Carla Redó y Patrícia Martínez
Una de las frases que más reitera, desde hace semanas, la ahora ya alcaldesa de Barcelona Ada Colau es la de “hacemos política de otra manera”.
Carla Redó y Patrícia Martínez
La Alcaldesa viene de lejos: nada menos que de haber vivido como ciudadana, y de su frase reiterada podríamos, pues, colgar múltiples explicaciones siguiendo los tópicos tradicionales: porque viene de izquierdas, porque “viene de abajo” , porque ha hecho campaña casi sin recursos… podríamos decir, incluso, que dice que hace política diferente porque no viene “de la casta”, pero pensamos que lo dice porque de alguna manera sabe y tiene claro que de formas de hacer política no existe sólo una, y que la diferencia tiene que ver con el gesto. Y que el gesto, además, puede ser masculino o femenino.
Os proponemos una mirada precisamente de eso: de gestos (de los de los cuerpos y de los de las maneras de hacer) y que nos fijemos también en cómo los hacen más grandes, los invisibilizan, les ponen palabras o los dañan, muchas veces, los medios de comunicación cada vez que parten del absoluto de que sólo hay una manera de hacer política y hacen invisible la diferencia remarcando tópicos y mandatos.
Ada Colau, cuando habla, lo hace casi siempre en tercera persona del plural. Hablaba de “candidatura” como proyecto colectivo y ahora habla de un proceso en el que cuenta con que estarápresente la ciudadanía tomando decisiones y participando del gobierno de la ciudad. Los titulares, sin embargo, insisten en reforzar lo de siempre: del gesto de Ada Colau con la mano en el cuerpo contenido de emoción dicen “destronamiento de Trias” y de la emoción de ella -seguro que alguien ya lo habrá dicho y escrito- que es “poco política”.
“El partido de Albert Rivera”, “la compañera sentimental de Pablo Iglesias” y”el gobierno de Tsipras” sonfrases que -sintáctica y morfológicamente- indican posesión. Nos lo dice la lengua, esto, pero nos lo dice también la visión que tenemos de la política, la forma en que hemos normalizado históricamente que la política sólo es la que se hace desde el poder. Una política,la del poder, mucho más vivida por hombres que por mujeres, de siempre, y de la que se ha aceptado-precisamente por ello -que tuviera nombre propio, que se convirtiera en un alargamiento de la individualidad (del líder) y que éste tuviera el derecho de hacer de lo público algo privado.
La historia de la política tiene mucho que ver con el modo en que se han manifestado los cuerpos y los gestos:
Y en cambio parece que los gestos sean neutros, cuando se escriben titulares y cuando los vemos. Parece que no estén determinando nada, políticamente hablando, pero el gesto de piernas abiertas, ¿no dice nada?, ¿ni el del puño en alto?, sobre el modo en que se ejerce el liderazgo?.
De hecho es tan importante que todo parezca neutro, a fin de no caer en la importancia que tiene que exista la diferencia sexual (femenina, masculina, el sentido femenino del mundo y el sentido masculino del mundo), que incluso muchas mujeres han neutralizado su propia imagen:
Tanto sino hay mujeres, como si las hay:
¿Por qué nos cuesta tanto pensar que podría ser que el tipo de configuración de un gobierno como el griego -donde ya no hace falta ni neutralizar, porque no existe ninguna mujer- tenga que ver con el fracaso diario de su gestión?:
en este discurso del actual presidente de Grecia, de mayo del año2014, el único femenino que apareció fue el del nombre de la señora Merkel:
La ausencia de mujeres, de simbólico femenino y de política feminizada (que son tres cosas diferentes, porque la presencia de mujeres no garantiza la presencia de simbólico femenino, y tampoco la feminización de la política) garantiza, sin embargo, la posibilidad de la explosión de liderazgos redentoristas que, llega un momento, pierden la conexión con la realidad, hacen suyo el mundo y lo piensan, además, en función de todo lo que ellos puedan hacer. Y los titulares ayudan:
EL PAÍS: 23 novembre 2013
PÚBLICO, 25 gener 2015
De esta indiferenciación entre el individuo -masculino, que ostenta la política del poder- y el escenario público, de la neutralización de la multiplicidad de espacios por donde corre la vida, también políticos y también fundamentales pero fuera de los escenarios típicos desde los cuales se ha ejercido el poder, surge, por ejemplo, este otro desorden:
Tal y como muestra la Transcripción borrador de la Sesión número 12 de CIFEEF con fecha 23 de febrero de 2015, el diputado Marc Vidal i Pou lanzó una pregunta a Marta Ferrusola, en el Parlament de Catalunya:
“Bien… una cuestión muy personal. Se considera usted buena madre cristiana, señora Ferrusola?, se siente fracasada al ver que todos sus hijos están imputados en casos diversos?”.
¿Nos imaginamos al diputado haciendo la misma pregunta al padre de las criaturas?, al expresidente de la Generalitat?. ¿Nos extrañaría más, si se lo hubiera preguntado a él?.
Nos extrañamos y rechazamos gestos como estos, que nos parecen “poco políticos”:
Se neutraliza la diferencia de ser hombre, de ser mujer y damos por supuesto que esto no da a la política distintos significados. Se vuelve a los tópicos de siempre, que se refuerzan con la polaridad entre los parámetros también de siempre: de izquierda y derecha, de casta o pueblo, de suficiente líder o no.
Y se hacen retratos de mujeres que están en lugares de decisión política poniendo de relieve que son “muy políticas”, o “tan poco políticas” que descuadran y que muy evidentemente no se destacarían si los retratos fueran de hombres:
EL PAÍS 24 octubre 2014
EL PAÍS 10 diciembre 2014
El gesto, el cuerpo, el sexo y el simbólico son fundamentales. Tanto que, aunque se diga en voz baja, existe una importante feminización del mundo y también de la política, así como también existe una importante transformación del mundo por la cantidad de política femenina que existe.
La combinación de estas otas palabras, en este cuerpo, con este gesto, es explícita al respecto: un “I’ve got my money back” que hubiera sido recibido, seguro, por la audiencia y por la opinión pública de manera muy distinta si hubiera sido un hombre quien las hubiera pronunciado y un conflicto, seguro, de prestigios, que se hubiera desencadenado
25 de mayo de 2015, Roma: “The elections’ results in Poland and Spain, albeit very differently, and news from Greece and the UK, tell us thatt here is a real need of rethin king our being European if we want to save the project of our founding fathers”.
Federica… ¿era necesario hablar de nuevo de los padres fundadores, como si sólo algunos hombres hubieran hecho nacer Europa?… y mira que ya era suficiente, con palabras de las que usas habitualmente y gestos de los tuyos, para terminar felices este texto!
