El Codigo Forestal modificado por Dilma Roussef decepciona a las y los ambientalistas, favoreciendo el agronegocio
El lunes 28 de mayo, según el cronograma previsto, el Diario Oficial de la Unión brasileña ha publicado los 12 vetos aportados por la presidente Dilma Roussef al Codigo Forestal recientemente aprobado por el Congreso, más una Medida Provisional (la n.571/2012) para llenar los vacios legales abiertos por los vetos. El veto del primer articulo, que definia para los congresistas el Codigo como un simple instrumento de regulación de las actividades agricolas, restituye al Codigo su carácter de protección ambiental, pero tratando de conciliarlo con el “desarrollo económico” representado por los intereses el agronegocio, lo que es, como ha demostrado la realidad, una ecuación imposible.
2 millones de firmas recogidas por AVAAZ a nivel internacional y numerosas iniciativas nacionales realizadas en estas ultimas semanas habían pedido con fuerza “Veta Dilma” para que la presidenta vetara o modificara sustantivamente un Codigo Forestal que amnistiaba los deforestadores, y disminuía las areas de protección de los bosques.
Los vetos de Dilma Roussef han llegado, pero decepcionando a millones de brasileñas y brasileños que habian confiado en ella cuando en su campaña electoral habia prometido defender la Amazonia, y alegrando la Sociedad Nacional de Agricultura, que reune los grandes latifundistas. No de casualidad su representante Antonio Alvarenga felicitó la presidente por no haber escuchado la campaña “irresponsable” de “Veta Dilma”, mientras un representante de la CNBB (la Conferencia Nacional de los Obispos Brasileños), Pedro Gontijo, deploraba esta decisión, por el mismo motivo, el no respetar la voluntad del pueblo.
Según las 163 organizaciones de la sociedad civil reunidos en el “Comité Brasil en defensa de los Bosques”, esta nueva edición del Codigo no representa un paso adelante, sino otro paso atrás en la protección de la selva, porque se sospenden las multas a las deforestaciones antes del junio del 2008, (si hacen acciones de reforestación), y se disminuye la protección en las reservas legales, y en las APPs (Areas de Protección Permanente), en zonas especialmente sensibles, como las orillas de los rios, las nacientes, los cerros. Se abre también la puerta a la introducción de especies exóticas como los eucaliptus en las orillas de los ríos, sin considerar los daños que estos aportan a los terrenos. Se quita la obligación de construir con 20 metro quadrados de verde por persona, para favorecer al sector inmobiliario que ha financiado las campañas electorales de muchos diputados y diputadas, también del PT.
¿Qué posibilidad tienen los pueblos frente a una decisión tan dramática, que compromete también las futuras generaciones? se preguntan la ciudadania decepcionada. Antes que nada, el “Comité Brasil en Defensa de los Bosques” se apelará al Supremo Tribunal Federal contra el nuevo Codigo, y a la vez promoverá acciones de protesta contra el gobierno durante la próxima Cumbre de Rio+ Veinte. Defenderá el derecho tantas veces conculcado de los pueblos a la soberania alimentaria, a la tierra, a los bosques, y al agua. Y en la Cumbre de los pueblos, paralela a la de los gobiernos, las organizaciones populares intercambiarán propuestas y acciones, para reforzar sus lazos y su presencia en el mundo, contra vientos y mareas.
