Independientemente de los resultados del pasado domingo, cuando los colombianos y colombianas decían “NO” al plebiscito, en contra de los acuerdos de paz, entre el gobierno y las Farc, las mujeres han estado ahí, en todo el proceso y en la posterior implementación de los acuerdos. También hay que decir, que habían muchas mujeres en contra de las negociaciones
Históricamente nuestra sociedad ha sido bastante machista y excluyente con las mujeres, reclamar una participación efectiva en la toma de decisiones en un tema como el del conflicto armado, ha sido una cuestión difícil de sortear
En los inicios de las negociaciones en agosto del 2012, se planteaba que la participación de las mujeres en el proceso de diálogo y negociación, sólo podría estudiarse cuando el Proceso de Paz que se adelantó en la Habana, estuviera encauzado, situación que dificultaba la inclusión de una participación activa y decisoria, pues ellas, estaban ausentes y sus demandas, invisibilizadas
Sin duda alguna, las organizaciones de mujeres han sido factor relevante en la participación del proceso de paz. Ellas reconocieron que una participación activa era una oportunidad histórica para dar a conocer las dificultades estructurales que han afectado a las mujeres en el país a lo largo de su historia
En numerosas ocasiones, las organizaciones de mujeres dieron pasos dispuestos para aumentar su participación, ya que ellas constituyen el 50 por ciento de las víctimas del conflicto, sin contar, con que, en delitos como la violencia sexual y el desplazamiento forzado sobrepasa esa cifra.
Tras un año de haberse anunciado las negociaciones, las mujeres seguían estando fuera del proceso, no estaba contemplada su contribución, es por eso, que en la Ia Cumbre Nacional de Mujeres y Paz en octubre del 2013 y en una multitudinaria marcha convocada en Bogotá, a principios de noviembre del 2013, las distintas plataformas venidas de todos los rincones del país, aunaron esfuerzos para hacer causa común y demandaron su reconocimiento y voz. En una gesta plebiscitaria por la paz, contra la violencia hacia las mujeres, se planteó seriamente el tema de su participación
A finales de noviembre del 2013, gracias a esa presión, la representación de mujeres en el proceso de paz se hizo efectiva. El gobierno nacional nombró a María Paulina Riveros, directora de DDHH del Ministerio del interiory Nigeria Rentería, está última para la época Alta Consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer, como integrantes plenipotenciarias del equipo negociador. Ellas, serían las encargadas de elaborar las bases para la inclusión del enfoque de género en los acuerdos de paz
Estos nombramientos representaron el primer paso para dar cumplimiento a la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre mujeres, paz y seguridad. Colombia por primera vez tiene a dos mujeres en primera línea de discusión y en la toma de decisiones.
Posteriormente en septiembre del 2014, se crea una subcomisión de género, conformada por María Paulina Riveros, representante del gobierno y, por las Farc, la guerrillera Victoria Sanguino. Esta subcomisión, creada por las partes, aseguraba que todos los acuerdos contenían disposiciones de género y una interlocución directa con mujeres de la sociedad civil y con víctimas del conflicto.
Han estado sobre la mesa puntos importantes como la incorporación de víctimas, la mujer en la economía campesina con las mismas oportunidades de acceso a los créditos, las guerrilleras y su incorporación a la sociedad civil
El 21 de septiembre, se celebró en Bogotá, la II Cumbre Mujeres y Paz, más de 500 mujeres de todo el país y organizaciones de mujeres que viven en el exterior, se reunieron para reflexionar sobre su rol en los pos-acuerdos y para dar garantías al sostenimiento del posconflicto
El pasado de las mujeres en diferentes procesos de Paz
Remontándonos un poco al pasado, en algunos procesos anteriores, las mujeres han estado presentes en los procesos de paz, más como observadoras, que como influencia directa en la toma de decisiones, casos como el de Vera Grave, figura importante en la organización del M-19, su papel fue bastante discreto en los diálogos con el gobierno; de la Farc la Comandante Mariana, hizo parte de las audiencias del Cagúan y Ana Teresa Bernal por parte de la sociedad civil en las Audiencias del Caguan; María Ema Mejía representante del gobierno de Andrés Pastrana en los inicios de los diálogos del Cagúan
El Plebiscito
Este domingo todas las expectativas para refrendar los acuerdos de la Habana en el proceso de paz firmado con la guerrilla de las FARC, estaban puestos en el plebiscito. La baja votación y el abstencionismo dejo que ganara el “NO”, por una estrecha mayoria del 50.2% frente a un 49.7 que se decantó por el “Si”
La imposibilidad de inscribir nuevas cedulas, tanto en el exterior como en el país, por una decisión del Consejo Nacional Electoral y de la Registraduría de no abrir nuevas inscripciones, permitió que la abstención fuera un “hándicap” decisorio que deja al País en un limbo, pues el largo y difícil proceso de negociaciones ha quedado relegado
No obstante lo anterior el Gobierno de Santos ha dicho que se continuará con el proceso y que la decisión democrática no afectaría la estabilidad del país, así como que el cese el fuego seguirá vigente solo hasta el 31 de octubre
Después del rechazo a los acuerdos de Paz del plebiscito, hubo un encuentro entre Uribe, abanderado del No, y Santos, que terminó sin ningún acuerdo.
