Un proyecto masivo a nivel nacional recopila testimonios escritos de mujeres y hombres en Ecuador para que sus voces incidan en las políticas públicas sobre el tema de la violencia de género y la igualdad.
“Cartas de Mujeres”, de ONUMUJERES y el Municipio de Quito, fue lanzado hace un año, el 25 de noviembre. Se inscribe en las actividades de la Campaña del Secretario General de la Organización de Naciones Unidas para poner fin a la violencia contra este sector poblacional, lanzada en la región desde 2009.
En menos de un mes, el proyecto ha recibido 3.000 testimonios epistolares que van aportando elementos al debate público sobre la igualdad de género. En marzo de 2012 cerrará el proyecto, en un acto público, para entregar las misivas a las autoridades, junto a una sistematización de los aportes contenidos en ellas.
“Las cartas tienen un valor político sustantivo en la lucha para poner fin a todas las formas de violencia contra las mujeres, porque son las mujeres las que escriben sus historias e informan a los políticos qué es lo que se tiene que hacer para avanzar en igualdad”, dijo a SEMlac Cynthia Bodenhorst, coordinadora regional de Comunicación de ONU Mujeres Región Andina.
Más de 10.000 personas participaron en el acto de lanzamiento realizado en la Plaza San Francisco, en el centro histórico de Quito. El acto contó con la participación artística de “La India“, cantante de Puerto Rico.
En el proyecto, las mujeres son el sujeto político de la erradicación de la violencia, explicó Bodenhorst.
Se han recibido cartas de mujeres viviendo con VIH/sida, quienes narran la forma en que son revictimizadas por los prejuicios; de concejalas y funcionarias municipales, que cuentan sus experiencias de violencia política, vividas por una de cada cuatro de ellas, en cargos locales; de mujeres en las empresas florícolas, que expresan el dolor de la violencia que sufren en el trabajo y en la casa; y hasta de niñas que cuentan lo que han presenciado y vivido en las calles y centros de estudio.
“Una carta que leí y me impactó mucho es la de una mujer que afirma haber sido víctima de violencia por parte de su marido durante 10 años y que luego la abandonó con un hijo con retardo mental ocasionado por una paliza que el agresor le dio cuando estaba embarazada. ´Mi hijo vino al mundo con las dos piernas quebradas y una contusión cerebral´, escribió la señora”, relató Bodenhorst.
Aclaró que “en sus diversas formas, las cartas públicas son una de las maneras más importantes que tenemos las ciudadanas y ciudadanos de operar en el ámbito político”.
Las misivas son enviadas por el proyecto a los medios de comunicación y personalidades políticas como una de las formas privilegiadas de denuncia y expresión pública.
El contexto de la iniciativa es elocuente acerca del problema. Durante los primeros siete meses de 2011, Ecuador registró 1.129 casos de violación sexual, seis por ciento de las mujeres reportan haber sufrido acoso o abuso sexual al menos una vez en su vida y 49 por ciento de las niñas y adolescentes en la capital sufrieron abusos a manos de adultos.
Las estadísticas del proyecto dan cuenta de que 50 por ciento de los hombres admiten haber tocado obscenamente a una mujer.
El proyecto ha recogido también cartas de hombres que han sido invitados a considerar nuevas nociones de masculinidad y a involucrarse como agentes de protección y prevención en la erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas.
Las misivas se han recogido en “escritorios” y kioscos colocados en espacios públicos adornados con publicidad y dotados de papel, lapiceros y buzones especiales para que la gente se siente a escribir y deposite sus escritos.
SEMlac le preguntó a la facilitadora del proyecto si ella misma se ha animado a escribir una carta. “¡Varias!”, respondió. “En este proceso le he escrito una carta a mi madre, otra a mi abuela y varias a mis amigas y compañeras para que sepan que juntas somos fuertes”, explicó.
