OPINIÓN
Como madre y en mi realidad, resulta difícil entender, qué otras razones, aparte de las legales, llevan a una mujer a tomar la decisión de abortar; sin embargo, me pongo en los zapatos de quienes lo hacen, los motivos son suyos, de nadie más. Como diría Ortega y Gasset, “yo soy yo y mis circunstancias”
El aborto es legal en Colombia sin límites de tiempo en tres casos: Cuando el embarazo constituya un riesgo para la mujer, embarazo producto de violación o incesto, cuando el feto tenga alguna malformación por la que su vida sea inviable.
Si un embarazo feliz y sin riesgos es difícil, imagino lo difícil que resulta para una mujer en riesgo de perder su vida, o que el feto tenga malformaciones, o que la mujer o niña violada no pueda interrumpir su embarazo gracias a estigmas sociales, religiosos o políticos de jueces, personal médico y hospitales, que en todo el país entorpecen las solicitudes de abortos legales
Como si abortar fuera una decisión fácil. Como si niñas y mujeres violadas fueran asesinas irresponsables, como si la mujer que simplemente no planeaba ser madre, tuviera que resignarse a su suerte durante 9 meses ante la alternativa de entregar al niño en adopción, disyuntiva que genera infinidad de traumas
El aborto es lo que es, un problema de salud pública, una decisión de mujeres. Los prejuicios que lo rodean, lo convierten en una práctica clandestina, peligrosa, especialmente para las más pobres, en el negocio de personas inescrupulosas y en la bandera del populismo político y religioso; y todo lo anterior, en un factor de discriminación y violencia contra la mujer.
Nada más peligroso para una sociedad que las interpretaciones judiciales se fundamenten en intereses ideológicos. He seguido de cerca el tema que reabrió el debate sobre el aborto esta semana en la Corte Constitucional, el caso de la mujer que finalmente pudo abortar, gracias a una tutela, tras conocer que su hijo venía con malformaciones incompatibles con su vida da buen ejemplo
Inverosímil, La ponencia a cargo de la magistrada Cristina Pardo, la misma que hace años, dejó clara su posición de rechazo al aborto alegando cuestiones éticas, ahora pedía limitar el tiempo para los abortos legales. Me pregunto: ¿Por qué no se declaró impedida como lo hizo entonces?
Celebro que la Corte rechazara la propuesta y determinara que poner límites para acceder al aborto legal, era violencia de género
¡Que ellas decidan, con ley o sin ley, las mujeres seguirán abortando!
