 10, 11 y 12, tuvo lugar un seminario intensivo sobre identidad de género a cargo de Mauro Cabral, co-director de GATE (Global Action for Trans Equality) y del proyecto Incorporaciones (Museo de Antropología, UNC) y autor del libro “Interdicciones”. Se reunieron activistas, profesionales de derecho, bioética, antropología y psicología para explorar los orígenes y las políticas de recepción y reelaboración de la noción de identidad de género, atendiendo a distintos marcos disciplinares y prestando particular atención a su articulación política contemporánea.
El mes de mayo cierra con las últimas funciones de la obra de teatro “Propiedad privada”, dirigida por Alejandra Arístegui e interpretada por ella misma junto a Marcela Díaz y Patricia Roncarolo. Tras el éxito de “Drag Kings, cosas de machos” el grupo En Vilo, compuesto por mujeres, continúa utilizando el recurso Drag King para satirizar los roles de macho arcaico, esta vez al son de un tango como discurso sexista.
