Maribel Nogue
OPINÓ
Emigrar es un derecho, no se puede prohibir a nadie emular el viaje de las aves migratorias que buscan protegerse del fuerte calor o van en busca de zonas más cálidas que las proteja cuando llega el frio.
En el caso de las personas, la emigración puede responder también al sempiterno anhelo de libertad que llevamos muy dentro los humanos, tal vez para hacer realidad un sueño. Sin embargo, la emigración de hoy no tiene estas connotaciones tan profundas y/o bucólicas sino mucho más realistas. El sueño de hoy se puede limitar al instinto de supervivencia, a tener que buscarse la vida en el norte huyendo de las guerras, del hambre y de la persecución política de un sur al que la usura expoliadora del poder económico mundial ha condenado a la inanición y a la falta de futuro de su población.
El mar, campo de batalla
El mar, la inmensa cuna de todos los azules que Lluís Llach consideraba su amigo, es hoy un campo de batalla donde se dejan la vida centenares de personas que quieren acercarse a un mundo que no tiene nada que ver con el que han visto por la televisión que sí les llega, porque lejos del confort y la abundancia de ficción se encuentran con unas sociedades también empobrecidas, donde las condiciones de vida a la que se ven abocados queda lejos de los derechos humanos más elementales que tanto les dicen se proclaman aquí.
Vallas y cuchillas disuasorias
De vergüenza son las vallas con cuchillas de Melilla donde, quién se atreve a saltarlas, peligra de salir herido y sangrando, si no es que halla la muerte o es retornado por la policía cumpliendo “órdenes”. Los hechos de Ceuta del 6 de febrero han puesto de manifiesto la incongruencia de éstas “órdenes” cuyo resultado ha sido que han estado asesinados simplemente por querer vivir, aunque sea a través de un trabajo mal pagado, con horarios de muchas horas, sin derechos, viviendo hacinados o con miedo cada vez que se cruzan con un oficial de uniforme…
Otra Europa era país de acogida y asilo
Hace tiempo que la vieja Europa dejé de ser un conjunto de naciones abiertas, de acogida y de asilo político a los que huían o eran perseguidos en su país víctimas de regímenes dictatoriales o totalitarios. Actualmente, la Unión Europea es un gran fuerte donde se protegen los intereses de la oligarquía financiera y las multinacionales escupiendo fuera todos aquellos que quieran acogerse, y que practican una política migratoria que es la única responsable de estas muertes, de esta masacre continuada (no solo a Ceuta y/o Melilla, sino también a Lampedussa, etc…), mientras que sus gobernantes quedan en la impunidad…
Una definició de les fronteres
En un article, Gerardo Pisarello diu que “les fronteres no són institucions naturals ni políticament neutrals. Són creacions convencionals que varien en el temps i que no afecten tothom per igual. Per al ric d’un país ric la frontera no és més que una formalitat superable fàcilment amb un passaport, mentre que pel pobre d’un país pobre la frontera no és sinó un obstacle que li pot posar en perill la mateixa vida, o sinó es converteix en una dura experiència que el pot acompanyar durant la seva vida com la seva pròpia ombra, i que li determinarà la seva vida quotidiana així com la reva relació amb la llei, els tribunals, la administració i la policia”.
Una carta abierta del obispo de Tánger
Santiago Agrelo Martínez, obispo de Tánger, ha escrito una carta pública donde, entre otras cosas, dice: “es inaceptable que la vida de un ser humano tenga menos valor que una supuesta seguridad o impermeabilidad de las fronteras en un estado. Es inaceptable que una decisión política vaya llenando de sepulturas un camino que los pobres recorren con la fuerza de la esperanza.
Es inaceptable que mercaderías y capitales gocen de más derechos que los pobres a la hora de entrar en un país. Es inaceptable que una política inhumana de fronteras obligue las fuerzas del orden a cargar toda su vida con la memoria de unas muertes que tal vez no pretendían causar. Es inaceptable que el mundo político no tenga una palabra creíble para tender una mano firme que ofrecer a los excluidos de una vida digna. Es inaceptable que se culpe a los muertos en las fronteras primero de su miseria, y luego de su propia muerte”. “No, ellos no son los agresores sino que han estado agredidos desde que sus corazones empezaron a latir al sur del Sáhara hasta que, ante nuestra indiferencia, se paran para siempre en nuestras fronteras”, concluye.
Recetas de nuestros poetas
Siempre tendré presente aquel poema/canción de Miquel Martí i Pol i Lluís Llach que invitaba a tender “un puente de mar azul para sentirnos pegados, un puente que hermane pieles y vidas diferentes, diferentes..”. Porqué: venimos del norte, venimos del sur, de tierra adentro y de mar a lo lejos, y serán inútiles las cadenas de un poder siempre esclavizador cuando es la vida misma que nos obliga a cada paso. Y porqué “no creemos en las fronteras si detrás hay un compañero con sus manos abiertas a un porvenir liberador”.