90 años llevaban las mujeres chinas exigiendo una Ley que las protegiera. Por primera vez en la historia, la violencia doméstica deja de ser un asunto de la vida privada y familiar, para convertirse en un delito penal
La Asamblea Nacional Popular (ANP), aprobó en diciembre pasado la nueva Ley, que ha entrado en vigor este martes. Tras ser modificados los borradores varias veces, la Asamblea ha estimado que la violencia doméstica es un delito, trasladando los casos del ámbito familiar al social para que cada grupo de la sociedad incluidos los tribunales, cuerpo médico, profesores y gobierno, denuncien la violencia de género
Dentro de los delitos señalados en la Ley, se clasifica el daño físico y psicológico, como delitos penales, quedando pendiente de incluir, las alusiones a la violencia emocional
La nueva ley acepta como delito penal también, el maltrato en las parejas que cohabitan, en el caso de las parejas que no están casadas, pero deja en el vacío legal, la violencia intrafamiliar entre parejas del mismo sexo, estigma que aún pesa en la sociedad China.
Lo interesante de la nueva ley es que crea el recurso de “habeas corpus” para las víctimas de violencia de género, es decir, que los tribunales deben resolver dentro de las 48 siguientes a la denuncia, si se acepta o se deniega el amparo judicial a las afectadas por violencia machista